Fiel a la tradición que tanto adora, Pastora Soler ha cumplido con su cita anual en el Rocío, pero en esta ocasión de una forma muy especial. La intérprete de Coria del Río ha disfrutado de su primer Camino completo acompañada de su marido, Francis Viñolo, y la mayor de sus hijas, Estrella, de siete años. Una emocionante experiencia de peregrinaje que les ha conducido hasta la popular aldea del municipio de Almonte y que han vivido de la mano de la Hermandad de Puebla del Río, una localidad sevillana muy próxima a la tierra natal de la artista.
Pastora Soler sube a su madre al escenario e interpretan juntas una emocionante canción
Pastora, que ha exprimido al máximo una costumbre que ha vivido de cerca desde bien pequeña, ha confesado sentirse muy feliz y repleta de ilusión por poder compartir su primer Camino con su primogénita, con quien ha paseado de la mano y a la que han bautizado en el Vado del Quema. "Lo voy a hacer con la Puebla y con mi niña por primera vez, la pequeña no, la mayor", comenzaba expresando visiblemente entusiasmada al inicio de la experiencia a los micrófonos de Europa Press. Bajo su punto de vista, hacer este viaje terrenal y espiritual es algo "muy bonito" independientemente de la motivación que te impulse a querer vivirlo. En su caso, se queda con haber "disfrutado de la oportunidad, de la familia, de la vivencia, de los recuerdos de los que ya no están y de muchas cosas emocionantes".
La signataria de éxitos como Quédate conmigo o Que hablen de mí ha dedicado este Camino a su padre y héroe, José Francisco, quien falleció en octubre de 2020 a los 77 años y era una pieza fundamental en la vida de la cantante. "Este camino va por él y por esos amigos que necesitan de la fe, de la esperanza y de la Virgen del Rocío", ha confesado, al tiempo que ha recordado algunos conmovedores momentos que vivió a su lado en estas fechas.
Estrella, hija de Pastora Soler, la profesora de baile más simpática de su mamá y Vanesa Martín
Arropada por su inseparable esposo, el coreógrafo y director artístico del programa La Voz, y la pequeña Estrella, la vocalista ha llegado a la aldea almonteña tras varias jornadas caminando a pie y subida a la carreta a la sombra de los pinos del paseo más popular de la tradición andaluza. Un desafío cargado de nostalgia y emociones que ha compartido con su comunidad virtual de cerca de medio millón de admiradores y que ha definido como "un momentazo". "Por fin, estar delante de ella, en su puerta, con mis hermandades, ¡con mi gente!", ha expresado Pastora, que se ha fotografiado en el interior del Santuario de Nuestra Señora del Rocío junto a Francis y a sus amigos Eva Cascai, Manuel Cabello y Chelu Sánchez.
Aunque Vega, la benjamina de la casa, no ha podido unirse a este bonita escapada familiar, pues solo tiene tres años, Pastora se siente muy agradecida por poder iniciar a la mayor de sus hijas en esta práctica que tantas alegrías le ha dado a lo largo de sus 44 años de vida. Ya el pasado año, la artista vivió un día de peregrinaje junto a ambas, que lucieron dos encantadores trajes de lunares, uno en color azul y otro en rosa, y recorrieron una parte del Camino subidas a una carreta mientras entonaban y bailaban canciones típicas.
Pastora Soler muere de amor con esta foto de sus hijas (y tú también lo harás)
En esta ocasión, en la que ha vivido divertidos instantes como una preciosa interpretación de la canción de Los Romeros de la Puebla Tiempo Detente al compás de la guitarra de María del Monte, la sevillana ha vuelto a soprender con sus apuestas estilísticas. Tres han sido los vestidos con los que se ha dejado ver en esta edición del Rocío. El primero, un conjunto firmado por el atelier de flamencas e invitadas con sello propio de Mónica Méndez conformado por dos piezas: un corpiño en crudo con volantes en los tirantes y una falda floreada con base azul cielo. Una elección de altura con la que inició la experiencia y que combinó con complementos en rojo, riñonera y sombrero de Tanok Hats.
Otro de los diseños en los que Pastora se ha enfundado tiene un importante valor sentimental. Se trata de un conjunto azul estampado al que guarda gran cariño: "Es muy especial para mí, me lo hizo mi amigo Cristo Báñez hace algunos años y me acompañó su recuerdo y su magia en ese día de Camino tan especial", ha contado sobre el fallecido diseñador. En cuanto a su tercera opción, se trata de una pieza completa en coral con lunares y tirantes abullonados de Isabel Japón a la que agregó complementos de Eva Rodríguez. "¿Se puede pedir más?", se pregunta la cantante, que ya cuenta los meses para su gran concierto en el WiZink Center de Madrid con motivo de su gira Libra Tour.