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Cinco días han pasado desde que Ana Duato y su hija, María Bernardeau, emprendieran uno de los viajes más especiales e inolvidables de sus vidas. Con una gran mochila a sus espaldas y unas sonrisas para enmarcar, ambas pusieron rumbo a la India con un claro objetivo que la intérprete valenciana se encargó de anunciar a su comunidad de fans: "Para transmitiros la realidad sobre la trata de personas, una verdad intolerable que se vive hoy en día".
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De la mano de la Fundación Sonrisas de Bombay, madre e hija terminaron el mes de marzo en la ciudad más grande del país de Asia del Sur, Bombay, un periplo que concluirá el próximo 7 de abril. Lo hicieron con una meta: conocer en primera persona el trabajo de la ONG destinada a la lucha pacífica contra la pobreza y en favor de los Derechos Humanos que centra mayoritariamente su labor en la trata de personas en diferentes zonas del continente asiático y darle visibilidad. Una organización a la que la popular intérprete lleva años ligada, pues ya en 2012 conoció a su fundador, Jaume Sanllorente, escritor y periodista con el que tiene una gran relación y con quien ha dado forma a este proyecto bautizado 'Una sonrisa en la mochila' tras mucho tiempo imaginándolo y soñándolo.
Si la actriz, de 54 años, comenzaba expresando las ganas que tenía "de que nos acompañéis en este viaje" hace unos días, ahora ha compartido las primeras instantáneas arropada por su hija María, de 18 años, en su destino. Juntas han posado al lado de Jaume y con algunos niños con los que trabaja la organización a través de distintos parvularios y de los que han conocido sus historias. "Qué ganas de que veáis todas las imágenes que estamos rodando para transmitiros esta realidad oculta y tan injusta", ha dicho Ana, que ha aprovechado para anunciar que pronto estarán disponibles en Youtube y en Instagram.
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© @anaduatooficialMadre e hija, que han dedicado las últimas horas a visitar Kamathipura, conocido como el 'distrito de las luces rojas' y uno de los lugares del mundo con mayor concentración de casos de trata de seres humanos,han vivido divertidos momentos con los estudiantes, con quienes han compartido juegos y sonrisas, y han escuchado lo que les gustaría ser de mayores. También se han fotografiado con el tradicional bindi, el famoso punto sobre la frente, y han estado en Deonar, el vertedero más grande de Bombay, donde la Fundación actúa activamente para impulsar la educación, la salud y el acceso a los derechos fundamentales.
© @anaduatooficialEn las fotografías que han publicado se apreciael innegable parecido que hay entre ambas, tanto en el plano físico como en su lado más humanitario, algo que disfrutan de igual manera. Tal y como expresó la protagonista de Cuéntame cómo pasó en una entrevista que concedió a la propia ONG, a su hija, que en la actualidad despunta como artista, le encantaría enfocar su futuro trabajando "con niños, personas desfavorecidas… Siempre ha ido por esa línea". "Una cosa es viajar como niña y otra viajar para ver otras realidades que, a lo mejor, pueden ser duras y son muy diferentes a tu vida, y eso es un regalo para ella", dijo en el coloquio sobre la menor de la casa, a quien considera una persona madura.
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