No están siendo días fáciles para Carolina Marín. La estrella del bádminton ha sufrido un duro revés personal ocurrido horas antes de su partido de semifinales del Spain Master de bádminton, que tuvo lugar el pasado sábado en Madrid y en el que fue derrotada por su rival, la jugadora indonesia Gregoria Mariska Tunjung, por 10-21, 21-15 y 21-10. La deportista natural de Huelva se ha roto ante su comunidad virtual para contar el dolor que hubo tras ese duro enfrentamiento y el motivo fue el fallecimiento de su perro Thairon, al que adoptó junto a su pareja hace solo dos meses y medio.
La campeona olímpica, que el próximo mes de junio cumplirá tres décadas de vida, ha relizado un gran esfuerzo por explicar lo que ocurrió. Lo ha hecho visiblemente afectada y a través de un vídeo en el que se ha grabado mirando a cámara y relatando el duro momento que atraviesa, con subtítulos incluidos. Tal y como ha revelado, se enteró de lo sucedido tan solo unas horas antes del partido, "entre mi equipo y mi familia decidieron contarme la noticia porque necesitaba saberlo de alguna forma":"Le atropelló un coche y murió en el acto", ha contado con las lágrimas brotando de sus ojos.
Con varias fotos del perro, un American Stafford gris y blanco de rostro angelical, de fondo con las que recuerda los bonitos momentos que le regaló en las últimas semanas, Carolina ha lamentado ante sus fans la dolorosa pérdida, por la que sigue "estando destrozada": "Ha sido una pérdida muy importante para mí porque le había cogido muchísimo cariño en tan poco tiempo", ha dicho, al tiempo que ha hablado del miedo que sentía de regresar a su domicilio y notar su ausencia, algo que para ella es muy complicado.
En su desgarrador testimonio la jugadora también ha hecho referencia a su papel en el Centro Deportivo Municipal Gallur el pasado sábado, donde tuvo que hacer un esfuerzo más grande de lo habitual, algo que traspasó la pantalla. Una de las razones por las que decidió hacerlo, según ha confesado, es porque, pese a que no se sentía preparada, "sabía que mucha gente había venido al pabellón para verme", pues el enfrentamiento se disputaba en Madrid. "Estaba toda mi familia apoyándome y por eso quise hacer ese esfuerzo extra, pero, al fin y al cabo, cuando una emocionalmente no está bien o no se siente preparada, salió ese bloqueo durante el partido".
Carolina, que está viviendo este momento arropada por su novio, también ha contado que pensó mucho en Thairon durante esa semifinal, algo que seguirá haciendo siempre, y que sabe que su estrella brillará en el cielo junto a la de su padre. Afortunadamente ya ha podido despedirse del que ha sido su fiel escudero desde que le adoptara de una perrera en Córdoba a principios de año. "Thairon tiene 16 meses y ya llevaba un año en la jaula... Llegó a estar con una familia, pero lo devolvieron a la perrera y, desde entonces, empezaba a sufrir los problemas de vivir enjaulado. Aunque está un poco malito aún, pronto se recuperará del todo y podrá vivir como se merece", escribió la onubense el día quele presentó a sus fans como "un nuevo miembro más en la familia".
Aunque es consciente de que no va a ser fácil, Carolina se prepara para competir esta semana en el Master de Orleans, donde espera volver a disfrutar plenamente de su pasión, el bádminton. "Intentaré coger toda la fuerza posible para afrontar un nuevo torneo", ha señalado, al tiempo que ha agradecido la cantidad de mensajes cargados de cariño y apoyo que ha recibido y a su familia "por no haberme dejado sola en ningún momento".
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