Ana Cristina Portillo no puede estar más feliz. La hija de la recordada Sandra Domecq y el empresario Fernando Portillo está centrada en su faceta profesional como diseñadora de telas. Tras meses de trabajo, el pasado mes diciembre, la hermana pequeña de Alejandra Eugenia y Claudia Osborne, vio materializado su sueño. ¡HOLA! habla con la influencer -en el evento de Chandon Secret Garden by Blanca Miró-, sobre sus nuevos objetivos laborales y la relación a distancia con Claudia y su sobrina Micaela.
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-Ana, ¿cómo estás?
-Muy bien, tengo muchas ganas de primavera y verano.
-¿Tienes algún proyecto de cara a primavera?
-Pues saco ahora una pequeña colección cápsula con mis estampados y planeando la temporada de verano.
-¿Te sientes cada vez más cómoda en el mundo de la moda?
-Pues no lo sé (risas). Es complicado, estoy en proceso. Me gusta el mundo de los estampados, me divierte pero es pronto todavía.
-Ahora que tu hermana Claudia está lejos, ¿hacéis alguna videollamada para ver a la pequeña?
-Sí. Estoy obsesionada con que mi sobrina Micaela no se olvide de mí. Al final es muy pequeñita y me gusta no ser una extraña para ellos.
-¿La echáis de menos?
-Mucho. Hablamos bastante, aunque es complicado por los horarios.
-¿Cómo es Ana en el papel de tía?
-Soy bastante dedicada, porque me encantan mis sobrinos y los niños en general. No soy de mimarlos mucho, les llevo regalos pero sin pasarme.
-¿Te han entrado ganas de ser madre?
-De momento no, pero en futuro seguro.
-¿Y planes de boda?
-Nunca se sabe. Dios dirá.