Once meses después de tener a su primer hijo, Carla Barber ha vuelto a ser madre. La doctora tenía previsto dar a luz a finales de abril, pero el bebé se ha adelantado y ha venido al mundo en la semana 36ª de gestación y en la tierra natal de su madre, Las Palmas de Gran Canaria. “Yo estaba convencida de que se iba a adelantar, pero no tanto”, nos comenta Carla, que admite que voló a la isla para estar con su famila, a pesar de que su ginecólogo le había recomendado no viajar en Semana Santa, sobre todo después de haber tenido que guardar varias semanas de reposo.
El pasado 7 de abril, Viernes Santo, Carla rompió aguas. “Ese mismo día me hicieron la cesárea y al día siguiente, el sábado, nos dieron el alta”, cuenta la canaria. El bebé, que pesó al nacer 2,550 kilos y midió 48 centímetros, “es superfuerte y está supersano. Además, es muy rubito, muy despierto, tiene los ojos rasgados... Es guapísimo”, exclama su madre, que ha decidido llamarlo Bosco, en lugar de Romeo, nombre que había anunciado que iba a ponerle en primer lugar. “Nada más escucharle y verle supe que su nombre no podía ser Romeo”, desvela la que fuera Miss España 2015.
Al igual que a su primer hijo, Bastian, el pequeño recibirá además los dos apellidos de la doctora y se llamará Bosco Barber García, un aspecto que ya había acordado con el padre de los niños antes de terminar su relación con él. Hace un mes, Carla hablaba en ¡HOLA! de la decisión más difícil de su vida: romper con su prometido y padre de sus dos hijos cuando estaba en el ecuador de su embarazo. En aquella entrevista, la doctora apuntaba que en el futuro seguiría teniendo con él “una buena relación, de respeto, por nuestros hijos”.
“Sí, su padre ha venido a conocerlo”, subraya Carla, que también relata que las otras hijas del empresario francés —nacidas de una relación anterior— también iban a viajar a Canarias para conocer a su hermano pequeño. Para la doctora, el nacimiento de su segundo hijo ha sido una experiencia inolvidable. “Cuando nació Bastian, se lo llevaron cuatro días a la UCI y no pude amamantarlo. Bosco, en cambio, en cuanto me lo pusieron piel con piel, se puso a mamar, sin que yo hiciera nada. Fue mágico. Estoy disfrutando muchísimo de esos momentos, es superbonito”.