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hola4110 carolina cerezuela y su madre mar a jos © Leticia Díaz de la Morena

Carolina Cerezuela y su madre nos desvelan los secretos de su eterna juventud: tratamientos, antioxidantes, complementos…

Ambas cuentan con un físico envidiable. Especialmente, la madre de la actriz y presentadora, que ya supera los setenta. Ahora cuentan a ¡HOLA! sus secretos de belleza


16 de mayo de 2023 - 12:01 CEST

No descubrimos América si afirmamos que Carolina Cerezuela es uno de los rostros más bellos de nuestra televisión. La actriz y presentadora, que ahora está desarrollando también una carrera como cantante, no sólo comenzó como modelo, sino que ganó el certamen de belleza Linda de España en 2001. Luego, fue elegida la española más atractiva del verano, en una encuesta realizada más de una década después.

Conociendo a su madre, confirmamos que lo suyo es una cuestión de genética: María José Gil está estupenda y parece más su hermana, pese a haber superado ya los setenta y haberse enfrentado a problemas de salud en los últimos tiempos. Pero, ¿cuál es el secreto de su eterna juventud?

HOLA4110 CAROLINA CEREZUELA Y SU MADRE, MARÍA JOSÉ© LETICIA DÍAZ DE LA MORENA
“Hago pesas. Y más, a mi edad”, nos asegura la madre de Carolina Cerezuela. “Me operaron de le columna porque tenía dos discos muy mal y estuve casi dos años sin andar. La comida la tomaba por pajita. Por la operación que me sometí para unirme dos vértebras, perdí mucha musculatura”.

Mientras posa con su hija, la madre de Carolina Cerezuela nos desvela cómo consigue mantenerse radiante. “Sigo la dieta mediterránea y hago ayuno intermitente. Máximo, estoy catorce horas [sin comer], pero no la hago todos los días. A lo mejor, tres o cuatro veces por semana”, nos explica. Pero no es su única rutina para cuidarse. “También tomo muchos complementos: omega tres, espirulina, magnesio, potasio… Me como un plátano diario… También resverastrol, ubiquinol, que está demostrado que es uno de los mejores antioxidantes”.

La propia María José es la mejor prueba de que estos complementos funcionaban. “Sí, cambio mucho. Pero me niego a hacerme cirugías estéticas, aunque sí admito pinceladas”, confiesa a ¡HOLA! “Me hago tratamientos de cabina y de cutis. Un poquito de ácidos hialurónico y un poquito de botox. Pero nada más. Ni labio ni nada. No quiero que mi cara sea otra”, afirma.

Por otro lado, la madre de Carolina nos desvela qué ejercicio practica. “Hago pesas. Y más, a mi edad”, nos asegura. “Me operaron de le columna porque tenía dos discos muy mal y estuve casi dos años sin andar. La comida la tomaba por pajita. Por la operación que me sometí para unirme dos vértebras, perdí mucha musculatura”, continúa recordando. “Al tener mucha osteoporosis y descalcificación, me dijeron: “Si no haces pesas, el calcio no se fija”, le contaron los médicos. “Las pesas era lo único que me salvaría… Y demostrado”, expresa María José, antes de añadir: “A más musculatura, más años de vida. Luego, tu cuerpo funciona mejor: tus riñones, tu corazón…”.

HO4064 Carolina Cerezuela© RAMPRESS

Por su parte, la propia Carolina Cerezuela confiesa a ¡HOLA! que no se se mata a hacer deporte. “No soy carne de gimnasio. No soy de correr, ni de clases de spinning, ni de pilates… No puedo. Eso de tener que llegar a una hora exacta… Es que no me sale”, reconoce con espontaneidad. Sin embargo, no tarda de desvelar qué hace para ponerse en forma. “Lo que me encanta es la montaña y caminar, caminar y caminar. Por ejemplo, el otro día me hice catorce kilómetros”, nos cuenta la actriz y presentadora.

Además, Carolina nos cuenta los tratamientos que sigue. “Sólo de radiofrecuencia y cremas hidratantes buenas. Nada más”, nos confiesa antes de contar qué lección le ha enseñado María José. “Mi madre siempre me dijo una cosa: ‘Tú te puedes poner todo lo que quieras, pero, como tú estés mal por dentro, no te va a valer para nada’”. La actriz y presentadora nos explica sus palabras: “El mejor tratamiento de belleza es la actitud. La actitud es un ochenta por ciento. Hay físicos que gustan, pero personalidades que enamoran. Hay que tener chispa, alegría, ímpetu”, sentencia Carolina. Ni a ella ni a su madre le falta esa chispa.