Íñigo Onieva ha visitado por primera vez el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia. El empresario ha vivido esta experiencia con los voluntarios de la Hospitalidad de la Virgen de Lourdes de Madrid, que se dedican a las obras de caridad en su día a día. En estas imágenes vemos al prometido de Tamara Falcó con el uniforme característico de esta asociación de fieles: camisa azul celeste tipo Oxford, pantalón gris marengo de vestir, chaleco polar azul marino y zapatos de vestir. También llevaba la medalla de la Hospitalidad.
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El empresario ha seguido los pasos de su futura esposa, que viajó a Lourdes en octubre de 2022. En aquel momento, la pareja acababa de romper y Tamara se refugió en la fe. Durante su estancia en el santuario se encargó especialmente de estar en las cocinas preparando las comidas y cenas -no olvidemos que ganó la cuarta edición de MasterChef-, además de ayudar a dárselas a aquellos que lo necesitaran. A eso se sumaron las guardias de noche de 19:00 horas a 7:00 horas de la mañana en la residencia donde se alojó. "Ha sido una experiencia preciosa, ha sido un descanso... En estos momentos difíciles ir al santuario de Lourdes ha sido… Precioso. Hay un río, un castillo, está la gruta... Se lo recomiendo a todo el mundo", comentó en El Hormiguero a su regreso.
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"Iba con el uniforme de Hospitalidad... Y es muy práctico, porque es lo mismo que cuando estás en el cole que no piensas lo que te tienes que poner. Lo hizo un diseñador famoso, desde que empezó ha sido ese uniforme el que se lleva. La gente se lo presta pero yo, que soy una tiquismiquis, me lo he comprado. Volveré", aseguró.
La peregrinación de Íñigo a Lourdes ha coincidido con el viaje de Tamara a Nueva York de Tamara. El motivo de esta escapada no ha sido confirmado por el momento, pero parece haber sido una reunión con Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera, para que la prestigiosa firma pueda encargarse de realizar su vestido de novia. Tras esta visita express a la Gran Manzana, la marquesa de Griñón se desplazó a Ibiza para cumplir con un compromiso profesional de la marca Porcelanosa. La hija de Isabel Preysler reapareció con una gran sonrisa ante los medios, pero evitó hacer declaraciones sobre su inminente boda, que se celebrará el 8 de julio en El Rincón, la fortaleza del siglo XIX que heredó de su padre, Carlos Falcó.
A pesar del imprevisto surgido con su vestido de novia, Tamara se encuentra muy tranquila. "Estoy deseando que llegue el día de la boda, lo más más más importante para mí es el sacramento. Al final, eso es lo que más importa: me uno en matrimonio con el hombre al que amo y Dios nos va a otorgar su bendición. Lo demás es 'fru fru'", dijo recientemente en una entrevista concedida a ¡HOLA!. La marquesa de Griñón contó que su prometido se está encargando de casi todos los detalles de la celebración. "Aunque al principio me sorprendió lo activo que era Íñigo, ahora lo agradezco muchísimo, porque sin él no estaríamos llegando a todo. ¡Es un 'crack'!". También habló de su despedida de soltera a Portugal, escapada que aprovecharon para visitar el santuario de Fátima. "Como mis amigas todas son cristianas, una mañana que teníamos libre nos pareció bonito acercarnos a pedirle a la Virgen por mi futuro matrimonio".