Desde que comenzó su historia de amor, Enrique Ponce y Ana Soria siempre se han mostrado con naturalidad y apenas han hecho declaraciones acerca de su vida aunque su romance provocó un auténtico terremoto mediático. Pero ahora que han pasado tres años en los su relación ha ido consolidándose, la pareja ha dado un importante paso al acudir por primera vez juntos a un plató de televisión. La noche de este martes han visitado El Hormiguero, donde han compartido con Pablo Motos todos los detalles de su noviazgo.
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El diestro ha comenzado presentando a su pareja, que nunca había estado en un programa. "Es la mujer de la que estoy enamorado", ha comenzado a decir el diestro, que ha destacado "el corazón tan grande que tiene y lo buenísima persona que es, siempre está más preocupada de los demás que de ella". También ha querido resaltar su "gran fortaleza" porque "ha sabido soportar las injurias y calumnias de los que sin conocerla la han juzgado por haberse enamorado de mí".
Una nueva realidad con momentos difíciles
El huracán mediático que supuso su relación ha causado estragos en Ana, quien reconoce que "hemos aguantado mucho, escuchando muchas cosas que duelen porque somos personas". Ha contado que "nunca estás preparado para algo tan fuerte y tan intenso" y se vio obligada a buscar ayuda profesional e ir a terapia para gestionar el cambio. En esa nueva realidad, dice, Enrique fue un gran apoyo que le enseñó a restar importancia a las informaciones maliciosas y considera que el amor los ha hecho más fuertes.
La presión hizo que pusiera en pausa sus estudios de Derecho, que ya ha retomado. "Me ví en una situación complicada, venía de una vida al margen de todo y no estaba preparada. Hubo un par de años que mentalmente no podía con los estudios, pero ahora estoy a tope y me queda nada", ha confesado. Sus padres son abogados y tiene la ilusión de seguir sus pasos. También ha querido dejar claro que la diferencia de edad de 27 años entre ellos no es ningún impedimento y ha contado que Enrique es quien tira de ella porque tiene mucha energía y ganas de hacer cosas.
Los Soria siempre han estado al lado de Ana y recibieron al diestro sin reticencias. "Mis padres se lo tomaron muy bien, pero sí que tuvieron 24 horas un poco... Necesitaban conocerle. No es lo mismo decir estoy con tal persona que conocerle. Le dije a mi padre que cuando lo conociera lo iba a querer y así fue, todavía me lo recuerda. Le adoran", ha expresado. Por su parte, Enrique ha dicho que la familia de su pareja siempre ha sido "ejemplar" y se siente muy agradecido con ellos por todo el cariño y el apoyo.
De su primer cruce de miradas a la cita que lo cambió todo
Enrique y Ana han querido contar su historia y han comenzado por el principio, el día que se conocieron. "Yo fui a torear a Almería y desde el callejón la vi sentada en el tendido. Es para que te llame la atención. Le pregunté a un amigo que estaba conmigo que si la conocía y me dijo que sí, que era hija de un amigo suyo. Le pregunté su nombre, me lo dijo, la busqué y la encontré", ha dicho el diestro, que contactó con ella por primera vez mediante redes sociales. Además, ha dicho que tenerla entre el público, aún sin conocerla, fue una gran motivación y cortó cuatro orejas.
Soria, por su parte, ha reconocido que se dio cuenta de que el torero la observaba. Inicialmente pensó que estaba mirando en general a todo el público y se lo comentó a una amiga que iba con ella, quien le confirmó que su sensación era cierta. "Hubo un momento que cruzamos miradas y ahí sentí algo especial. Cuando me miró el mundo se me paró ahí. Tuve una sensación que nunca había tenido", ha recordado.
Después de esa toma de contacto comenzó una etapa en la que estuvieron hablando por teléfono, unas conversaciones en las que Ana descubrió a un hombre cercano con el que congenió muy pronto. Finalmente llegó la primera cita, que tuvo lugar en el reservado de un restaurante. Cuando llegaron a la cena, ella reconoce que tenía "el corazón a mil y estaba hecha un flan". En esa velada, Ponce reconoce que le impactó verla delante y, al hablar con ella pensó que era una chica "muy inteligente, con una madurez impropia". A raíz de ahí fueron poco a poco enamorándose.
La retirada sorpresa de Ponce
El periodo de felicidad personal que vive el diestro de Chiva junto a Ana ha coincidido con una de las decisiones profesionales más difíciles: su retirada. En junio de 2021, medio año después de ser intervenido de una hernia inguinal, anunció esta decisión mediante un comunicado en el que se podía leer: "A quienes durante más de tres décadas me han acompañado, lo primero que quiero deciros es GRACIAS por su cariño y apoyo incondicional, en especial durante este último año de pandemia en el que decidí defender la tauromaquia, tirara para adelante y devolverle al mundo del toro lo mucho que me ha dado. En este momento de mi temporada taurina he decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido".
Mantenerse lejos de los ruedos le ha permitido a Ponce centrarse en sus negocios, como una empresa que habría creado con Ana en el sector inmobiliario, y tener más tiempo para sus aficiones. Al diestro le gusta mucho jugar al golf, pasear con su moto de gran cilindrada y sacar a las dos mascotas que lo acompañan en el chalet que se ha comprado con su pareja, con la que inicialmente vivió en un ático con vistas al mar. Gran aficionado a la música, estaba previsto que sacara un disco en el que se barajaba la posibilidad de incluir una colaboración con Julio Iglesias.