Escasas horas después del repentino fallecimiento de Fernando Sánchez Dragó, su pareja ha reaparecido. Emma Nogueiro se ha mostrado abatida en la casa que el escritor tenía en Castilfrío de la Sierra (Soria), donde esta misma mañana ha sufrido un infarto a los 86 años. La periodista, muy pendiente de la llegada del coche fúnebre y de todos los trámites necesarios para el último adiós del autor de La prueba del laberinto, ha asegurado que en la familia están todos "destrozados".
Emma apuesta por mantenerse en un segundo plano, al igual que lo ha hecho durante el tiempo que ha compartido con Sánchez Dragó, 57 años mayor que ella. Con una camiseta verde con mangas plumeti y visiblemente triste, ha explicado que serán los cuatro hijos que tuvo el colaborador televisivo quienes ejerzan como portavoces en estos delicados momentos. La periodista no se ha alejado ni un solo momento de la casa en la que ha fallecido el autor, donde han comenzado a llegar esta tarde familiares, amigos y numerosas coronas de flores.
Tras una capilla ardiente completamente íntima y siguiendo sus propios deseos, Sánchez Dragó será enterrado el martes a las 18 horas en el camposanto de Castilfrío de la Sierra, ubicado a escasos metros de su casa. No quería ser incinerado y sus restos mortales descansarán para siempre en el cementerio de este pequeño rincón soriano que siempre ha sido su refugio. A lo largo de la Semana Santa ha disfrutado de los parajes naturales de esta pequeña localidad de 27 habitantes y ha ejercido de anfitrión con amigos como Clara, que fue su editora en Planeta. Esta misma mañana ha publicado una imagen con un gato llamado Nano.
Una entrevista que los unió para siempre
Emma trabaja como editora de la editorial Almuzara y entrevistó a Dragó en 2017 sin imaginar que aquel encuentro cambiaría para siempre sus vidas. Cautivado por su inteligencia y su belleza, inició una relación con ella y era inmensamente feliz a su lado. Compartían muchos intereses y siempre demostró que la diferencia de edad no era un problema, pero no se planteó pasar por el altar tal y como explicó en medio de los rumores de una posible boda. Antes de cruzarse sus caminos, el escritor había estado casado en tres ocasiones y era padre de cuatro hijos.
Su primera mujer fue Elvira Salama, con la que contrajo matrimonio en la cárcel y tuvo a su primogénito, Alejandro; la segunda fue Caterina Barilli, una profesora de historia y filosofía con la que tuvo a Ayanta y quien falleció cuando la niña tenía 9 años. Su hija ha seguido sus pasos profesionales: es periodista, escritora y como actriz ha trabajado en Los peores años de nuestra vida, A las once en casa o ¿Qué fue de Jorge Sanz? Su tercera esposa fue Naoko, a la que daba clases de literatura y junto a la que tuvo al pequeño Akela. Antes de su último matrimonio tuvo a Aixa junto a Martine Sáinz Pee, con la que nunca llegó a casarse.