Miguel Bosé es todo un cocinillas. Si sobre los escenarios ha dejado patente su gran personalidad, entre fogones el cantante ha puesto de manifiesto que se desenvuelve con muchísima soltura y que gran parte de esta culpa la tienen sus abuelas, quienes le contagiaron su pasión por la cocina. "Empecé a cocinar con mi abuela materna Francesca, de Milán. La primera cosa que me enseñó fue a hacer polenta y ahí pasó a enseñarme cómo hacer pasta, luego los gnocchis... La amaba y la seguía a todas partes. Luego con mi tata aprendí la cocina española" declaraba el cantante quien no dudó en acudir, por segunda vez, al plató de MasterChef.
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Encantado de repetir experiencia en el talent show, donde se reencontró con los que él considera sus amigos, los chefs Samantha Vallejo.Nágera, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, jurados del concurso, Miguel Bosé está aprovechando todo su tiempo en España donde lleva unos meses asentado haciendo frente a diversos compromisos profesionales( ha participado en el programa Cover Night de La 1 y ha presentado su libro titulado Historia secreta de mis mejores canciones,) antes de poner rumbo de nuevo a México, donde tiene establecida su residencia.
Vestido con su habitual indumentaria negra, que ya ha convertido en toda una seña de identidad desde hace ya algunos años, el artista fue testigo de la primera prueba que tuvieron que realizar los concursantes en las cocinas del plató y que consistía en cortar una serie de verduras según las exigencias del jurado y, después, elaborar un plato libre con ellas. Durante el programa, contó un anécdota con nada más ni mada menos que Pablo Picasso, gran amigo de la familia Bosé e incluso padrino de su hermana pequeña, Paola. El artista le regaló un plato en el que pintó un huevo frito, un tenedor y un cuchillo y sobre este colocó un huevo frito de verdad. "Si lo llegas a comer, debajo hay sorpresa", le dijo a Miguel Bosé, a quien no le gustaban los huevos fritos. "Cuando lo comía, aparecía otro huevo frito. La recompensa es que este no te lo tienes que comer", ha recordado, además ha contado que sigue conservando la reliquia, aunque no está firmada. "Las cosas que yo tengo no están firmadas. No son Picassos, son Pablos", ha asegurado.
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A Claudia, aspirante llegada de Italia fue a quien más cuesta arriba se le hizo la elaboración y su plato llego a ser comparado en las redes sociales con el mítico León come gamba tras presentar antes los jueces y el cantante un plato con dos simples patatas cocidas junto a una gota de puré de verduras y otra de aceite. "Entendiendo que es un plato con mucho trabajo... ¿Cómo has repartido el tiempo para que todo te salga bien?" ironizaba Jordi Cruz antes de la cata. "Eso, cuéntanos un poco", decía Samantha siguiendo la broma de su compañero "¿Cómo has gestionado el tiempo?" repetía Pepe intentando contener la sonrisa.. Miguel, con cara de sorpresa no sabía si los chefs hablaban en serio o en broma y ante la duda ha preguntado: "Esto es de coña, ¿verdad? negándose a continuación a probar el plato alegando que “las patatas cocidas ya las había probado muchas veces”.
Curiosa conexión
Sin embargo, la noche de Claudia Ferranti no fue tan mala como se podría imaginar pues Bosé al tener delante a la aspirante se dio cuenta de que la conocía de algo y no dudo en comentarlo públicamente. “Yo a ti te conozco de mi serie", le dijo el artista en referencia al biopic de Miguel Bosé titulado Bosé, de SkyShowtime. "Por favor no me lo puedo creer” le contestaba la aspirante emocionada tras ser reconocida “Sé todo de él porque he tenido que estudiarme toda su vida por la serie y ahora mismo lo tengo delante", añadía Claudia sin poder disimular su cara de sorpresa. Y es que Claudia Ferranti interpreta en esta serie biográfica sobre el cantante a su paisana su paisana Elsa Tia, conocida como Elsa Martinelli y con la que Bosé grabó la película El clavel rojo, en 1976.
El 'chef' de sus hijos
Pero dejando de lado su faceta más artística, Miguel, quien lleva retirado ocho años de la música, ha puesto de manifiesto que la cocina para él es como una terapia. "Para mí, la cocina sobre todo es pasión", afirmaba el artista. "Primero es pasión y luego terapia. Cuando cocinamos se nos van todos los males. Y luego es compartir. La cocina se hace para compartir", declaraba Miguel. "En casa yo cocino todos los días. Para mí, para mis hijos y para todos los que están en casa" añadía el cantante, quien a pesar de tener muchos días la agenda a tope siempre intenta sacar un ratito para dar rienda suelta a su vena más culinaria.