“Tengo pelazo y cerebro debajo”. Si algo ha demostrado ‘La Vecina Rubia’ es que, pese a lo que siempre se ha mantenido, las rubias no son tontas. Más bien todo lo contrario. Y con frases como ésta ha logrado conquistar a casi tres millones de seguidores en redes sociales.
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Pero lo cierto es que, aunque se haya convertido, en estos años, en uno de los personajes más queridos y misteriosos de la red -siempre ha mantenido en secreto su identidad-; continúa huyendo de la etiqueta de influencer, y ahora ha dado un gran salto para dedicarse a su verdadera pasión: la literatura.
‘La Vecina Rubia’ nunca ha ocultado que es una auténtica ‘policía’ de la ortografía, con su primera novela, La cuenta atrás para el verano, nos demostró que, tras ese pelazo, se esconde una escritora, que ahora se puede escuchar también en la plataforma Audible.
- Catorce ediciones de tu primera novela, La cuenta atrás para el verano, que se dice pronto, ¿te esperabas un éxito así?
- Creo que fue Saramago el que dijo que no tenía miedo al fracaso porque nunca había buscado el éxito. Para mí, haber tenido la oportunidad de publicar dos novelas ya es un éxito. Solo con pensar que más de 400 000 personas me han regalado su tiempo leyendo mis novelas y haciendo suya la historia ya me siento muy afortunada, siento que se ha creado una relación que nos une y de la que estaré eternamente agradecida. Es una gran ilusión haber llegado a catorce ediciones de la primera novela, quince si contamos la versión de bolsillo, más el reciente lanzamiento en formato audiolibro. Ver cómo las novelas han conseguido conectar con las lectoras, no ya solo aquí, sino en otros países como Argentina, Chile, Perú y además la primera ya se ha traducido al italiano es un sueño hecho realidad y, ciertamente, hay mucho trabajo detrás, por lo que es muy gratificante que se valore.
- ¿Siempre te ha gustado escribir? ¿Cuándo nació tu pasión por la literatura? ¿Alguna vez te habías planteado ser escritora?
- Desde muy pequeña siempre he tenido la necesidad de escribir, porque además fui siempre una gran lectora; es algo en parte vocacional y en parte muy emocional, ya que mi padre me inculcó el gusto por la lectura desde que era una niña. Hasta que llegaron las redes sociales, volcaba mis historias en mis diarios y en blogs, dándome cuenta de que tenía mucho que decir y un estilo propio para hacerlo. El salto a las redes sociales me hizo ser conscientes de que, a miles, millones de personas, les interesaba lo que escribía.
- Siempre se ha dicho que para ser escritora hay que ser antes una gran lectora. ¿Es tu caso?
- Sin duda, en mi caso es así. He sido una apasionada de la novela romántica de Marian Keyes o Sophie Kinsella, he disfrutado de la ficción histórica de El Médico, me encanta sumergirme en la crudeza de las novelas de Almudena Grandes y reflexionar con los ensayos de Saramago y, aun así, te podría decir que mi título favorito probablemente sea La sombra del viento.
- ¿Crees que tu éxito en las redes sociales te ha ayudado a dar este salto como escritora?
- Tener una comunidad grande en redes sociales es una responsabilidad que te hace poner el listón muy alto y en mi caso quería, a través de mis novelas, cumplir las expectativas y quitarme el sambenito de ser una influencer que escribe un libro. He publicado ya dos libros que se han posicionado durante meses en el número uno de las listas de los más vendidos de nuestro país y está de camino un tercero. Estoy emocionada de haber llegado al corazón de muchas personas y, sobre todo, que hayan conseguido sentir a los personajes, entre ellos la Vecina, un poquito más cerca. Mi objetivo era remover por dentro con novelas sólidas que calaran en cualquier tipo de lector o público, y ver que lo he conseguido es muy gratificante.
- ¿Te molesta que haya quien se refiera a ti como influencer? ¿O es algo que llevas con orgullo?
- Parece que la palabra influencer en sí misma implica una connotación negativa, pero más todavía cuando se habla de una escritora. Parece imposible relacionar ambos conceptos sin que nos explote el cerebro, pero yo es algo que llevo con la cabeza muy alta. Soy consciente de la responsabilidad que conlleva que te lean más de cinco millones de personas cada día e intento utilizar mi altavoz como mejor sé.
-Has sido una persona que ha utilizado las redes sociales para romper con prejuicios y tabús… ¿Eres la demostración de que se puede tener pelazo y cerebro debajo?
- Todas somos ese ejemplo. Siempre digo que estamos compuestas por muchas capas: la que puede parecer más superficial, si no profundizas en ella, es la del pelazo. Pero yo no hablo del pelazo como una melena larga, por ejemplo, sino como una actitud y se puede tener pelazo sin tener un solo pelito sobre la cabeza. Hace años se inició en mis redes el movimiento ‘Donar pelazo es de guapas’, siendo consciente de los problemas de autoestima que acarrea perder el pelo; ya sea por alopecia, por tratamientos oncológicos o por cualquier motivo. Esos problemas vienen dados por el estigma social que sufrimos las mujeres y por el propio problema subyacente de la caída del pelo, y yo quise darle un giro radical a este tema poniendo sobre la mesa la sororidad real de donar nuestro pelo. Y a su vez poniendo de relevancia que lo importante es tener pelazo y cerebro debajo. Las superficialidades son las que nos salvan del día a día y yo utilizo muchas metáforas para hablar de los sentimientos más profundos.
- ¿Alguna vez te has planteado desvelar la verdadera identidad de la vecina rubia o será siempre un secreto?
- Creo que al final la gente ha entendido que poco puede importar la mujer que está detrás de la pantalla. ¿Qué más da? Lo importante es que cualquiera podría ser la Vecina Rubia, con lo cual, mejor quedarnos con el mensaje que se transmite que, sin duda, es lo más importante para mí. Yo, personalmente, en absoluto planeo cambiar y me gustaría ser anónima siempre, por lo que es algo que valoro mucho que se respete y valore, como siempre se ha hecho.
- ¿Crees que las redes sociales pueden ser un aliado/ una ventana para acercar la literatura a las nuevas generaciones? Porque, ¿crees que eso de leer pasará o ha pasado de moda?
- Yo personalmente pienso y espero que leer nunca pasará de moda. Es un hábito que se nos inculca desde pequeños, tanto en casa como en el colegio, y mantener la costumbre de leer nos ayuda a tener la mente mucho más abierta. Las redes sociales ayudan a dar visibilidad a todos los temas que cada una, desde su ventanita al mundo, quiera mostrar. En mi caso, tengo además uno de los mayores clubes de lectura de España en Instagram: el @clubdelecturaconbrillibrilli, donde leemos al menos un libro al mes juntas y lo comentamos, descubrimos novedades y compartimos la afición por la lectura. Sin duda, las redes sociales son maravillosas, si se utilizan bien.
“Me gustaría ser anónima siempre, por lo que es algo que valoro mucho que se respete y valore, como siempre se ha hecho”
- ¿Crees que el hecho de que tu novela llegue a una plataforma como Audible ayudará a que la conozca más gente?
- Desde hace tiempo, los audiolibros se han convertido en una herramienta clave para aquellos que aman la literatura y los libros. Es un formato que permite disfrutar de la literatura de una forma diferente. Además, son útiles para la inclusión de personas con discapacidad visual o , por ejemplo, trastornos de aprendizaje. Por eso, creo que, sin duda, conseguirá, como dices, que este libro esté accesible para más personas y eso siempre es una gran noticia.
- ¿Qué hay de ‘realidad’, de tus vivencias en La cuenta atrás para el verano? ¿Es tu vida una fuente de inspiración para ti?
- Mis novelas, de momento, no son puramente autobiográficas, aunque sí hay mucho de mí en cada una de ellas. Para mí, encontrar la identificación es algo primordial, y hacerlo con un tono cercano y entrañable es fundamental para intentar hacer partícipe al lector. Descubrir qué parte fue realidad o ficción lo dejo en manos de la imaginación de cada persona. Digamos que estamos ante novelas de ficción basadas en hechos reales que me he inventado algunas veces.
- ¿Te gustaría vivir de la literatura? De aquí a unos años, ¿te verías viviendo de tus libros?
- Escribo desde que tengo uso de razón por lo que, sin duda, me veo, igualmente, escribiendo siempre.
- ¿Has recibido algún que otro comentario negativo por compaginar tu faceta como creadora de contenido y escritora? ¿Son dos trabajos compatibles o incompatibles?
- Que una mujer pueda ser escritora e influencer, o influencer y escritora —no creo que alternar los factores aquí altere el producto—, sigue siendo una batalla de la que afortunadamente intento salir airosa. Las novelas pueden tener mucho de la primera (escritora) y algo de la segunda (influencer), pero no son incompatibles. La historia de una escritora influencer es compatible con la que hay detrás de una buena novela.
- Se habla mucho de la salud mental (en Contando atardeceres tratas este tema), ¿en alguna ocasión has tenido que pedir ayuda? Se ha hablado mucho del ‘peligro’ que tiene un mal uso de las redes sociales en cuanto a salud mental…
- Siempre he dicho que pedir ayuda es lo realmente valiente. Es más valiente querer solucionar un problema que guardártelo. Hoy en día, hablar de salud mental sigue siendo tabú en buena parte de la población, aunque cada vez está más normalizado que haya personas que lo hagamos abiertamente, provocando, en cierto modo, y siempre con el respeto que merece el tema, una aceptación o conocimiento de este. Ese precisamente es el enfoque que he querido desarrollar en esta segunda novela. Uno de los personajes de Contando atardeceres lo afronta de inicio como un tabú, mientras que el resto de los personajes lo normalizan completamente, favoreciendo esa transición tan necesaria actualmente. Quedan reflejados ambos puntos de vista y el camino que se recorre hasta lograr ser conscientes de la necesidad de que sea abordado con normalidad.