La relación entre Enrique Ponce, de 51 años, y Ana Soria, de 24, supuso un auténtico boom mediático que ellos se encargaron de apaciguar a base de discreción. Ahora, con el paso del tiempo como aliado, la pareja se ha sentado por primera vez en un plató de televisión para hablar sobre su historia de amor, los obstáculos a los que se enfrentaron y también, algunas decisiones que tomaron por el camino. Casi un año después de comenzar su noviazgo el diestro sorprendió al anunciar su retirada. Una decisión complicada pero que, asegura le "pedía el cuerpo" y que su pareja apoyó por encima de todo.
"A quienes durante más de tres décadas me han acompañado, lo primero que quiero deciros es GRACIAS por su cariño y apoyo incondicional, en especial durante este último año de pandemia en el que decidí defender la tauromaquia, tirara para adelante y devolverle al mundo del toro lo mucho que me ha dado. En este momento de mi temporada taurina he decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido", así lo comunicó entonces y ahora, dos años después, ha confesado cómo tomo esa decisión.
Fue en la noche del 28 de junio cuando encadenaba varias tardes triunfales y esa misma había brindado un toro a su suegro en León. Al día siguiente, Ana y su familia volvía a Almería, pero él debía ir a torear a Burgos. Fue cuando dijo: "Me voy contigo a Almería". Ella no daba crédito, ha contado, pero la decisión estaba tomada. "Yo contesté que no toreo más, que ni toreo en Burgos ni voy a torear más... Tenía la necesidad de parar y estar tranquilo, esa tranquilidad que no he tenido nunca... y hasta hoy", ha dicho Ponce que insiste: "Han podido culpar a Ana de mi retirada y para nada".
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Si ha esperado a 2021 para dar este paso, ha sido en parte por la situación provocada por la pandemia, ya que temía que la tauromaquia acabase muy maltrecha debido a la falta de aforo. "Me dije 'aquí hay que hacer algo' y si va menos gente, que entren los que sean y yo di la cara en una temporada en la que toreabas sin saber lo que ibas a ganar. No era lo importante, pero yo quería que la gente viera toros. Era una suerte de tributo que yo le debía al toreo". A pesar de esta deuda con la profesión, admite que siente alivio cuando llega la época de ferias y no tiene que ponerse delante de un toro. No obstante, no cierra la puerta a un eventual regreso, aunque no sería en una temporada normal. "Hacer corridas en plazas puntuales es algo que me ronda la cabeza", ha afirmado. En Ana Soria, solo encuentra apoyo decida lo que decida. "Es una decisión tan personal, es suya al 100% y lo que él haga yo lo apoyo", ha dicho.
Mantenerse lejos de los ruedos le ha permitido a Ponce centrarse en sus negocios, como una empresa que habría creado con Ana en el sector inmoniliario, y tener más tiempo para sus aficiones. Al diestro le gusta mucho jugar al golf, pasear con su moto de gran cilindrada y sacar a las dos mascotas que lo acompañan en el chalet que se ha comprado con su pareja, con la que inicialmente vivió en un ático con vistas al mar. Gran aficionado a la música, estaba previsto que sacara un disco en el que se barabaja la posibilidad de incluír una colaboración con Julio Iglesias.