Camilo asegura sentirse “muy privilegiado”. Hace ya más de una década que comenzó su carrera, y lejano parece quedar ya su paso por el concurso televisivo Factor X en su Colombia natal —allá por 2007—, cuando buscaba hacerse un hueco en el mundo de la canción.
Estos últimos años han sido trepidantes para el artista, que ha logrado consagrarse como una estrella a nivel internacional. Junto a su mujer, la cantante Evaluna Montaner, forma una de las parejas más exitosas —y queridas— del panorama musical; y, también, una bonita familia —en abril del año pasado dieron la bienvenida a su primera hija en común, Índigo—. Más allá de los escenarios, Camilo encuentra tiempo para apoyar causas como la lucha contra el cáncer infantil. De la mano de la Fundación Juegaterapia, ha diseñado un pañuelo para el muñeco Baby Pelón con un objetivo solidario: recaudar fondos para transformar los hospitales pediátricos en “sitios alegres, divertidos y mágicos”.
- ¿Cómo te sientes al colaborar por primera vez con la Fundación Juegaterapia?
- Muy privilegiado de haber sido convocado para participar en esta iniciativa tan bonita. Mi colega y amigo Alejandro Sanz me había hablado del baby pelón y de la Fundación Juegaterapia con mucha ilusión; y cuando me lo expuso, me pareció algo de lo que yo quería ser parte. La música tiene muchas bendiciones en mi vida, pero de mi carrera, lo que más disfruto es el poder de utilizarla para amplificar mensajes que comulgo como este.
- ¿En qué te has inspirado para crear este pañuelo?
- La inspiración del diseño del baby pelón fue muy de la mano de cosas que han formado parte de mi estética y de mi música. La tribu, por ejemplo, tiene todo un universo estético que ha ido creciendo. Entonces sentía como raro diseñar el baby pelón sin que fuera parte también la tribu de él, ¿no? Cuando yo lo vi ya listo y lo recibí, me salió una sonrisa gigante. No puedo sino imaginarme la cantidad de niños y niñas que van a sonreír con el baby pelón.
- ¿Cómo ha sido trabajar con Luana, Leire e Isabel, que han posado contigo en esta sesión de fotos?
- Fue precioso, la verdad, y el tiempo que pasamos en la sesión fotográfica fue muy bonito. Estaban un poco tímidas al comienzo, también, de todas las interacciones, pero después como que pudimos disfrutar del momento y conectar. Fue un privilegio muy bonito poder compartirlo con ellas, y que les guste mi música es un halago gigante. Mi música ha servido siempre compañía para muchas personas atravesando cualquier cantidad de cosas. Es un privilegio para mí.
- ¿Dirías que esta es una de tus colaboraciones más importantes?
No sólo el baby pelón, sino todo lo que representa… Hay un simbolismo. Mi música y mis canciones tienen un significado para mí en el momento que las escribo; pero, una vez las comparto, me doy cuenta de que dejan de ser mías y pasan a ser de otras personas, y, con ellas, se abren las puertas de los múltiples significados y sentidos que toman esas canciones en las vidas de las personas. Este es un proyecto muy especial porque inmortaliza y cristaliza muy bien lo que mis canciones han significado para un montón de personas atravesando situaciones complejas y difíciles… porque los retos pueden ser frustración o pueden ser inspiración a jugar, por supuesto. El baby pelón y toda esta iniciativa me parece que es sinónimo de eso.
- La paternidad suele cambiar la forma de vida… ¿Dirías que ha cambiado tu perspectiva del cáncer infantil siendo padre?
Hace muchos años, cuando estaba en Colombia, y yo era también un niño chiquito -no estaba lejos de ser padre, sino lejísimos, tenía trece años más o menos-, participé en un concurso, lo gané y un montón de gente empezó a seguirme. Entre ellas una chica que se llamaba Angelita, que en ese momento debía tener… No sé… seis años. Cuando la conocí estaba muy malita, batallando con un cáncer súper severo y su sueño era conocerme. Fue el primer encuentro que tuve con el cáncer infantil, siendo yo un niño también; y fue como ver a los ojos otra realidad, de tú a tú. Desde ese momento en adelante, hasta el día de hoy, son un montón los papás que me comparten la importancia que han tenido mis canciones, mi carrera, mi sonido… a la hora de ser banderas de alegría para personas y niños que están luchando con el cáncer. Siempre he tenido una sensibilidad con este tema, pero ahora que soy papá, por supuesto, muchísimo más. No solamente con eso, sino con todo lo que toque a un niño. No sé… es como que todos los niños chiquitos pasan a ser la hija de uno. Entonces sí, eso sí me ha transformado muchísimo.