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Cerca de diez meses han pasado desde que Nala, la hija de Elena Furiase y Gonzalo Sierra, viniera al mundo para colmar de felicidad al feliz matrimonio y acompañar a su hermanito Noah. Desde su nacimiento, la actriz madrileña está volcada en sus cuidados y ahora ha tenido que afrontar un revés de salud que ha afectado a la pequeña, que cumplirá un año el próximo 4 de julio, y la ha llevado al hospital, donde ha permanecido ingresada cinco días. Así lo ha contado tanto ella como su madre, Lolita, que este miércoles han compartido dos públicaciones en las que relatan lo sucedido.
© @lolitaoficialLos últimos días han sido especialmente duros en la familia Furiase Sierra. Tal y como ha comentado la propia Elena desde la tranquilidad de estar de vuelta en casa con su niña,vivieron "un pequeño susto" que les tuvo con el corazón en un puño. Nala se puso enferma y tuvo que ser ingresada en el Hospital Universitario San Rafael, en Madrid, durante cinco días, un tiempo en el que tanto la hija de Lolita como su marido tuvieron que turnarse entre clínica y trabajo mientras su abuela cuidaba al pequeño Noah. La preocupación y la intranquilidad ante la complicada situación de la pequeña, que tenía bastante fiebre, fue la gran protagonista durante muchas horas, algo que afortunadamente se ha quedado en un sobresalto que no ha sido grave.
"Quiero darle las gracias a Dios infinitamente por haberla curado,a mis tres ángeles del cielo y a los médicos y enfermeras del Hospital San Rafael. Mi niña ya está en casa. La doble angustia por mis niñas ya ha pasado", ha expresado emocionada Lolita; unas palabras cargadas de sentimiento que ha escrito junto a una tierna imagen en la que aparece tumbada en la camilla del hospital con Nala y su hija Elena.
© @elenafuriaseElena ha relatado lo sucedido con un texto repleto de emotivos detalles que ha acompañado de una instantánea en la que tiene a su "niña bonita" recostada sobre su pecho mientras besa con cariño su cabeza. "La puerta de la terraza estaba entreabierta y la brisa nos traía las ovaciones de la hinchada del Real Madrid que justo jugaban 'en casa' esa misma tarde", ha empezado contando: "En la cama, mi niña había conseguido conciliar el suelo y, pegadita a mí, respiraba profundo y tranquila. Hacía más de 6 horas que no tenía fiebre y eso era un triunfo, al menos, para nosotras. Su cuerpo le estaba dando tregua y descanso, y mi niña lo aprovechaba. Se abrió la puerta y una enfermera entró a chequear que todo estaba bien. Se asomó y rio al verla dormir tan plácidamente: 'Ay, qué bonita es', me dijo. Yo la miré agradecida yle dije 'la más bonita'", ha continuado.
Las líneas de la intérprete, que cumplió 35 años el pasado mes de marzo, terminaban haciendo referencia a un instante mágico, del que recuerda cada pormenor con alivio tras pasar unos momentos delicados. "Después una manita empezó a trepar por mi barbilla buscando un huequecito en mi cara en el que quedarse. Yo me giré para favorecerle el rumbo a esa manita y lo encontró, cerca de la cuenca del ojo. Ella volvió a respirar profundo, yo la abracé y las dos agradecimos ese momento que nos estaban regalando. Después de cinco días, seguimos igual de juntas, igual de abrazadas, pero en casa", ha concluido.
