Carla Barber vive un momento muy dulce. Está disfrutando plenamente de su maternidad con sus dos hijos: Bastian, que el 2 de mayo cumplió un año, y Bosco, que nació el pasado 7 de abril. El pequeño vino al mundo antes de lo previsto, en la semana 36 de gestación, pero según nos dice la doctora, “está perfectamente y es buenísimo”. El segundo embarazo no fue fácil para la canaria, anímicamente hablando.
Cuando estaba en el quinto mes tomó la decisión más difícil de su vida, como nos contó en estas mismas páginas: romper con su prometido y padre de sus hijos. Hoy la vida vuelve a sonreír a la que fuera Miss España 2015 en el terreno sentimental. Aunque Carla afirma que es pronto para hablar de amor, no niega que está viviendo una nueva ilusión junto a Carlos Rubí, un atractivo cirujano plástico de 37 años y natural de Bilbao que vive en Mallorca.
“Carlos y yo todavía nos estamos conociendo. Es cirujano plástico, es un chico encantador y tenemos los mismos valores”
—Carla, ¿cómo estás?
—Muy contenta, muy centrada en los niños y sin parar de trabajar, pero con horarios más reducidos que me permiten estar más tiempo con los peques.
—¿Ser madre de dos niños tan pequeños puede ser un poco locura?
—La verdad, un poco locura sí que es. Cuando estoy dando de comer a uno a lo mejor se pone a llorar el otro. Pero estoy feliz, son la alegría de mi vida.
—¿Te imaginabas que la maternidad iba a ser así?
—Cuando te lo cuentan y te dicen que no hay nada igual, dices ‘vale’, pero hasta que lo vives no te crees realmente que es el amor más grande que hay. Cómo será que Bosco acaba de nacer y por mí, tendría más ya mismo. Estoy loca, lo sé, pero me encantan los niños y las familias numerosas siempre han sido el modelo que he vivido y en el que me gustaría criar a mis hijos. Creo que para los niños es muy positivo criarse con más hermanos: aprendes a compartir, a comprender a los demás, a no ser egoísta.
“Ahora no soy yo sola, tengo a mis dos niños. Él también es padre y coincidimos en que nuestros hijos son nuestra prioridad. Creo que merece la pena intentarlo”
—¿Y cómo está tu corazón? ¿Estás otra vez ilusionada?
—Yo vivo siempre muy feliz y muy ilusionada. Soy como una niña pequeña que disfruta con todo, hasta con el desayuno que me ponen por la mañana. Pero es verdad que llevo tiempo conociendo a alguien y estoy muy contenta. Es Carlos Rubí. Estoy bien, pero voy despacio. Ahora no estoy yo sola, tengo a mis dos niños. Vivo las cosas con más calma, con más cuidado. No quiero que vuelva a pasarme como en otras ocasiones, que al final no eran las cosas como parecían o como me habían hecho ver. Es un chico encantador, que tiene los mismos valores que yo. En ese sentido sí estoy tranquila, porque realmente antes de conocerlo a él, yo ya conocía a toda su familia: su madre y su hermana son amigas mías. En realidad, nos estamos conociendo y vamos poco a poco. Él también tiene una situación un poco parecida a la mía. Tiene dos niños y me entiende muy bien en ese sentido.
—Además, Carlos se dedica también a la medicina estética, ¿verdad?
—Bueno, él realmente es cirujano plástico, trabaja en quirófano, y yo me dedico a la medicina estética no intervencionista. Nuestras profesiones se complementan.
—También te habían relacionado con el futbolista del Real Madrid Dani Ceballos...
—Sí, cada día me sacan un nuevo novio —ríe—. Cuando salió la noticia me escribió Dani diciéndome que lo sentía mucho, porque somos amigos y él es encantador. Todo fue porque subí un vídeo desde el estadio a Instagram, porque fui con toda la familia a ver un partido.
—¿Y cómo surgió lo de Carlos? Porque hiciste un desmentido en ¡HOLA! después de unas fotos en las que aparecías con él en la puerta de tu casa.
—Porque en ese momento acababa de conocer a Carlos y se despidió de mí en la puerta de mi casa con un beso. O sea, sin más. En ese momento no podía decir que era mi nueva ilusión. Ahora es cuando realmente estoy conociéndole, y han pasado ya tres meses.
—Tanto Carlos como tú coincidísteis al publicar el mismo mensaje — “¿Alguna vez conociste a alguien que brillara con luz propia?”—, lo que se interpretó como una confirmación de vuestra relación.
—No, no hemos confirmado ni anunciado nada. Cuando se publicó lo de Dani Ceballos, a mí me afectó mucho. Si no tengo pareja, soy una persona que está tranquila. No voy por ahí ligándome a uno o a otro. No me gusta que se dé esa imagen de mí, no sólo por mis hijos, sino por mí, por mi vida profesional. Me ha costado mucho que se me reconozca como la doctora Carla Barber, después de haber sido miss y después de haber estado en un programa de televisión. Soy médico, empresaria, emprendedora, madre y otras muchas cosas más. Carlos vio que estaba afectada y entonces quiso apoyarme poniendo una fotografía con ese mensaje, pero no fue una confirmación de que estamos saliendo. Nos estamos conociendo y estamos muy bien.
“No me gusta que se dé una imagen de mí que no es. Me ha costado mucho que se me reconozca como la doctora Carla Barber. Soy médico, empresaria, emprendedora, madre y otras muchas cosas más”
—Ese gesto dice mucho en su favor, ¿no?
—Me apoya mucho y es muy positivo, igual que yo. Tanto él como su familia han sido para mí un apoyo muy grande, sobre todo en el último mes de embarazo. Llegó a soprenderme, porque nunca he estado con alguien que lo vea todo de manera tan positiva. Además, es un profesional muy serio que realizó la especialidad de cirugía plástica en España para luego completar su formación con algunos de los mejores cirujanos plásticos de todo el mundo, en países como Estados Unidos, Reino Unido o México.
—Tu última pareja no vivía en Madrid y Carlos vive en Mallorca. ¿No te asusta un poco iniciar otra relación a distancia?
—Mucho. Sí. Muchísimo, pero creo que lo que merece la pena es siempre lo que más miedo da. En todas las facetas de la vida, tienes que arriesgar para conseguir lo que merece la pena. Entonces, he conocido a una persona que parece que es maravillosa, que en el momento más difícil de mi vida me ha apoyado, igual que personas que me tendrían que apoyar no lo han hecho. Eso le da un valor para mí superior a cualquier otra cosa. Por eso, creo que al menos merece un intento. Siempre teniendo claro que la prioridad son nuestros respectivos niños. Él tiene los suyos y yo los míos. Él es un padrazo. Trabaja mucho y hace malabares por estar con sus hijos. Eso también me da confianza.