A pesar del jetlag, del estreno que tuvo la noche anterior y del retraso por culpa del tráfico de Madrid, Esmeralda Pimentel llega a nuestro encuentro feliz y muy emocionada. Se baja del taxi bailando, con una enorme sonrisa, y me da un abrazo fuerte, muy fuerte, sin ser consciente de que es justo lo que necesitaba para calmar los nervios y empezar a disfrutar de esta sesión de fotos que sé que va a ser muy especial. "¿Nos conocíamos de antes? Tu cara me resulta familiar", me dice. Lo único que pide la actriz mexicana es mucho café y que pongamos música, sobre todo canciones de Rosalía y Karol G.
Al llegar a la suite, Esmeralda grita de alegría al ver que el equipo está formado única y exclusivamente por mujeres. Saluda cariñosamente a todas y dice que está deseando ver los looks que hemos preparado para ella. Han sido un acierto total. Le encantan los vestidos, el sombrero, el abrigo, las joyas... y se queda totalmente enamorada de unos zapatos rojos. "¿Puedo hacer una foto?", me pregunta sacando su teléfono móvil.
Terminan de maquillarla y peinarla y empezamos con el espectáculo. Y digo espectáculo porque ver a Esmeralda posando ante la cámara es realmente fascinante. La protagonista de Montecristo no solo enamora con su belleza, sino que derrocha confianza y seguridad en sí misma. Por eso me sorprende tanto cuando confiesa que no siempre fue así.
En estos últimos meses, la actriz mexicana ha tenido que enfrentarse a momentos muy difíciles en los que, según sus propias palabras, pasó por "muchísimo dolor" a nivel físico y también emocional. Hace un año decidió retirarse los implantes de pecho, se enfrentó a una situación personal muy fuerte y se cortó el pelo de manera radical, diciendo adiós a una parte de sí misma. Fue un punto de inflexión que, sin embargo, propició el proyecto que cambió su vida para siempre. Esmeralda decidió hacer las maletas y mudarse a España para rodar la serie Montecristo y hoy, al echar la vista atrás, no puede más que dar las gracias por las lecciones que aprendió en su etapa más dura.
La actriz irradia una luz especial y eso es porque se encuentra en un momento muy bonito: adora su vida en Madrid, está perdidamente enamorada del actor Jesús Mosquera (al que conocerás por su papel en Toy Boy), y hoy, más que nunca, está orgullosa de la Esmeralda en la que se ha convertido. "Yo siempre intenté ser algo más que no era. Me comparaba mucho con mis compañeras, con otras mujeres que veía en redes sociales, otras actrices (...) Hoy me siento sumamente segura y, sobre todo, que ahora reconozco que tengo una voz, que tengo un mensaje que me encanta compartir", nos cuenta.
Esmeralda Pimentel ya era una estrella en México pero ahora avanza con paso firme en su carrera internacional. A nosotros ya nos ha conquistado y no solo por lo generosa que fue al abrirnos su corazón de una manera tan sincera, sino porque su testimonio es pura inspiración.
- Esmeralda Pimentel y Jesús Mosquera hablan por primera vez de su relación
- Hace un año llegaste a Madrid para empezar las grabaciones de la serie Montecristo, ¿cómo ha sido para ti ver el resultado de este trabajo en pantalla?
Me siento superprivilegiada de ser parte de este elenco, de ser parte de esta gran historia y producción. Creo que siempre, el que un proyecto llegue a la pantalla, es un gran esfuerzo y, sobre todo, creo que este fue un proyecto de guerreros. Fue muy arduo, nos costó mucho, tuvimos muchísimos retos... y los superamos todos gracias al trabajo tan impresionante que tuvimos y, sobre todo, gracias a la dirección de Alberto Ruiz Rojo, que fue el mejor capitán que pudimos haber tenido
- ¿Qué te llevas de Haydée, tu personaje en la serie?
Su valentía y, sobre todo, que es una mujer que elige su vida, se elige a sí misma sobre el amor romántico. Es una mujer que ya no muere de amor y eso que encanta, que se sale del estereotipo. Me encantó la colaboración que hicimos con Alberto Ruiz Rojo, el director, con Mónica, la diseñadora de maquillaje, y también con Miguel, el diseñador de vestuario, porque creamos una Haydée cómoda, libre, inteligente, que no la define su físico, ni cómo se ve, sino que la define su inteligencia, su personalidad y su corazón. Eso me encanta, porque creo que Haydée me representa y nos representa a todas las mujeres de hoy en día
- En este proyecto compartes pantalla por primera vez con William Levy, ¿cómo fue trabajar con él?
Fue increíble. La verdad es que es un gran compañero, es un gran productor. Creo que todos hicimos una gran familia. Creo que es un proyecto en el que todos tuvimos la oportunidad de interpretar personajes maravillosos y entregamos todo el rigor, toda la pasión... y el resultado es espectacular
- Montecristo llegó a tu vida en un momento de cambios, ¿influyó esa evolución personal en tu personaje?
Haydée es un personaje del cual me siento muy orgullosa porque llegó en un momento de mi vida en el que yo estaba muy rota y creo que Haydée significa mi libertad, mi reconstrucción, mi evolución, mi libertad que me dio la oportunidad de venir a un país que amo tanto y del cual me siento tan agradecida, como es España, y sobre todo encarnar una gran historia, una historia como el Conde de Montecristo, que es conocida por todo el mundo y creo que ese también fue un gran reto. A mí me toca interpretar al personaje femenino más fuerte, con un arco impresionante y creo que eso también es una gran responsabilidad
- Decidiste dejar la seguridad que tenías en México por apostarlo todo a nuevos proyectos en el extranjero, en producciones como The Good Doctor y, ahora, Montecristo, ¿cómo tomas esta decisión?
Yo creo que siempre he sido muy valiente, muy arriesgada, me encantan los retos, me encanta estar en lugares donde no sienta que estoy en mi zona de confort, que me hagan crecer, que me hagan incluso tener este miedo sano que te inspira, esta adrenalina que te hace crecer y te apasiona. A mí siempre me ha encantado conocer otras culturas, me siento muy privilegiada, y creo que también es un privilegio que me hayan abierto las puertas en otros países
- Después de varios años triunfando en México como protagonista de telenovelas, ¿qué te llevó a tomar la decisión de, no sólo darle un giro a tu imagen, sino también a las historias que solías contar?
Creo que estaba ya muy encasillada en la industria, justo por mi aspecto físico y creo que los directores de casting no creían en mí, no creían que pudiera interpretar otro tipo de personajes y creo que fue a partir de tomar esta decisión tan radical, que también venía acompañada de un momento personal muy fuerte, que también fue cortarme el pelo y dejar atrás una identidad, decir 'adiós' a una parte de mí y hacerlo con convicción. Por supuesto que fue un gran riesgo, porque por un tiempo no me llamaban a audicionar, pero creo esto también me abrió las posibilidades de demostrar que tengo capacidades, que soy talentosa, inteligente, me hizo esforzarme mucho más y me siento muy orgullosa. Creo que es la mejor decisión que pude haber tomado, en mi carrera y en mi vida
- Echando un vistazo al pasado, ¿cómo describirías tu evolución en este último año?
Hace un año estaba explantándome, estaba pasando por un momento físico de muchísimo dolor, también por un momento emocional de mucho dolor y de pronto se me abrió la oportunidad de venir a España, de interpretar a Haydée, de empezar de nuevo. Hoy te puedo decir que me enamoré, tengo una productora con mis mejores amigas y estamos cambiando la industria. Hoy me siento sumamente segura y enamorada de mi cuerpo y, sobre todo, que ahora reconozco que tengo una voz, que tengo un mensaje que me encanta compartir. Sobre todo, sé que hoy estoy rodeada de las personas que me representan, que representan la Esmeralda que soy en toda la extensión de la palabra. Hoy soy muy congruente
- Si pudieras decirle unas palabras a la Esmeralda que llegó hace un año a España, ¿qué le dirías?
¡Confía, relájate! Te va a ir increíble
- Decidiste sincerarte con tus seguidores transmitiendo un poderoso mensaje de amor propio, ¿cómo te sientes contigo misma en estos momentos?
Creo que el atreverme a compartirme es parte de este mensaje en el que, desde mi posición de privilegio, creo que también tengo una gran responsabilidad de decirle a las personas que nos admiran que nosotros también tenemos heridas, dolores, sufrimientos, que también tenemos angustias, miedos... y que es solamente en comunidad y en equipo como se logran los sueños. Hablando de amor propio, quiero decirles que no hay un lugar por conquistar, sino que está bien normalizar que hay veces que no nos va a gustar lo que hacemos, que no nos va a gustar nuestra imagen, que hay veces en las que vamos a tener miedos, incomodidades, incertidumbres... y que eso es parte del proceso, no huirle, saber habitar todas las emociones, los momentos de oscuridad y también los momentos de luz, por eso me comparto para que, a lo mejor, se vean reflejados en mí
- ¿Qué te llevó a tomar la decisión de someterte a un proceso de explantación?
Creo que a mí me inspiraron otras mujeres, porque fue gracias a estas mujeres que, desafortunadamente habían sido víctimas del síndrome de ASIA (Autoimmune/Inflammatory Syndrome Induced by Adjuvants por sus siglas en inglés) Breast implant illness, que yo supe que existía esta enfermedad y que supe que eso tenía una solución. Pasé 12 años de mi vida estando en doctores, en hospitales, sin entender qué era lo que me pasaba, hasta que gracias a estas mujeres lo descubrí e inmediatamente encontré una comunidad en la que hay información verídica, hay testimonios, donde te contienen, donde todas están organizadas, te dan una guía de qué preguntas hacerle a un cirujano, de qué cirujanos están certificados en explantar... Creo que lo mínimo que podía hacer es compartir mi testimonio para seguir difundiendo esta información que creo que salva vidas
- ¿Cómo fue para ti compartir este capítulo tan personal?
Superliberador. Fue increíble, maravilloso. Recibí muchos comentarios de mujeres que tienen implantes y que desconocían que existe esta enfermedad. He recibido mucha gratitud por parte de muchas mujeres y creo que he inspirado a muchas a no implantarse, a cuestionar el por qué y para qué tomaron esa decisión y por qué pensaban en hacerlo. Muchas mujeres me dicen: 'Ya me explanté, gracias a que vi tu testimonio' y para mí eso es mi mejor regalo
- Te hemos visto luchar por derribar los estereotipos de belleza que tanta presión generan en las mujeres, ¿cómo te sientes al inspirar a otras a hacer lo mismo?
Yo creo que todas nos inspiramos. Yo siempre intenté ser algo más que no era, como que antes me comparaba mucho con mis compañeras o con otras mujeres que veía en redes sociales, otras actrices... y creo que está maravilloso admirarnos unas a otras, pero también entender que nunca vamos a llegar a ser alguien más, porque sólo podemos ser nosotras y, en la medida en la que podamos ser completamente nosotras, es que podemos tener salud, ser felices, estar estables y vivir una vida lo más plena posible
- La valentía ha regido las decisiones que has tomado en los últimos meses. Haciendo un balance, ¿qué le dices a la Esmeralda que se atrevió a dar estos pasos?
Que me siento muy orgullosa de ti. Me siento muy orgullosa y, sobre todo, no me hubiera atrevido a dar estos pasos si no hubiera sido por las personas que tengo conmigo: a mi equipo de trabajo que son mis guías y mi brújula, a mi familia, mi madre, mis hermanos, mis amigas, mi pareja... Creo que soy una persona sumamente bendecida por las personas que tengo a mi alrededor y es gracias a todas ellas que siempre me están recordando lo valiosa que soy. También son las personas que me dicen las verdades puras y duras a la cara porque quieren lo mejor para mí y me quieren ver crecer, y creo que cuando tienes a ese equipo lo puedes todo. Estos logros son compartidos
- Ahora que avanzas con paso firme en tu carrera a nivel internacional, ¿qué viene para ti en el futuro?
Próximamente tendrán más noticias sobre nuestra serie Señoras, que es la primera serie que estoy produciendo junto con 'Ellas Cuatro', que es nuestra casa productora, con mis amigas. El estreno de Montecristo, que es una coproducción México-Italia, y después me venga a acá (Madrid) a rodar una serie
- Convertida en esta Esmeralda, más segura, más libre, mientras disfrutas de esta nueva etapa a nivel profesional, ¿cómo se encuentra tu corazón?
Feliz, la verdad que sí. Pero no feliz como románticamente, me siento fuerte y creo que nunca me había sentido así. Creo que cada vez tengo menos miedo de habitar mis momentos de oscuridad, porque ya sé pedir ayudar, ya sé quiénes me acompañan, literalmente en las buenas y en las malas. Sé hoy por hoy que no estoy sola. Y hoy por hoy también sé que puedo salir de ahí, y eso me da mucha paz y mucha tranquilidad
- Eres una mujer que con tus actos has demostrado que atreverse trae grandes recompensas, ¿qué retos te faltan por cumplir?
¡Todos! Siento que apenas voy empezando. Creo que estoy en este primer momento de mi vida en el que me estoy empezando a alinear con mi esencia, con la mujer que soy. Siento que hoy soy la mujer que hace unos años yo decía: 'A mí me gustaría ser así' y hoy me siento muy libre. Entonces, ¿qué me hace falta? Todo, porque creo que apenas es el comienzo de esta nueva Esmeralda
Localización: Mandarin Oriental Ritz, Madrid; Fotografía: Inmaculada Mariscal; Styling: Pilar Lara; Hair & Makeup: Nohemí Nohales; Maquillaje: NARS; Video ¡HOLA! Media: Vita San Pedro; Producción México: Carolina Soto / Tania Galván; Moda: Dior, Loewe Paula’s Ibiza, Max Mara, Sportmax, Roger Vivier; Joyería: Bvlgari.