No es habitual que Isabel Pantoja se prodigue en grandes eventos, así que cuando lo hace todas las miradas se posan en ella. El pasado sábado 25 de marzo acudía al Baile de la Rosa en Mónaco, tal y como nos anunció de manera exclusiva en las páginas de ¡HOLA!. Y desde ese momento, en que la artista nos contaba que había sido invitada por un conocido común cercano a la familia Grimaldi , la cuestión de la identidad de dicho amigo se convirtió en búsqueda y asunto nacional. Mientras se dirimía entre platós y bambalinas la gran incógnita, Isabel guardó silencio, sin entrar a confirmar o desmentir, y mucho menos dar explicaciones.
“¿Por qué estaba yo allí? Pues porque sí”, nos dice una vez finalizado el baile cuando le mencionamos la expectación que había creado su presencia así como descubrir cómo había llegado su nombre a la lista de asistentes. “…Porque fui invitada simplemente a través de mis amigos Thomas, Manel y Fidel. Ellos llevan yendo toda la vida, tienen su mesa de siempre, así que estoy superagradecida y feliz de que se hayan acordado de mí. Y me han invitado todos los años, que vaya o no ya es cosa mía, si tengo o no trabajo…pero voy a estar muy agradecida siempre a los tres. Les mando un beso desde aquí y otro, el más grande, para Shirley”. Isabel se refería al artista catalán Manel Dalgó, establecido en el principado desde hace muchos años, muy querido en Palacio y muy cercano a Estefanía, con quien ha colaborado en numerosas ocasiones recaudando fondos para Fight Aids Monaco, fundación que la princesa creó en 2004. Manel, casado con el empresario alemán Thomas Schmieder, y socio y amigo desde hace más de treinta años de Fidel Rodríguez – juntos trabajaron en las principales salas de Barcelona, París y Berlín-, es íntimo de Shirley Bassey. Isabel Pantoja, que en 2020 había versionado su canción This is my life (“Esta es mi vida”) admira y estaba deseando conocer a la estrella británica, la cantante que más veces ha interpretado el tema principal de una película de James Bond (tres en total).
“Conocerla ha sido lo máximo, espectacular. Estar con ella ha sido uno de mis sueños cumplidos gracias a Dios. No todos los sueños se cumplen, pero este si se me ha cumplido” nos cuenta Isabel. Quién sabe si de esta nueva amistad pudiera nacer alguna colaboración futura. “Nos dijimos muchísimas cosas muy bonitas, que jamás hubiera imaginado que ella me podría decir a mi. Me siento muy satisfecha de haberla conocido y de tener su contacto. Me traducían absolutamente casi todo lo que yo le hablaba, pero yo también le enseñé mucho español. Todo lo que pude en todas las horas en las que estuvimos juntas”, añadía Isabel que incluso cantó con Bassey a su llegada un fragmento de Bésame mucho.
A quién no pudo conocer Isabel, aunque era otro de sus sueños, fue a Carolina. Sí al príncipe Alberto, que fue muy cariñoso con ella.
“El menú, extraordinario y la decoración demasiado -ríe- como de las mil y una noches. Y la música es lo que más me gusta del mundo. No me puedo quedar solo con un número musical, todos fueron fantásticos, llenos de color con los bailarines y bailarinas… Vuelvo a repetirte, me sentía como si abrieras el libro de Aladín y te introdujeras dentro de él. Y la canción Grace Kelly, de Mika, fue increíble y culminó todo el show. Yo me lo pasé fenomenal y me encantó todo. No puedo poner ni un pero en nada” concluye Isabel Pantoja.