Siempre tiene una sonrisa, una energía muy positiva y le gusta buscar el lado bueno de las cosas tanto en su vida personal como en la profesional. Marta Díaz es una de las influencers con más seguidores de nuestro país, superando los tres millones de seguidores en Instagram, los cinco millones en TikTok y los dos en YouTube, unas cifras impresionantes que empezó a sumar a raíz de participar en el canal de su hermano, conocido Alphasniper, quien es un pilar fundamental en su vida y en su carrera.
Como todos los creadores de contenido, ella ha experimentado la parte buena de su trabajo, pero también la mala, como comentarios fuera de tono o insultos, pero reconoce que, hasta el momento, con el apoyo incondicional de su familia y de su novio, el futbolista Sergio Reguilón, ha podido seguir adelante sin problemas y no ha tenido que recurrir a ayuda profesional, como le sucede a muchos de sus compañeros de profesión, que han encontrado en la terapia una herramienta imprescindible para hacer frente a la presión que, a veces, supone estar todo el tiempo siendo el blanco de los haters.
Sobre salud mental, cómo es su vida, cómo le ha cambiado en los últimos años, el mundo influencer y sus próximos retos hemos podido hablar con Marta en el evento organizado por Finetwork, empresa de la que ha ha sido nombrada embajadora, donde mantuvo una charla con la psicóloga clínica y escritora Araceli Gutiérrez, sobre cómo conectar con Internet de forma positiva. Como siempre, cercana, natural y divertida, Marta nos atendió y nos mostró un poco más cómo es su mundo dentro de las redes.
-Marta, el otro día estabas en los Premios Platino, hoy aquí hablando de cómo conectar con internet de forma positiva, no paramos de verte también en eventos de moda… Estás que no paras
-No paramos… y ¡lo que se viene! Me hace mucha ilusión porque a finales de año veréis dos proyectos muy grandes, creo que los más grandes que he hecho nunca. Creo que os va a gustar mucho y tengo muchas ganas de que todo el mundo lo disfrute como lo hemos disfrutado nosotros haciéndolo.
-Seguro que sí. Una curiosidad ¿tú cuántas veces al día puedes mirar el móvil?
-Si quieres te digo las que no lo miro, que a lo mejor acabo antes. Estoy todo el día sin parar de mirar el móvil. Cuando me levanto es lo primero que hago y cuando me acuesto, lo único que último. No paro. De hecho, la media de horas que utilizo el móvil no te la voy a decir porque me da vergüenza… Son más de nueve horas al día, ¡una locura!
-Bueno, al fin y al cabo, es tu trabajo. Pero la gente que no se dedica al mundo de las redes, cuando desconecta del trabajo mira el móvil, pero tú sigues ahí
-Sí, es mi trabajo y estoy todo el rato con el móvil, pero también cuando quiero desconectar veo algo, como yo digo, contenido de ocio. Pero no te voy a engañar, estoy las veinticuatro horas con el móvil porque con él tengo llamadas, reuniones…
-¿Cada cuánto cargas la batería?
-Como tres veces al día. Lo pongo por la noche y a mitad del día ya se me queda sin batería. Y luego otra vez por la tarde, vamos, dos o tres veces.
-Tienes 3,3 millones de seguidores, entre toda esta gente ¿hay alguien que te haya sorprendido al ser tu follower?
-Sí, me llamó mucho la atención cuando me siguió Georgina. Sí, me siguió mucho antes de que nos conociéramos en persona y me hice mucha ilusión por eso, porque no me lo esperaba.
-Y luego, ¿la has podido conocer en persona? ¿Y cómo es ella?
-Es maravillosa, la verdad. Súper graciosa, súper natural, súper cercana. Es lo más.
-Y en redes, tú ¿a quién admiras?
-A mí me gusta mucho y siempre lo diré, Aida Domènech, Dulceida. Es la pionera, la primera y creo que siempre ha hecho las cosas muy bien. También me gusta mucho María Pombo por su naturalidad, su espontaneidad, su familia, Martín es maravilloso.
-Antes de que te dedicaras a esto, ¿a quién seguías? ¿A ellas también?
-A Aida la llevo siguiendo desde hace un montón de tiempo. De hecho, también, cuando me siguió, me hizo muchísima ilusión. Yo siempre le digo: “Llevo siguiéndote desde los 15 años”. Y también es para mí increíble poder no solo estar con ella en un evento, sino conocerla más personalmente. También me gustó mucho poder conocer a Madison Beer, que es una artistaza, para mí fue un sueño.
-Esta es la parte buena del trabajo en las redes, conocer gente a la que siempre has admirado, pero también hay una parte mala, una cara B, ¿tú cómo la llevas?
-Bastante bien. Mi hermano siempre me ha enseñado a dejar a un lado las críticas, pero ya no de redes sociales, sino de la vida en general. Las cosas negativas hay que intentar dejarlas a un ladito e intento que no me afecten tanto.
-Tu familia y Sergio siempre has dicho que son tu mejor terapia, que gracias a ellos no has necesitado ayuda profesional en los momentos más bajos
-Sí, ellos siempre están allí, siempre, para todo. También mis amigos. Y al igual que ellos están para mí, yo estoy para ellos, que son mi mayor apoyo, mi pilar.
-En el mundo influencer, ¿se pueden hacer amistades o hay rivalidad?
-Rivalidades realmente creo que hay en todos los ámbitos de la vida, por desgracia, porque a mí la rivalidad es algo que no me gusta. No me siento cómoda, no me gustan los malos rollos, no me gustan ese tipo de cosas. Entonces, por desgracia, sí que las hay, pero yo intento siempre evitar esa nube de toxicidad. Intento seguir mis cosas y ya está. Pero sí que es verdad que, por suerte, yo no he vivido muchas situaciones de ese estilo. Aunque sea difícil de asimilar, hay pocos malos rollos en comparación a lo que la gente piensa. Todas las cosas están bastante bien en el mundo influencer. Está todo bastante tranquilo, de verdad.
-O sea, no hay tanto salseo como pensamos
-Por lo menos que yo me entere. Ya te digo que yo estoy como en mi nube, pero, de verdad, que no es para tanto.
-Tienes una hermana pequeña, ella cuando te ve a ti a vuestro hermano mayor arrasando en las redes, ¿no le entran ganas de entrar en este mundo?
-Tiene muchísimas ganas, le encantan las redes sociales, sobre todo TikTok, pero, sobre todo, sueña con ser cantante. No sé si, a lo mejor, se va por esa rama o hace como sus hermanos.
-¿Cuántos años tiene?
-Doce, así que todavía le queda bastante para dar el paso.
-¿Tiene buena voz? ¿Le ves futuro?
-Sí, y yo creo que, si encima lo trabaja un poquito, porque es súper trabajadora y constante, yo creo que lo conseguirá. Yo confío en ella.
-¿Cómo compaginas tú la parte de tu trabajo con tu vida personal, con la Marta que no es influencer?
-Realmente, sigo haciendo las mismas cosas que hacía desde hace años. Intento no cambiar mucho mi estilo de vida, aunque, a veces, sea complicado. Intento centrarme mucho en mi trabajo y separar un poco esa parte más personal y hacerlo todo con tranquilidad… Por lo menos lo intento.