Ginés Corregüela (52) ha vivido una noche llena de emociones en Supervivientes. El apodado 'Rey de los bocadillos' ha recibido la visita sorpresa de su hija Miriam y de su exesposa Isabel. Nada más ver a las dos mujeres, el aventurero se abrazó a ellas sin poder reprimir las lágrimas. "¡Qué felicidad más grande tengo!". Un sentimiento que, para sorpresa de todos, era mutuo por parte de Isabel, que decidió separarse del influencer al enterarse de que este le había sido infiel antes de poner rumbo a Honduras. "Tenía muchas ganas de verlo porque se fue sin despedir y me he sentido pérdida".
Unas palabras que hicieron que en Ginés se despertará la ilusión de una posible reconciliación con la que fue su mujer durante más de tres décadas. "Si me perdona sigo con ella. Nos conocimos con 17 años. Son 32 años de matrimonio y eso no se borra en un segundo". De la misma manera, el tiktoker volvió a mostrar su arrepentimiento por su affaire. "Sé que es muy duro y que lo he hecho mal. He pedido perdón mil veces".
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Tras esta romántica declaración, Isabel, con una gran sonrisa en la cara, dejaba abierta la puerta a la esperanza. "Todo esto tendrá que ser cuando él salga y hablemos tranquilamente. No se puede decidir algo aquí tan rápido porque han pasado muchas cosas. Ya hablaremos más tranquilamente".
Este reencuentro alegraba mucho a los presentes en el plató del reality show, que eran conscientes de que Ginés lo estaba pasando realmente mal por estar distanciado de su familia. Sin embargo, había una persona que no parecía estar tan contenta con lo sucedido: Yaiza, la actual pareja del influencer. "Creo que está haciendo lo que es cordial o políticamente correcto para no herir los sentimientos de sus hijas".
"Lo siento mucho Yaiza, pero ella está por encima de todas", se justificaba el robinson haciendo alusión a su exmujer. Además, Ginés, que llevaba una camiseta en la que ponía 'Felicidades' con motivo del cumpleaños de Yaiza, negaba que la relación que mantenían fuese un noviazgo serio. "Nos estábamos conociendo y ya está", explicaba al mismo tiempo que tiraba al mar un muñeco de cartón con la figura de su chica, gesto con el que quería poner punto y final a su idilio. Una ruptura a la que tendrá que hacer frente en directo, porque Yaiza está viajando a Honduras para aclarar todo lo sucedido. "Que me lo diga a la cara", sentenciaba.