La batalla judicial entre Miguel Bosé y Nacho Palau por la filiación de los cuatro hijos que tuvieron durante sus más de veintiséis años de relación sentimental parece que llega a su fin. Tras años de disputas por el asunto, el Tribunal Supremo ha dado la razón al cantante, rechazando así el recurso que su expareja presentó, en el que solicitaba que ambos fueran reconocidos como padres de los retoños, de los cuales dos eran hijos biológicos del artista y otros dos del escultor. "Los menores carecen de lazos biológicos", afirma la sentencia emitida el martes 16 de mayo, una resolución que se ha conocido dos días después.
Según reza el escrito emitido a raíz de la determinación del Alto Tribunal, "el vínculo socio-afectivo de los niños entre sí y con quien fue pareja de su respectivo padre no es por sí título para el establecimiento de un vínculo legal de filiación". Un argumento que agrega que, en caso de haber querido el reconocimiento de la paternidad de la expareja sobre los cuatro menores deberían haber optado por el cauce de la adopción mutua por el otro padre, algo "que no se ha querido seguir". "El ordenamiento español establece para estas situaciones el cauce de la adopción que pudieron seguir las partes durante la convivencia y que, una vez rota la pareja, es inviable", puntualiza la sala primera de lo civil en su texto informativo.
De este modo, se ha decretado que los dos hijos que tuvo el intérprete de Morena Mía a través de gestación subrogada en Estados Unidos y los otros dos del exconcursante de Supervivientes, concebidos mediante la misma técnica, no son hermanos. Pese a que todos ellos convivieron bajo el mismo techo durante el tiempo que sus respectivos progenitores mantuvieron una historia de amor, el Supremo recuerda que esa circunstancia "no es suficiente". Aun así, la sentencia del caso, uno de los primeros de este tipo que ha trascendido en nuestro país, concluye que el rechazo de la solicitud de Palau no priva a Tadeo, Diego, Telmo e Ivo de sus derechos ni interfiere en su intimidad, siendo la opción más adecuada la de continuar relacionándose con quienes tengan un vínculo afectivo y cordial.
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Esta ocasión no es la primera en la que la justicia da la espalda a Palau, de 51 años. Ya ocurrió a finales de 2020 cuando trató de pelear por este mismo objetivo. La sentencia por parte del legislador es firme y, como conclusión, expone que Tadeo y Diego, de 11 años, que residen en México con el artista, de 67, y Telmo e Ivo, que nacieron con siete meses de diferencia y ahora tienen 10 años, que viven en territorio español junto al valenciano, no son hermanos y tan solo tienen un progenitor.
Recordamos la historia de Miguel Bosé y Nacho Palau
El nacimiento de los cuatro niños se produjo después de que Miguel Bosé y Nacho Palau compartieran más de dos décadas de romance. Su historia de amor, llevada en secreto durante la gran mayoría del tiempo por protección a su intimidad, nació cuando ambos se conocieron en un club de Valencia. Por aquel entonces, Bosé tenía 37 años y Palau solo 19. Fue poco después de que sus caminos se cruzaran cuando el joven escultor, que había quedado prendado del músico panameño, dejó todo para instalarse en la casa del cantante en la capital. Cuando los menores llegaron al mundo, sus vidas dieron un giro total: se mudaron a Panamá y después su amor se apagó. La decisión de separarse llegó en 2017, aunque tardó en saltar al foco público varios meses, pues se supo en octubre de 2018, y, con ella, el sueño de formar una familia unida se esfumó.
Desde entonces, los enfrentamientos judiciales por los menores fueron una constante entre ellos, además de la brecha económica que les distanciaba, pues por aquel entonces Nacho trabajaba en una fábrica de embutidos y en una residencia geriátrica para poder llegar a final de mes. En octubre 2020 el juez dictaminó que cada uno debía hacerse cargo de sus propios hijos biológicos, una determinación que ahora se repite. En la actualidad, su relación es muy positiva, algo que se potenció tras el paso de Palau por Honduras, cuando fue diagnosticado de cáncer de pulmón, una enfermedad que por fortuna superó y que les unió, en la que el hijo de Lucía Bosé y Luis Miguel Dominguín fue un gran apoyo para él.