Este sábado 6 de mayo, el ascenso al trono y la coronación de Carlos de Inglaterra , se ha vivido con especial emoción en casa de Isabel Preysler. No hay que olvidar que tanto ella como gran parte de su familia guardan numerosas anécdotas de los encuentros que Porcelanosa organizó en los principales palacios y residencias de la Familia Real británica: Buckingham, el castillo de Windsor, Clarence House, Saint James (todos ellos, ubicados en Londres), Dumfries House (Escocia) y Highgrove House (Gloucestershire). “Fueron muy agradables. Carlos siempre fue muy amable con todos nosotros. Es un gran anfitrión”, afirma Isabel, que acudió a algunas de estas citas con Mario Vargas Llosa y sus hijos Chábeli y Julio Iglesias Jr., Tamara Falcó y Ana Boyer.
Sin embargo, tal y como recuerda en ¡HOLA!, Isabel tuvo ocasión de conocer a Carlos de Inglaterra previamente. “La primera vez que le vi fue cuando vino a España con Lady Di hace muchos años”, nos explica.
—¿Cómo es el rey Carlos en las distancias cortas?
—Sólo puedo decir que es encantador. Son muy divertidas las anécdotas que cuenta porque tiene mucho sentido del humor y mucho ingenio. Siempre se interesó por mis hijos, sus trabajos y aficiones. Fue muy amable conmigo y con todos los que acudían a esos encuentros. Los momentos que hemos podido ver de su malhumor estoy convencida que son debidos a la tristeza, estrés y agotamiento que ha sufrido y debe seguir sufriendo por el fallecimiento de la Reina.
—¿Qué te llamo más la atención o te impresionó de vuestros encuentros?
—Su preocupación por el cambio climático, su pasión y enorme conocimiento sobre todo tipo de agricultura. Todo lo que nos servían en las cenas provenía de su granja. También su gran dedicación a todas sus fundaciones.
—¿Te podrías considerar amiga suya?
—No. Claro que no.
—¿Y cómo es Camila Parker-Bowles?
—Una mujer muy divertida y con mucho sentido del humor. Me contó una vez que su mejor amigo era su caballo (ríe).
—¿Cómo discurrían esas cenas en los palacios? ¿Tan mágicas como se ve en la distancia?
—Con mucho protocolo, con unas mesas maravillosamente puestas, espectaculares candelabros y velas encendidas. Y en donde cada mueble, silla u objeto era una obra de arte. Eran cenas de ensueño, en unos comedores únicos en el mundo, de paredes llenas de magníficos cuadros. En realidad, sí había magia y esa magia empezaba nada más subir las escaleras espectaculares de Buckingham, muy parecidas a las de nuestro Palacio Real.
—¿Cómo recibiste la noticia de la muerte de la reina Isabel II?
—Sentí la misma tristeza que ha sentido la mayoría de la gente alrededor del mundo. El Reino Unido ha perdido a su Reina y el resto del mundo ha perdido a la Reina. Estos días se ha dicho todo ya sobre ella y su enorme importancia en la Historia. No creo que yo pueda aportar nada nuevo…
—¿Qué le deseas a Carlos III en un momento tan importante de la Historia?
—Le deseo toda la suerte del mundo. Suceder a la Reina Isabel es una tarea muy difícil, sobre todo, en un momento tan complicado como es el actual.