Alessandro Lequio ha compartido una simbólica foto para recordar a su hijo Aless, fallecido el 13 de mayo de 2020. En la imagen, que fue tomada el 21 de junio de 2011 en Madrid, vemos al joven siguiendo a su padre y luciendo un estilismo muy similar, ambos con camisa de manga larga azul por fuera del pantalón. "Caminando siempre en la misma dirección", ha escrito el aristócrata. Este mensaje llega horas después de la publicación de El chico de las musarañas, el libro que comenzó a escribir Aless cuando le diagnosticaron cáncer y que su madre, Ana Obregón, ha finalizado con un sobrecogedor relato.
El italiano, de 62 años, contó hace unos días que el único contenido que conocía del libro eran los textos de su hijo. "Yo tengo las páginas que escribió mi hijo, que son 20. Esas páginas están muy bien escritas. Él escribía muy bien. Era un tipo muy leído, le encantaba leer y escribir", dijo en El programa de Ana Rosa. "Son reflexiones muy simpáticas, a decir la verdad, poco más te puedo decir porque el resto no lo conozco", añadió. Alessandro aseguró que los relatos que su hijo escribió durante la enfermedad "podrían ser el germen de un libro", como así ha sido, pero evitó compartir su opinión cuando le preguntaron si como padre le importaba que ahora salieran a la luz. "Ahí no te voy a contestar".
El chico de las musarañas está compuesto de 312 páginas y los textos de Aless, que han sido respetados íntegramente en su versión original, pueden leerse desde la página 159 a la 231. En total, 72 hojas en las que el joven relata los primeros síntomas de su enfermedad y explica, a través de un relato sincero y con un sentido del humor único, cómo fue la historia de amor y desamor de sus padres, así como su posterior amistad tras la ruptura. Para hacerlo mucho más divertido, les bautizó como don Ernesto y doña Aitana.
"Mi padre, formalmente conocido como don Ernesto, está dotado de un carisma y un sentido del humor que cosen su imagen al recuerdo de cualquier bípedo con condición de humano, sin querer queriendo, más en mujeres que en hombres, como cualquier seductor innato; ellas le buscan para darle afecto y ellos para romperle las piernas, algo habitual en los hombres que hacen historia", escribe. "Mantuvo una relación breve pero llena de acontecimientos con doña Aitana, poniendo fin a la misma tras conocer a otra mujer menos agraciada transcurridos los doce meses de comenzar la vida en pareja. Desde entonces, donde Ernesto y doña Aitana, galán italiano y musa española, son mejores amigos y forman un tándem perfecto para lidiar con los asuntos referentes a mi persona. Claro está, todo gracias a la constante bondad de doña Aitana, quien perdona más que una máquina de hacer cucuruchos", añade.
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Ana Obregón, por su parte, confirma en el libro que padre e hijo tenían una relación excelente. "Aless y su padre eran los mejores amigos del mundo. Me asustaba a veces su increíble complicidad, pero me hacía muy feliz no haber impedido que con las tonerías de padres separados estuviera cerca siempre de él".
'Me produce tristeza que mi hijo sea protagonista de la actualidad'
El aristócrata está viviendo un auténtico tsunami tras el nacimiento de la pequeña Ana Sandra, una noticia que ha devuelto a la actualidad a su hijo Aless. "La gente que me conoce sabe la relación que tenía con mi hijo y pueden entender como me siento", manifestó. "Cuando mi hijo murió, todos habéis sido testigos de que mi única opción ha sido el silencio. No he comentado nada ni enseñado lo que sentía. No he dicho ni una palabra y lo voy a seguir haciendo porque es lo que le gustaría a él. Por respeto a él no voy a comentar nada que le afecte en ningún sentido. Sabéis que soy así y no voy a cambiar. Es lo único que voy a decir. Me produce tristeza, rabia, que mi hijo sea una vez más protagonista de la actualidad. Quiero que cada uno lo lleve a su manera, pero yo no puedo encender la televisión y escuchar el nombre de mi hijo porque duele", finalizó.