Hace unos diez días transcendía la noticia de que Jamie Foxx, de 55 años, había tenido que ser hospitalizado de urgencia tras un problema de salud. Pocos detalles se supieron acerca de lo ocurrido pues lo único que se apuntó es que permanecía en el hospital. Con el paso de los días han sido pocas las informaciones sobre las causas de su ingreso, aunque algunos de sus amigos sí que han comentado que su estado evoluciona de manera favorable. Algunas fuentes han asegurado a Radar Online que lo sucedido fue tan grave, que los servicios médicos tuvieron que revivir al actor, una situación que podría haber terminado de manera fatal.
“Jamie sufrió una seria condición médica y necesitó ayuda inmediata. Tuvo que ser resucitado, tiene mucha suerte de estar vivo” aseguran dichas fuentes. En el mismo medio se publica que el actor habría tenido algún coágulo que le habría llegado al cerebro, lo que le pudo provocar un ataque. People asegura que el artista permanece ingresado, aunque su condición es estable y va mejorando, debido a que siguen haciéndole pruebas y quieren mantenerle en observación.
Estos datos no han sido comentados por la familia de Foxx. Su hija Corinne solo comunicó a través de un mensaje que su padre había sido ingresado. “Queremos compartir que mi padre, Jamie Foxx, ha tenido una complicación médica. Afortunadamente, dada la rapidez y los buenos cuidados, se está recuperando. Sabemos cuánto le quieren y apreciamos sus oraciones. La familia solicita privacidad durante estos momentos” señalaba. Entonces TMZ, citando fuentes cercanas, aseguraba que la familia del artista viajó para estar a su lado dado lo grave de su condición.
Foxx estaba rodando la película Back in Action en Atlantajunto a Cameron Diaz cuando sucedió todo. Aunque las grabaciones se paralizaron entonces, la actriz ya ha retomado sus compromisos con la cinta, que supone el regreso de Cameron tras una temporada bastante alejada de la gran pantalla y en la que participa además Glenn Close.