ho4105 mario casas© CORTESÍA OMEGA

Entrevistamos a Mario Casas en Londres, en la fiesta más ‘cool’ de la primavera

En la presentación de la colección ‘Aqua Terra Shades’ de OMEGA con Eddie Redmayne y Zoë Kravitz como embajadores


1 de abril de 2023 - 12:02 CEST

A orillas del Támesis, con la noche londinense como telón de fondo y la imponente Somerset House como escenario, ha tenido lugar una de las fiestas con más   glamour  de la primavera, en la que se han dado cita estrellas de la gran pantalla, influencers y personalidades del mundo de la moda: la presentación de la colección Aqua Terra Shades, de la firma de relojes suizos Omega.

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

Con sus embajadores a la cabeza, los actores  Zoë Kravitz, Eddie Redmayne y Zhou Dongyu, dio comienzo una velada llena de sorpresas en la que desfilaron por la alfombra roja desde Theo James (The White Lotus 2), Olivia Cooke (La casa del dragón) y Nicholas Galitzine (Cenicienta) hasta los españoles  Mario Casas  y la creadora de contenido digital Irina Isasia, pareja del conocido youtuber Rubén Doblas, conocido como El Rubius.

© CORTESÍA OMEGA

Sobre estas líneas, Mario Casas, quien fue uno de los invitados a la gran fiesta de Omega, en Londres.

Allí pudimos hablar con el actor español, que está muy emocionado por su debut como director con la película   Mi soledad tiene alas  , cuyo guion también ha escrito y que protagoniza su hermano Óscar. Fue en pleno confinamiento, estando solo en su casa, cuando se sentó ante un folio en blanco y la soledad de ese momento le dio alas para emprender el vuelo hacia su sueño de ponerse al otro lado de la cámara.

Para escribir esta historia, que hizo desde la primera línea para su hermano, contó también con la ayuda de la que fuera su pareja, la actriz y guionista Deborah François , e hizo un viaje al pasado rodando varias de las escenas en Barcelona, ciudad en la que pasó parte de su infancia. Ahora, sin poder ocultar su emoción por ver el resultado en la gran pantalla, nos cuenta cómo ha sido su bonita primera aventura como director… y seguro que no será la última.

© Cortesía Omega

—Mario, en este nuevo reloj Omega supongo que ya estarás contando el tiempo que queda para el estreno de Mi soledad tiene alas...

—Sí, tengo ganas de que pasen rápido las horas y los minutos, y que llegue rápido el día del estreno. Estoy acabando justo el montaje y estoy deseando que la gente la vea. Al final es como mi bebé, la he escrito junto a la guionista y he hecho la película que yo quería hacer y el personaje que a mí me habría gustado hacer con la edad de Óscar, 23 años. Un personaje precioso con una evolución enorme y con una sensibilidad arrolladora. Solo espero que al público le guste, que disfrute y que se emocione, porque es una peli con la que te puedes emocionar y te puede atrapar.

—¿Qué nos puedes adelantar? ¿Tiene algo que ver con tu pasado?

—Sí, pero solo por las localizaciones, ya que rodamos en Barcelona y ahí pasé mi infancia. Pero la historia es de tres chavales que viven en el barrio, que se dedican al principio a “pegar palos” y, de repente, sucede algo que hace que Óscar y Candela González —la otra protagonista— tengan que huir a Madrid, como Bonnie y Clyde, y dejarlo todo atrás. Vivirán una historia de amistad, de huida y de amor, y de conocerse.

“La película es como mi bebé, la he escrito junto a la guionista — quien fuera su novia — y el personaje protagonista es el que me habría gustado hacer a la edad de Óscar”

—La guionista es Deborah François. ¿Ella había escrito antes?

—Sí, había hecho algunos cortos y, además, lo que me parecía interesante de trabajar con ella, aparte de dar una visión diferente a la mía, es el tipo de cine que ella hace siempre. Viene de trabajar con los hermanos Dardenne, ha estado en Cannes y hace siempre películas más de autor. Yo quería juntar esos dos mundos, una peli de autor, de actores, con tintes o con pinceladas comerciales para llegar al público, para elevar la emoción e intentar llegar lo máximo posible.

—Hace unos días te fotografiaron con Deborah de nuevo...

Evito ver cosas y a los míos también les digo que no me envíen cosas así. Pero nada, sin más —ríe—.

© CORTESÍA OMEGA

Sobre estas líneas, la ‘influencer’ española Irina Isasia.

—En cuanto a tu hermano Óscar, ¿tuviste claro desde el primer momento que el protagonista de tu película era él?

—Desde la primera palabra era para Óscar. Siempre pensé que el día que hiciera o escribiera una peli quería vivir ese proceso con mi hermano, ir los dos de la mano y poder sacarle lo máximo posible porque, al final del día, yo sé el talento que tiene, la sensibilidad que tiene, lo trabajador que es… Sabía que podía exprimirlo al máximo y que se iba a dejar porque iba a estar en buenas manos. Ha sido muy intenso porque los he hecho ensayar mucho, ha sido una película bastante especial en ese sentido. Yo cuando ensayo son dos semanas, y a veces ni eso, pero nosotros estuvimos como un mes y medio con él y con los no actores, porque es una película en la que todos los demás personajes eran chavales que nunca habían hecho cine, que se dedicaban a otras cosas.

—Eso te iba a preguntar. Candela González no era actriz, ha sido una apuesta arriesgada entonces...

—Bueno, estuve un año y medio haciendo castings; ella llegó a hacer hasta seis o siete. Había algo que yo siempre decía y es que es una historia de gente de barrio, chavales humildes, y creo que esa verdad y esa alma las iban a dar chavales que no fueran actores. Después, sabía que era un reto porque rodear a Óscar de no actores es un trabajo en el que él no puede quedar fuera de ese tono. Era mi miedo más grande a la hora de empezar a trabajar el personaje, pero a las semanas vi que congeniaban, se hicieron hermanos los tres protagonistas y daba gusto verlos. Ahí ya dije: “Tenemos la peli y tenemos la relación de estos tres chicos, y la de Óscar y Candela”. Había química y esta química en momentos va a traspasar la pantalla.

© CORTESÍA OMEGA

La actriz Olivia Cooke, una de las estrellas de la serie ‘La casa del dragón’.

—Después de verte siempre como actor, ahora nos mostrarás otra faceta tuya. ¿Estás nervioso?

—Sí, porque al final recae todo sobre ti. Como actor a veces incluso el resultado de una interpretación se achaca al director.

—¿Es cierto que te da vergüenza oírte o verte en pantalla?

—Sí, sí. Me ha costado mucho, y me sigue costando. Es muy complicado verse, no eres tú y te conoces perfectamente. Estás creando un personaje que, aunque consigas convertirte muchas veces en él y aportes trozos de ti y emociones, cuando ves la peli es muy difícil analizarse y ser crítico. Cuando se estrena, la puedo ver una vez y ya no me veo más porque no puedo —ríe—… Sufro.

—Parece que eres muy exigente contigo

—Sí, es que no veo otra manera. A ver, una cosa es ser exigente, que lo soy, y creo que es algo bueno, y otra cosa es ser obsesivo, que me lo dicen a veces y es algo malo. Me obsesiono mucho con el trabajo, quiero ser muy perfeccionista, quiero trabajar mucho, ya sea en un personaje o ahora como director, porque por lo menos sé que yo he puesto toda la carne en el asador y que he dado todo lo que he podido. Para mí la exigencia es algo básico en este trabajo, tú trabajas para el público, a mí me gustan las películas donde al actor le ves el trabajo, la exigencia, donde ves que está dando absolutamente todo, entonces, para mí es necesario porque esas energías y esa manera de trabajar se transmiten al público y consigues llegar mucho más al espectador.

© Cortesía Omega

—¿Crees que en tu caso ha costado que se reconozca más tu talento por ser guapo?

—No creo eso. Creo que tiene que ver más con el género o el tipo de película o las series que has hecho cuando eres más joven. Pero hay actores, como por ejemplo Robert Pattinson, que con Crepúsculo recibió malas críticas y ahora está haciendo una carrera brillante. Yo confío mucho en el destino y yo creo que tú al principio puedes hacer películas o series teenager, de las que, además, estoy súper orgulloso y son trabajos de los que tengo un recuerdo increíble, y luego, las carreras están en el trabajo y en el destino. A mí ahora me ofrecen otro tipo de papeles más variados, pero seguiría haciendo este tipo de cine comercial de historias de amor.

—De todas las personas que has conocido a lo largo de tu carrera, ¿quién te ha inspirado más?

—A mí me inspira el cine en sí, cuando veo una peli. Es cierto que en mi carrera he tenido la oportunidad de conocer a actores maravillosos, el primero que se me viene a la cabeza es Luis Tosar, al que ya admiraba. Pero no es tanto porque me haya inspirado en mi carrera o me haya dado consejos, es por ver a un actor tan grande y por tener la oportunidad de trabajar con él, yo siendo un chaval, y que me tratara de una manera normal. Un tipo trabajador, que no va de nada, eso es lo que a mí me ha aportado. También José Sacristán. Es gente que me ha enseñado sobre todo a saber como me tengo que comportar en mi carrera, con los equipos, con los actores.

—¿Qué es lo que más te ha costado en el camino, desde tus comienzos hasta el momento es que estás ahora?

—Costar, costar… ¡Es que soy un privilegiado! Me han regalado un trabajo que amo, estoy haciendo lo que me gusta, hago pelis como actor, siempre había soñado con ser director y de repente me dan la oportunidad… Es verdad que en el camino dan miedo muchas cosas, da miedo dirigir, da miedo que la gente vea tu peli y da miedo que a la gente que forma parte de tu vida no le guste, pero por lo demás, he tenido mucha suerte y lo único que puedo hacer es dar las gracias y seguir currando.

—¿Ahora que otros proyectos tienes en el horizonte?

En junio empiezo a rodar con Rodrigo Cortés una peli que se llama Escape, con Anna Castillo también. Tengo muchas ganas porque Rodrigo es de los mejores directores que tenemos en este país y fuera de nuestras fronteras y es alguien que me interesa mucho lo que cuenta, cómo lo cuenta, alguien muy interesante y es un guión que me llegó y, en seguida, quise hacerlo. También tengo pendiente de estrenar A ciegas 2, que la primera la había hecho Sandra Bullock y saldrá, me imagino, en unos meses en Netflix. Además, voy leyendo algunos guiones y pensando que hacer más adelante, pero es cierto que hasta finales de agosto voy a estar liado con Mi soledad tiene alas.