Ana Obregón está a punto de celebrar el primer mes de vida de su nieta, Ana Sandra Lequio Obregón, que nació el pasado 20 de marzo en un hospital de Miami por gestación subrogada. En este tiempo, la vida de la actriz y presentadora ha dado un giro de 180 grados. Tras perder a su hijo Aless el 13 de mayo de 2020, después de dos años de dura lucha contra el cáncer, estaba hundida, sumida en la más profunda de las tristezas, en un luto permanente. Ahora no puede ni quiere ocultar su felicidad. Ilusionada como nunca pensó que volvería a estarlo, ella misma expresó cómo se siente en la entrevista que concedió a ¡HOLA! — “He vuelto. He resucitado. He vuelto a nacer”, nos decía— y recientemente, en la publicación dedicada a su hijo que compartió con sus seguidores: “Tu hija, esa princesa que me ha robado el corazón, cambiando las lágrimas por pañales. Cuando la abrazo es como si volviera a abrazarte a ti, y esa sensación solamente la puede entender una madre o un padre que han perdido un hijo”, afirmó.
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“Con Alessadro Lequio hablo todos los días. Claro que conocerá a la niña”, declaró la actriz y presentadora mientras daba un paseo con su nieta
La vida en rosa
Ana, que 30 años después de ser madre se ha convertido, de nuevo, en una experta en cambiar pañales, dar biberones y cuidar de su bebé, ahora ve la vida en rosa, el color con el que viste a la pequeña Anita y el que ‘tiñe’ todo lo que la rodea. Desde que su nieta vino al mundo, todo el universo de la actriz gira en torno a la niña; vive literalmente pegada a ella, la tiene todo el tiempo en brazos, hasta el punto, nos comenta, de que la está malcriando... La felicidad de Ana se reduce —qué palabra tan contradictoria— a estar completamente entregada a este nuevo papel que la vida le tenía reservado: entre madre y abuela.
El nuevo día a día de Ana lo marcan las mismas rutinas de cualquier madre con un bebé de pocas semanas: darle su biberón, salir a dar paseos con ella en su carrito —por supuesto, de color rosa—, ir al pediatra... Y en este sentido, nos cuenta que Ana Sandra está fenomenal, que todas las revisiones han ido muy bien y que en ese aspecto no puede estar más contenta. También nos desvela llena de orgullo, que se parece muchísimo a Aless.
Española de corazón
Con una sonrisa imborrable y empujando ella misma el cochecito, la actriz ha sido fotografiada dando un paseo por los alrededores de su casa, en South Beach. Al encontrarse con un grupo de reporteros de los que hacen guardia en los alrededores de su apartamento desde que ¡HOLA! publicó en exclusiva que había sido madre, la popular presentadora reiteró una vez más lo feliz que se siente: “La niña se porta muy bien. Yo antes estaba sin dormir llorando y ahora estoy sin dormir cambiando pañales”, dijo. “Cuando la abrazo es como si abrazara a mi hijo… Me emociono”, añadió. “Es española de corazón”, aseveró, igualmente refiriéndose a su nieta.
A pesar de que hay quien se ha aventurado a interpretar la petición de Alessandro Lequio de que se respete su silencio sobre todo este asunto como síntoma de una posición contraria a la decisión tomada por Ana, ella misma aseguró ante los periodistas que la estaban esperando, que “habla con Alessandro Lequio todos los días”. Y a la pregunta de si este conocerá a la pequeña Ana Sandra, Obregón respondió rotunda: “¡Hombre, claro!”. Sobre las críticas que está recibiendo, apuntó “son cosillas, me río mucho”, y en cuanto a la dureza con que la han tratado algunos políticos, sentenció: “Allá ellos”.
Ana regresará a España a finales de mayo o primeros de junio, que es cuando presentará el libro de su hijo Aless, El chico de las musarañas
La entrevista de Ana en ¡HOLA! desde su apartamento de Miami, donde nos presentaba a su nieta y en la que desvelaba que tomó la decisión de comenzar con el proceso de gestación subrogada, cumpliendo “la última voluntad de Aless: la de traer un hijo suyo al mundo”, no ha dejado a nadie indeferente. Tres semanas después, la nueva maternidad de Ana, a los 68 años, sigue siendo objeto de debate en tertulias de radio y televisión, generando controversia y opiniones para todos los gustos, algunas a favor y otras que ponen en tela de juicio, no sólo la decisión, sino también el procedimiento por el que la protagonista de Ana y los siete se ha convertido en abuela de su hija adoptiva. De hecho, diversos medios apuntan que Obregón podría tener problemas legales a la hora de inscribir a su hija en España.
Cero preocupada
En este sentido, la actriz comenta que no está nada preocupada. No ve que tenga que enfrentarse a ningún inconveniente o problema a la hora de realizar el trámite del registro. Tal y como explicó la propia Ana en nuestras páginas, la niña “ha nacido en América y va a tener pasaporte americano y doble nacionalidad. Legalmente es mi hija y así aparece en su pasaporte. La registraré en el Consulado español y luego puedo traerla a casa”.
En dos semanas
Y ese regreso está cada vez más cerca. La niña tendrá su pasaporte en dos semanas, por lo que a partir de ese momento podría viajar con su abuela a España, nos traslada Ana. Pero el esperado viaje no será hasta finales de mayo o primeros de junio, que es cuando presentará el libro de Aless, El chico de las musarañas. La actriz está especialmente ilusionada con la publicación del libro de su hijo y se va a centrar mucho en que se conozca ese legado de Aless. El libro que el joven no pudo terminar —labor que su madre ha llevado a cabo— está generando una importante expectación. Ya va por la segunda edición en preventa.
‘Oídos sordos’
Además de estas declaraciones, Ana ha mostrado lo poco que le importan las polémicas y la tormenta mediática que ha generado su maternidad en su cuenta de Instagram. Junto a una imagen muy gráfica de su nieta, en la que aparece tapándose los orejas (una postura muy propia de los bebés de su tiempo) mientras duerme, publica el siguiente mensaje: “Anita dice a palabras necias, oídos sordos. Y os desea una feliz noche”. A buen entendedor...