Su sonrisa lo dice todo. La mediana de las tres hijas de Bertín Osborne y Sandra Domecq está enamorada de Miguel Barreiro. Es un amor a distancia, pero con mucho futuro. Los separan miles de kilómetros, pero en cuanto pueden ajustan tiempos para poder verse. La última vez los descubrimos paseando por Madrid con los dos teckel de la psicóloga e influencer y pasando el Día del Padre en familia; y ahora se adelantan al verano en las playas de Cádiz.
Abrazados, cómplices, entre risas, proclamando que su noviazgo va viento en popa —el padre de la novia también les ha dado su beneplácito— con las imágenes más románticas. Otra forma de contarlo, aunque los dos sean ajenos a la cámara, ya que a ninguno de los dos le gusta hablar de su vida privada.
“Me gusta que sea privada dentro de lo posible… a él tampoco le hace mucha gracia”, contaba Eugenia recientemente a Europa Press, y añadía: “Estamos fenomenal; él está muy contento en su trabajo y todo va muy bien, la verdad”. Miguel Barreiro es gallego, abogado, profesor universitario y trabaja para Naciones Unidas. Hasta ahora en el Líbano, pero es posible que en la actualidad haya cambiado de destino.