Hace tan solo seis meses, María José Cantudo tuvo que someterse a una operación de espaldas. La intervención era clave: si no lo hacía, podía incluso quedarse en silla de ruedas. Afortunadamente, todo salió bien. Tanto que medio año más tarde,la actriz ha participado en una procesión portando al Santísimo Cristo de los Alabarderos en Madrid. María José no ha podido ocultar su emoción, tanto durante el traslado como después. "El peso no parecía peso, parecía que estaba acariciando a Dios. Ha sido para mí muy importante. He estado muy enferma y necesitaba estar con él", ha declarado. Dale al play y no te lo pierdas.
-La felicidad de María José Cantudo en la boda de su hijo Manuel