No hace falta estar mucho con Juana Acosta para darnos cuenta de que atraviesa un momento pleno en todos los aspectos. Su sonrisa habla por sí sola y confirma que la felicidad marca su día a día. La actriz colombiana está muy ilusionada en el terreno sentimental al lado de Pablo, un hombre que prefiere apoyarla desde un discreto segundo plano. Como madre, siente un gran orgullo con el talento de su hija Lola Alterio, cuya adolescencia está suponiendo para la intérprete un reto y a la vez un punto de unión.
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Mientras la joven va avanzando en su formación, su madre no deja de encadenar proyectos y va a debutar como productora. Además, con cada papel sigue sintiendo esa magia propia de las primeras veces aunque su carrera esté ya consagrada y sea una artista internacional. De estos tres ejes que conforman la maternidad, el amor y el trabajo hablamos con la intérprete, embajadora de Velvet, la nueva crema de Disaronno que nos traslada a esa dolce vita con la que tan identificada se siente porque, por encima de todo, le gusta disfrutar de los pequeños placeres y los "milagros cotidianos".
-¿Qué es lo mejor y lo menos fácil de la maternidad en esta época, con tu hija en plena adolescencia?
Siento que es un periodo complejo. Para mí está siendo el más complejo de la crianza hasta ahora. Las hormonas están revolucionadas y es un momento de gran cambio. Lo más complicado es continuar poniendo los límites fundamentales que hay que poner a los hijos en un momento donde hay mucha rebeldía; y lo mejor es comprobar que todas las bases de la educación son sólidas. Darte cuenta que cuando ha habido una educación cargada de amor, contención y valores, hay una tranquilidad que siempre reina y me hace relajarme pensando que hay una buena base. Ha sido una hija muy amada y deseada por todos los miembros de la familia.
-¿Cómo es la relación que tenéis? ¿Te gusta ser madre amiga o prefieres, como dices, poner límites?
Soy las dos cosas. Creo que los límites son fundamentales para tener una vida adulta sana y equilibrada, pero también creo que el camino para poder llevar a cabo esos límites tiene que ver con una comunicación muy fluida y siempre desde el amor profundo. Siento que esta edad complicada de mi hija nos ha unido muchísimo, estamos más unidas que nunca. Ella me cuenta todo.
-Recientemente ha sido el día de la madre, ¿cómo lo celebraste y con qué te sorprendió tu hija?
Pude comer con mi madre y con mi hija, las tres, un planazo. Lola me sorprendió con un collage de fotos de las dos con una dedicatoria muy hermosa que me emocionó y con unas flores.
-¿Qué rasgos destacas de la personalidad de Lola?
Es una chica con la mente muy abierta, muy libre, muy amorosa. Es una niña muy alegre, espontánea, con mucha sensibilidad y mucho talento. Lleva unos años estudiando teatro para adolescentes en el estudio de Corazza, donde yo me formé. Estudió diez años música, toca el piano, canta... Uno la ve entrar por la puerta y tiene claro que es artista.
-¿En qué os parecéis?
En la alegría de vivir, en la espontaneidad...
-¿Qué consejo le das para dedicarse a la interpretación?
Que todavía no es el momento de empezar en la vida profesional. Tiene que terminar primero su colegio y después estudiar su carrera de actriz. Sobre todo que tenga paciencia, no hay prisa, hay que vivir cada fase a su debido tiempo.
-¿Te asusta que, llegado el día, haya muchas comparaciones?
Eso es imposible de controlar. Ella es hija de actores, sobrina de actrices, nieta de actor... Ojalá para ella eso sea algo positivo. Obviamente habrá comparaciones, pero lo que creo es que quien consigue lo que quiere es quien se lo trabaja, quien se lo curra, quien estudia y se lo toma con seriedad y respeto. Sobre todo va a depender de eso más que de quién es hija.
-Y como madre, ¿te da miedo que viva esa parte menos amable de la fama?
Creo que ella tiene que vivir su propio camino y su propia experiencia. Si esta es la elección que ha hecho, la voy a apoyar y ella misma se irá encontrando con las dificultades. Dificultades hay en todas las profesiones. El lado de la fama no es fácil de gestionar pero es una profesión que a mí me trae tantas satisfacciones y alegrías... Es un aprendizaje enorme y algo muy estimulante.
-Hace unos días te vimos animando a Alcaraz muy bien acompañada, ¿en qué punto personal te encuentras?
Me encuentro en un punto de mucha felicidad. Estoy con mucha ilusión y muy feliz, la verdad
-¿Cómo es el chico que te ha ilusionado?
No voy a entrar en detalles, él se va a seguir manteniendo al margen y yo también. Hay una línea que no me gustaría cruzar, que nunca la he cruzado. Solo puedo decirte que estoy muy ilusionada y muy feliz
-¿Qué le pides al amor?
Yo quiero ser feliz y busco eso, felicidad y respeto.
-Ernesto Alterio y tu siempre habéis mostrado una gran cordialidad y cariño, ¿cómo se consigue ese entendimiento cuando las piezas al final no han encajado?
Cuando se ha vivido una historia de amor tan hermosa como la que tuvimos, de tantos años y donde hay una hija que amamos tanto, me parece que sería una tontería que fuera de otra manera. Hemos vivido un amor increíble y ahora tenemos una relación de amistad excepcional. Seguimos siendo familia de otra manera y espero que así siga siendo.
- No dejas de encadenar proyectos, ¿qué estás preparando ahora?
En julio viene el estreno de mi primera película como productora con mi hermana Valentina que se llama Del otro lado del jardín, que es la adaptación de la novela del escritor colombiano Carlos Framb. La película la rodamos entre Bogotá y Medellín y la coproducimos con Infinito Estudio para HBO. Es una historia sobre el derecho a la muerte digna y yo interpreto el papel protagonista, una fiscal muy conservadora. Nunca había trabajado en el mundo judicial y ha sido muy enriquecedor. Estamos entusiasmadas. Además voy a rodar este verano en Córcega con el director francés Jean-Christophe Meurisse y en dos semanas me voy a ensayar a París. Es una manera de trabajar que me entusiasma porque trabaja a base de improvisación. Ya en el casting que hice era todo improvisado y es un reto que me apetece mucho. En septiembre ruedo una película española-francesa-colombiana que se llama La fianza, una ópera prima.
-¿Cómo te preparas para los casting? ¿Sigues algún ritual, llevas algún amuleto...?
No, lo que trato es estar muy relajada. Si noto que no lo estoy me hago un masaje el día de antes, sobre todo si tengo que estar con la emoción a flor de piel. Hablo de una relajación real, de tener el corazón calmado y de ahí intentar trabajar porque se ve todo desde otra manera.
-Echando la vista atrás, ¿qué le dirías a esa Juana que daba sus primeros pasos en la interpretación?
Le diría que no tenga tanta prisa, que confíe, siga creyendo, que siga soñando, que no le tenga miedo a los sueños aunque parezcan inalcanzables porque todo se consigue si trabajas para lograrlo.
-¿Ha habido momentos de querer tirar la toalla?
Jamás. Soy muy apasionada con lo que hago y a lo largo del camino he entendido que no es fácil. Los actores que sobrevivimos es por muchos factores como la suerte, el talento, la actitud, sacrificio.. pero también hay algo de creérselo antes que nadie y confiar en que va a pasar. Eso se dice fácil, pero luego no lo es. Yo siento que me lo he currado mucho y por eso siguen pasando las cosas. Hay algo en mi de confianza profunda en que las cosas van a pasar, y así ha sido. Además, el trabajo llama al trabajo y he armado un equipo internacional muy potente. Tengo representantes en México, Colombia, Francia, Estados Unidos... Un equipo que funciona como un reloj.