“Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir”. Estas han sido las primeras palabras que Ana Obregón ha escrito en sus redes sociales tras conocerse, este miércoles, que había sido madre de una niña por gestación subrogada en Miami, donde este sistema es legal. En la última portada de ¡HOLA! Ana nos presenta, en exclusiva, a su nieta.
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Ahora, mostramos unas fotografías inéditas, donde la actriz, de 68 años, sale acompañada, por una persona de confianza, del Memorial Regional Hospital de Miami, uno de los hospitales más importantes de la ciudad de Florida. Con gafas de sol XL, para pasar desapercibida, y un total look blanco -es el color de luto en el budismo- que tal vez, puede ser un guiño a Aless Lequio, tal y como ella ha comentado en alguna ocasión, la presentadora abandonaba el centro médico con su niña en brazos.
Como mostramos en estas imágenes, la bióloga es fotografiada con la sillita porta bebés. La ilusión se refleja en su rostro, porque para ella, la maternidad siempre ha sido una parte fundamental en su vida. Además, con su niña en brazos - a la que cubre con una mantita rosa y podemos apreciar sus manitas-, entra en el coche que la está esperando a la salida del hospital para llevarla al apatamento. Allí, inmersa en la rutina de pañales, biberones y noches en vela, Ana podrá volver a desempeñar su faceta como madre.
La felicidad
La pequeña vino al mundo el lunes 20 de marzo en Miami, pero fue desde el 16 de este mismo mes, cuando Ana Obregón cogió un vuelo comercial para trasladarse. Durante los primeros días se instaló en un apartamento con vistas al mar, donde tiene previsto quedarse con su bebé tras su nacimiento y pronto, en cuanto finalicen los trámites para registrar a la pequeña y conseguir la documentación, ambas regresarán a España para instalarse.
Es innegable que Ana Obregón está radiante de felicidad, porque durante los últimos tres años no encontraba una razón para vivir. Tras la muerte de su hijo, Aless, que la sumió en una profunda tristeza, le siguió el fallecimiento de sus padres - con tan solo dos años de diferencia-, a los que estaba muy unida. Ahora, con la llegada de la pequeña, Ana Obregón no volverá a estar sola.