Hace ya un mes que ¡HOLA! anunció que Bertín Osborne tenía una amiga especial. Pero no es el único que está disfrutando de su recuperada soltería, porque Fabiola Martínez también se encuentra viviendo nuevas experiencias. Así nos lo contó la propia exmodelo en la fiesta de la primavera que ¡HOLA! celebró con Twinset en Madrid. Allí, Fabiola se reencontró con Eugenia, hija de Bertín, y nos habló del momento vital que atraviesa actualmente.
—¿Qué significa para ti la primavera?
—Alergia (ríe). Ay, lo paso regular. Se me altera la sangre con la primavera… Y me sienta fatal.
—Pero veo que te sienta estupendamente.
—Bueno, porque una lo disimula muy bien (ríe).
—¿Cambia mucho tu vida en primavera?
—Sí. Sales más, el día dura más, te apetece ponerte más atractiva, más sexy… Sí, sí. Me cambia un poco en ese sentido y coges los días como con más entusiasmo.
—¿Cómo definirías la etapa que estás viviendo ahora mismo?
—Te lo podría decir así, como muy filosófico o muy romántico: estoy a punto de salir, como las mariposas. O me siento como una serpiente, que va alargando la piel (ríe).
—¿A qué te refieres?
—Me estoy deshaciendo de muchas cosas que no tenían que estar en mi vida, como pensamientos o hábitos. Entonces, estoy floreciendo, como la primavera (ríe).
—¿Cuáles son esos pensamientos y hábitos?
—Antes estaba como más centrada en todo lo que es ser ama de casa, en la mentalidad de que todo esté perfecto… Estar un poco para los demás.
—Ahora te has dado cuenta de que tienes que estar para ti misma también.
—Exactamente. Ahora estoy más en este punto de mirar para dentro, de quedarme siempre con lo que me hace sentir bien y darme la oportunidad de disfrutar.
—Es que hay que priorizarse también uno mismo.
—Sin la limitación de supeditar tu vida a los demás. Si a mí me va bien y yo estoy feliz, los que están a mi alrededor que me quieren van a estar también bien.
—Hasta ahora, ¿has estado pendiente de los demás y no tanto de ti?
—Sí. Eso significa que ahora no siga estando pendiente de los demás, sino que también pertenezco también a esa lista… Antes no es que estuviera de última… Es que yo creo que ni estaba.
—¿Te has dado cuenta por algo en concreto o ha sido a raíz de tu separación?
—Sí es verdad que cuando te separas, te ves que vas capitaneando sola tu propio barco y no te queda más remedio que poner el foco también en eso. Al principio, tuve vértigo y miedo, porque no sabía cómo iba a encarrilar todo. Sin embargo, las cosas van saliendo poco a poco. Entonces, estoy superando esos miedos. También estoy trabajando en televisión. Estoy encantada con el programa de Sonsoles [Ónega], donde estoy aprendiendo un montón de todos los profesionales, que todos son periodistas bastante reconocidos. Estoy disfrutando de todas las oportunidades que van saliendo,
—Y las estás aprovechando.
—Pero tengo ganas de hacer más. Tengo ganas de un reality porque yo creo que puede ser realmente mi carta de presentación. Formar parte de un reality te muestra realmente como eres.
—¿Has pensado en algún reality?
—No sé, no tengo ninguna en la cabeza. Además, imagínate los que puede haber por ahí encima de la mesa, que todavía no han salido. Pero me encantaría hacer uno. No me cierro.
—¿Y estás abierta al amor?
—Mira, estoy abierta a compartir con las personas que me hagan sentir bien. No tengo ningún entusiasmo por tener pareja ahora mismo.
—Pero tienes tus picoteos.
—Claro que sí (ríe).
—Tienes tus amiguitos.
—Sí (ríe). Tengo mis amigos con los que me divierto y me lo paso muy bien… Me dan calorcito, cariñito (ríe). El colágeno es muy importante para a cierta edad. Es vital (ríe).
—¿Qué valoras ahora mismo en un hombre?
—En este momento, la discreción (echa una carcajada).
—¿Te cuesta encontrarla?
—No. No estoy teniendo mucha suerte. Cuando conoces a personas que más o menos conocen tu trayectoria, saben que no soy una loca y que me gusta la discreción. Entonces, el que se acerca, más o menos, entiende cómo soy.
—¿Nos sorprenderíamos si saliera a la luz el nombre de alguno de esos amigos?
—No, todos anónimos. Son amigos normales que les gustan cosas normales.
—¿Cómo has vivido tú la notica de Bertín y su nueva amiga?
—Pues como cualquier otro espectador (ríe).
—¿Sorprendida?
—No. Si sacamos las cuentas, a finales de este año haríamos tres años de separados y un año de divorciados ya totalmente. Entonces, lo raro es que no haya salido antes algo. Bertín está cañón y también tiene su mercado (Ríe).
—Además, si tú también tienes tus amigos, le entenderás mejor que nadie.
—Ah, claro, por supuesto.
—Pese a todo, Bertín dice que es una amiga y que no quiere pareja seria.
—Eso es una cosa entre ellos dos, que yo no tengo nada que aportar.
—¿Has hablado con él a raíz de todo ello?
—No. O sea, nosotros hablamos todos los días, pero de los niños. Ni yo le cuento de mi vida más íntima o personal, ni él me cuenta la suya.
—En la fiesta se encuentra también Eugenia. Vemos que tenéis muy buena química.
—Todavía nos sentimos muy familia y eso está ahí, esos lazos… Estamos hablando de 20 años de compartir muchas cosas. Además, son las hermanas de mis hijos.
—Pese a que te salieras del chat que tenías con ellas.
—Si no estoy en el chat es porque el chat es de la familia y hablan cosas que a lo mejor no están muy cómodos conmigo… Entonces, no se lo voy a poner complicado. Pero me relaciono con todos. De hecho, uno de los dueños de este local es Felipe Roca de Togores, que es sobrino de Bertín, y me lo he encontrado en la puerta. Encantador.
—También con Eugenia estás muy bien.
—Sí. Hablamos bastante a menudo. Al final, los lazos se construyen con el tiempo y con las vivencias que se compartan durante ese tiempo. Eso es lo que te une o te separa.