No ha parado de trabajar y “los proyectos de los que he formado parte han sido estupendos”, nos cuenta Esther Acebo, que casi de la noche a la mañana pasó de tener unas decenas de seguidores a sumar millones y a ser reconocida en cualquier rincón del planeta por su personaje de Estocolmo en La casa de papel. Hablamos con la actriz, madrina de la inauguración del nuevo espacio de Porcelanosa en San José, en Costa Rica, un local de más de 350 metros cuadrados en una destacada ubicación de la capital costarricense. Un viaje especial coincidiendo también con una fecha muy señalada, el 50º aniversario de la firma, que comenzó su andadura de éxitos en Villarreal.
—¿Cómo ha sido este viaje a Costa Rica?
—Ha sido maravilloso, muy rápido… y muy intenso, pero encantada de que una marca como Porcelanosa, con tanto prestigio, haya pensado en mí para inaugurar esta tienda, que parece más un museo o una exposición de arte.
—Seguro que te han reconocido por la calle. ¿Alguna anécdota?
—Sí, nada mas pasar el control de extranjería, el policía que revisaba pasaportes me preguntó que profesión tenía. Cuando le dije que era actriz, me reconoció… y empezó a preguntarme por noticias que había leído de mis compañeros de reparto y por cosas de la serie. Muy simpático, parece que no quería que me fuera del control de pasaportes…
—¿La gente te llama Estocolmo en general cuando te ven por la calle? ¿Y cómo te lo tomas?
—Sería una necia si dijese que me molesta. Comprendo que este es el personaje con el que la gente me ha conocido, así que entiendo que lo digan. Después de La casa de papel he seguido trabajando, y ese es mi deseo, ¡seguir trabajando!
—¿Y te sigue dando vergüenza que te reconozcan como al principio, cuando fue todo el boom de la serie?
—Es una especial de rubor, y de alegría también… La serie me ha dado muchas alegrías, y ha sido un honor formar parte del reparto de la serie española mas vista en el mundo…
—¿Serías capaz de definirte?
—Inquieta, curiosa, perfeccionista, organizada y caótica. Todo a la vez.
—Ahora que has estado viendo las espectaculares cocinas de Porcelanosa… ¿Eres de meterte en la cocina?
—¡La verdad es que me parecieron preciosas las cocinas! Y creo que, muy especialmente en nuestro país, la cocina, no solo es para preparar gastronomía, sino un punto de encuentro. Mi cocina es bastante amplia, ¡y eso es algo que me encanta! Adoro experimentar y cocinar, y reconozco que con lo que más me atrevo es con platos de verduras, aunque en los últimos meses la repostería saludable forma parte de mi día a día.
—Amoldaste tu vida a un fenómeno como La casa de papel. ¿Qué tal te estás amoldando a una revolución como es la maternidad?
—Y este sí que es el gran trabajo de mi vida… Lo cierto es que la maternidad supone una grandísima revolución. Si mi profesión ya me había enseñado que no hay nada seguro en esta vida, la maternidad te enseña a improvisar una y otra vez, a vivir el presente y a disfrutar de cada momento, porque son todos únicos, así que la estoy viviendo con gran intensidad, por momentos muy cansada (por supuesto, echo de menos dormir…) y con unas dosis de amor que no sabía que existían.
—¿Qué nuevos proyectos tienes en cartera?
—Rodé una serie para Amazon, Operación Marea Negra, el próximo agosto se estrena la última película que rodé, De perdidos a Río, de Joaquín Mazón. Y de cara a los próximos meses, espero iniciar un proyecto de teatro, que me hace muchísima ilusión.