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No hace falta señalar lo especial que es para una novia el proceso de elegir su vestido de boda y vivir cada una de las pruebas. Por ello, Tamara Falcó se quedó en shock cuando la firma Sophie et Voilà, en la que había confiado para su boda con Íñigo Onieva —que se celebrará el próximo 8 de julio—, emitió un comunicado el pasado martes 16 para anunciar el fin de su acuerdo. En el mismo escrito, se especificó que el inesperado desenlace se había producido “como consecuencia del incumplimiento contractual por parte de la señora Falcó”. Más sorprendentes resultaron las explicaciones dadas por parte de la firma vasca: “Sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética profesional nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro autoría original del diseño”.
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Horas después de la difusión del comunicado, la marquesa de Griñón confesó su mezcla de tristeza y estupefacción a ¡HOLA!: “Me acabo de enterar por los medios... No tenía ni idea y nunca pensé que llegaríamos a este punto. De hecho, estábamos trabajando, Al menos, por nuestra parte, en un entendimiento”, se lamentaba a poco más de mes y medio de su boda. “Es un problema… Tengo que empezar todo desde cero. Me da mucha pena porque lo que tenía que ser un momento superespecial e ilusionante de elegir el vestido y probármelo se había convertido en un conflicto lleno de momentos de tensión. Se había desvirtuado totalmente el proceso… Pero, aun así, no pensé que fuéramos a llegar hasta aquí”, añadía.
No obstante, nada más hacerse pública la noticia, numerosas firmas y diseñadores se pusieron en contacto con Tamara Falcó para mostrarse interesados en trabajar con ella. Según nos anuncia ella misma a ¡HOLA!, la hija de Isabel Preysler se ha terminado decantando por Carolina Herrera, firma con la que tiene una larga relación familiar. Por este motivo, Tamara voló el pasado domingo 21 de mayo a Nueva York para tener un primer encuentro con Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera. Pero no viajó sola a Estados Unidos. La acompañó una de sus máximas personas de confianza: la estilista Blanca Unzueta, que la asesora en sus apariciones.
Pese a que queda mes y medio para su boda, la hija de Isabel Preysler se muestra muy satisfecha con el nuevo equipo de su vestido. De hecho, antes de reunirse en Nueva York, ya le enviaron cuatro bocetos
Aunque la marquesa de Griñón ha estado menos de 48 horas en la Gran Manzana —su vuelta estaba programada para este martes 23—, ella ha constatado la excelente conexión que tiene con el equipo de Carolina Herrera. Antes de cruzar el Atlántico, Tamara ya se estuvo escribiendo por WhatsApp y, de hecho, dos días antes de coger el avión, Wes Gordon le envió cuatro propuestas.
Ahora, la hija de Isabel Preysler vuelve a mostrarse más ilusionada con su vestido. “Ha sido un alivio. Las primeros bocetos son una maravilla ”, se sincera Falcó, que trata de olvidar los malos momentos vividos junto a Sophie et Voilà. “Esto no era lo esperado, porque la experiencia más maravillosa de cualquier novia se había convertido en una pesadilla para mí. Pero, a veces, de los problemas surgen oportunidades”, termina diciéndonos la aristócrata.
Es cierto que no hay demasiado tiempo para la confección de su traje de novia, porque solo queda un mes y medio para la boda, pero Tamara se siente tranquila al ponerse en manos de un equipo tan profesional, que ya trabaja a contra reloj. En cualquier caso, el encuentro de este lunes 22 no será el único que la hija de Isabel Preysler y el equipo de Carolina Herrera tendrán en las próximas semanas. De hecho, antes del 8 de julio, ambas partes tienen previsto encontrarse y poder así llevar a cabo las pruebas del diseño.
A pesar de que ya tiene controlada la situación de su vestido, Tamara se encuentra triste por los términos en los que se ha roto su acuerdo con Sophie et Voilà. Especialmente, porque se han generado informaciones como las que apuntan a que la hija de Isabel Preysler había pedido un plagio de otro vestido. “Niego categóricamente que eso sea cierto. A ver… cómo voy a pedir que hagan algo así si yo soy la primera que me dedico a la moda. Tengo un respeto máximo a los diseñadores y a todos los trabajos relacionados con la profesión, especialmente porque trabajo con Pedro del Hierro”, ha afirmado a ¡HOLA! “Una cosa es la copia y otra el trabajo con inspiraciones, que es un proceso creativo común en todos los diseñadores que a mí misma me enseñaron incluso en la escuela de Marangoni, donde estudié. Aprendes que un proceso creativo bebe de muchas fuentes de inspiración y lo que yo les trasladé fueron mis inspiraciones sin intención de que copiaran un diseño”, ha añadido al respecto.
El origen de los desencuentros
Según ha podido saber ¡HOLA, la relación entre Tamara y la firma vasca se empezó a enturbiar en el tercero de su cuatro encuentros, que fue la segunda prueba del vestido. “De repente dije la palabra “inspiración” y empezó a haber mucha tensión. Realmente, es así cómo se trabaja en diseño…”, confesó la aristócrata la semana pasada en El hormiguero . “Cuando llegué a la segunda prueba, a la que también había venido mi madre, el vestido había cambiado completamente. De repente, tenía unos volúmenes que no eran…”, continuó diciendo. “Fue todo superincómodo… Y ahí todo empezó a ir mal. No entendía nada. Fue superduro porque estaban también mi hermana Ana y mi cuñada…”, añadió Tamara, para terminar expresando: “Lo último que quieres es estar con los diseñadores peleándote por un vestido, porque es un momento superbonito… Podríamos haber terminado muy bien”.
La marquesa de Griñón se refiere a las informaciones que han puesto en duda su carácter, que ya han sido desmentidas por su entorno. Es el caso de Isabelle Junot , que está casada con Álvaro Falcó, su primo: “A Tamara la adoro y no tengo nada malo que decir de ella, porque es un amor. Cualquiera que la conoce lo sabe”, ha declarado la hija de Philippe Junot. En cualquier caso, Íñigo Onieva ha querido quitar hierro a la situación: “Todo pasa. Son problemas con solución”. Igualmente, el empresario ha confirmado que el chef Eneko Atxa seguirá encargándose del banquete de su boda, pese a que el maestro de los fogones —con tres estrellas Michelin— es primo de la CEO de Sophie et Voilà, Saioa Goitia.