Simone Biles y Jonathan Owens ya son marido y mujer. Este sábado, la joven pareja de deportistas se ha dado el sí quiero en una romántica e íntima ceremonia. "Lo hice. Oficialmente ya soy una Owens. Eres mi persona favorita para el resto de mi vida. Te quiero.", ha escrito en su perfil público la gimnasta de 26 años junto a un carrete de fotografías en las que se puede ver a los recién casados a las puertas de los juzgados celebrando su matrimonio y fundiéndose en un apasionado beso.
Para tan señalada ocasión la medallista olímpica ha elegido un vestido de lo más original, compuesto por una falda de tul a capas, cuello halter y un pronunciado escote en la zona de la espalda. Un estilismo muy atrevido que ha complementado con unas sandalias de tacón, pendientes largos, un collar de brillantes y un ramo de rosas blancas. En lo referido a peluquería y maquillaje, Simone ha optado por una coleta alta con ondas y ha resaltado su mirada con unas sombras naturales en tonos tierra.
Por su parte, el atleta ha lucido un desenfadado traje de chaqueta color beige, en cuya solapa ha puesto un pequeño ramillete a juego con el arreglo floral que ha llevado su esposa, y mocasines blancos. En esta ocasión, el novio ha prescindido de la tradicional corbata o pajarita.
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La historia de amor de Simone y Jonathan es un idilio propio del siglo XXI, puesto que se conocieron en 2020 a través de una aplicación de citas online. La conexión entre ellos fue inmediata y tan solo dos años más tarde, el jugador de los Houston de Texas decidió dar el gran paso y organizó una espectacular pedida de mano. Mientras veían un hermoso atardecer, el atleta se puso de rodillas y le entregó a la deportista un precioso anillo de diamantes. "Ha sido el sí más fácil de mi vida", expresaba Simone que no dudo ni un solo segundo en aceptar la propuesta.
Un dulce momento personal para Simone tras una mala racha en lo referido a lo profesional. Aunque tiene acostumbrado a su legión de admiradores a saltos y ejercicios casi de otro planeta, en los pasados Juegos Olímpicos, decidió alejarse de la competición nada más comenzar la final por equipos por problemas de ansiedad y presión que estaban afectando a su salud mental. Además, en los últimos años, también ha tenido que hacer frente al mediático juicio por abusos contra Larry Nassar, exmedico del equipo femenino de Estados Unidos de gimnasia. Una situación muy delicada en la que su marido ha estado a su lado, brindándole todo su apoyo y cariño.
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