Si hay algo por lo que siempre se ha caracterizado Ana Obregón, de 68 años , es por su sinceridad y transparencia. Y, con esa misma naturalidad que la define, la actriz protagoniza la última portada de ¡HOLA!, en la que despeja todas las dudas que han surgido acerca de su reciente maternidad de una bebé, Ana Sandra , que llegó al mundo en un hospital de Miami el pasado 20 de marzo.
Esta es, sin duda, la entrevista más esperada y de la que todo el mundo habla. En ella, Ana nos revela que, aunque legalmente es su hija, la pequeña es en realidad es su nieta, ya que es la hija de Aless Lequio, fallecido en 2020 a causa de un cáncer.
A la espera de poder volver a España, Ana Obregón nos recibe en el apartamento donde pasa los primeros días con la recién nacida. “He luchado a través del océano, con uñas y dientes, por tener un poquito de mi hijo, de Aless, aquí y poder decirle algún día a mi niña, con todo el orgullo y gritarlo al mundo entero, que es la hija de un héroe”, nos cuenta la presentadora.
Es evidente que ha recuperado la ilusión por vivir, y que su pequeña o “su bendición”, es la razón de ello: “es la niña más deseada del mundo, porque la han deseado desde la tierra y desde el cielo”.
“Quiero que se sepa la verdad, claro. Porque yo no tengo nada que ocultar, todo lo contrario. Es un orgullo, es un milagro. ¿Cómo voy a ocultar una bendición de Dios?”
¿Y si algún día te pregunta quién es su madre? “Pues, con naturalidad, yo le diré a la niña: ‘Pues mira, tu papá está en el cielo y lo que él más deseaba era que vinieras al mundo, y tu mamá es una donante’, y ya. ¿Cuál es el problema?”. Así, sin medias tintas ni dobleces, la actriz tiene pensando todos los pasos que ha planeada para su niña.
‘Quiero que sepa la verdad’
El proceso para que Ana Sandra viniese al mundo, confiesa, ha sido “complicado”. “Ha sido muy difícil. El embarazo no se produjo al primer intento, ni mucho menos; han sido varias veces y cada vez que no salía me llevaba un disgusto horrible y a empezar de nuevo”. ¿Y cuándo tomó la decisión de comenzar con todo esto? “El mismo día que mi niño se fue al cielo”.
Sin duda, ha sido una batalla, un largo camino, pero Ana Obregón ha cumplido la última voluntad de su hijo, Aless Lequio, que siempre fue tener descendencia en esta vida. Y propio de una madre, ella estaba dispuesta a todo, a pesar de las críticas que la han situado en el punto de mira en las últimas semanas. Pero como ella misma explica en las páginas de nuestra revista, “solamente los padres o madres que han perdido un hijo lo van a entender perfectamente”.
Además, la bióloga siempre ha ido con la verdad por delante, y nos hace saber que no le ocultará nada del proceso a la niña, que va a tener doble nacionalidad. “Quiero que se sepa la verdad, claro. Porque yo no tengo nada que ocultar, todo lo contrario. Es un orgullo, es un milagro. ¿Cómo voy a ocultar una bendición de Dios?”. Por tanto, planea contarle toda la verdad a su nieta cuando tenga uso de razón.
“He luchado a través del océano, con uñas y dientes, por tener un poquito de mi hijo, de Aless, aquí y poder decirle algún día a mi niña, con todo el orgullo y gritarlo al mundo entero, que es la hija de un héroe”
‘Todo el amor del mundo’
Por otra parte, la presentadora cuenta que a ‘Anita’ no le faltará de nada en un futuro, y lo más importante: no estará sola, porque tendrá primos con los que jugar de su edad. “Yo he trabajado toda mi vida y, gracias a Dios, tengo la suerte de poder dejarla en muy buena situación cuando yo no esté. Y hasta entonces, tengo todo el amor del mundo para darle”. Entre risas, admite que solo la sacarán de casa “con una grúa”, porque no quiere repetir los errores del pasado: “con mi hijo, al mes de nacer ya estaba grabando ¿Qué apostamos? y era un horror. Dejaba al niño y me iba llorando a grabar. Pero, ahora, mi niña va a tener todo el amor de su abuela”.
Ahora, la obligación de Ana Obregón es estar feliz por su bebé. Inmersa en una nueva rutina de dormir poco, dar biberones y cambiar pañales, la actriz ya lo tiene todo preparado: “Sí, ya tengo todo. Tengo su cuna. Va a dormir en el cuarto de su papá, de Aless. Es un cuarto en el que no he tocado nada todavía, porque no me siento capaz. Iba a hacerle un cuartito aparte, pero le dije: ‘No. Vas a dormir con tu papá, que te va a cuidar como un ángel por las noches’, relata emocionada.