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Es el fundador del club privado de magia más exclusivo de España, el Ibiza Magic Club, se ha codeado con celebrities de todo el mundo, entre ellos Paris Hilton y las estrellas de Hollywood, Johnny Depp, Adrien Brody y Leonardo Di Caprio , y trabajó durante quince años con la familia real de Arabia Saudita. Es Lucas Di Giacomo, un mago nacido en Suipacha (Argentina) hace 38 años y que, el pasado 23 de marzo, aterrizó en Madrid para llenar de magia e ilusionismo clásico el Espacio Ibercaja Delicias con The Journey, un show familiar e interactivo que aúna los mejores números de mentalismo, juegos de manos y grandes ilusiones. “Es un espectáculo teatral que combina la magia, el teatro, la danza y la música en directo para contar una historia basada en hechos reales, mi autobiografía, en la que relato cómo salí de un pequeño pueblo de Argentina con destino a Europa y trabajé para el hijo del rey en Arabia Saudita . Todo va girando en torno a la frase de Walt Disney, “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”, con el fin de recordarle a los espectadores que, con fe y mucho trabajo, nada es imposible”.
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© @lucas_digiacomo-¿Qué esperas del público ? ¿Cómo te gustaría que saliera después de verte?
-Quiero llevarle a un viaje donde la magia es el hilo conductor y donde no importa si estás cerca o lejos del escenario. Lo importante es que se lo pasen bien, se divertan, se emocionen y no piensen en cómo hice el truco, o que lo descubran, sino que se dejen llevar por la historia. Mi trabajo estaría bien hecho si consigo que, con ella, la gente vuelva a conectar con sus sueños y sea consciente de que no hay nada imposible y que los pueden hacer realidad.
-Está claro que tú has conseguido cumplirlos. ¿Qué le dirías ahora a ese Lucas que llegó a Madrid y trabajó en la calle por un puñado de monedas?
-Le recordaría que siga soñando y que no hay nada imposible. Yo te puedo asegurar que los sueños se hacen realidad porque, echando la vista atrás, recuerdo a ese chico que con diecisiete años llegó a Madrid, que tuvo que trabajar los domingos en el parque de El Retiro por un puñado de monedas. Mira por donde, ahora tiene un club privado en Ibiza y ha puesto en marcha un espectáculo con un presupuesto de más de un millón de euros.
Echando la vista atrás, recuerdo a ese chico que, con diecisiete años, llegó a Madrid y que tuvo que trabajar los domingos en el parque de El Retiro por un puñado de monedas
-Unos tienen pasión por la cocina, otros por el deporte. ¿Cómo nació en ti la pasión por la magia?
-Yo provengo de una familia de artistas, mi abuelo era propietario de un circo, y, con diez años, comencé a estudiar música, un mundo por el que también siento una enorme pasión. La música de por si es mágica y, en mis shows, siempre la incluyo. Estando en el Conservatorio de Música Jorge Williams, un compañero me regaló un viejo libro de magia que había encontrado en la casa de su abuela recién fallecida. En el camino de la escuela a mi casa, aprendí el truco de la carta dentro de la naranja que venía en el libro y, al llegar, desperté a mi madre y le dije que quería dejar la música y hacer magia. Me fascinó tanto que, quince días después, me mudé a Buenos Aires para estudiar en la prestigiosa escuela del mago Fu-Manchu.
-¿Quiénes han sido tus referentes en la magia?
-Todos tenemos como número uno al gran David Copperfield. Ver sus shows era increíble. Y también me han inspirado mucho el Gran Carter y los magos americanos de los años veinte, que llevaron la magia teatral al más alto nivel. Es lo que yo hago ahora en The Journey, con un impacto más grande en lo que se cuenta que en lo que se hace y en el que cuento con música en directo, bailarines y actores.
© @lucas_digiacomo
© @lucas_digiacomo-¿Y de dónde sacas los trucos?
-Como soy un amante de la historia, busco los trucos clásicos y los grandes efectos y los reinvento y adapto a mi estilo. Eso sí, no hago un truco porque sí, siempre pienso qué es lo que quiero contar y después qué truco utilizar para contarlo.
-Actuar delante de celebridades como haces tú, ¿genera más presión?
-Sí y no. He tenido la posibilidad de actuar para la Casa Real de Arabia Saudí, para el hijo del Rey, el príncipe Abdulaziz bin Fahd, con el que trabajé durante quince años y, cada día, realizaba un show diferente. Eran casi trescientos espectáculos al año de quince minutos de duración, con dos o tres actos nuevos diarios. Un reto muy importante que, además, me llevó a viajar por todo el mundo. Junto a él estaban Tim Burton, Steven Spielberg, Leonardo Di Caprio, Johnny Depp.... De entrada, al verlos delante de tí, sientes algo de presión, pero son gente muy cercana y divertida. The Journey está “muy inspirado en Burton, en esa fantasía, en ese mundo paralelo de ilusión. Vivimos más en la fantasía que en la realidad. Estamos más cómodos en la fantasía porque nos permite jugar y equivocarnos sin que nos juzguen.
Con Johnny Depp lo he pasado muy bien. Llegó a Ibiza para estar dos semanas y pasó con nosotros tres meses
-¿Cómo surgió el trabajo con la familia real árabe?
-Tenía diecinueve años, estaba en Ibiza y el hijo del Rey mandó pedir un mago y aparecí yo. Le hice mi show de magia una noche de verano en su barco, a las cinco de la madrugada, y me dijo “tomorrow again” (“mañana de nuevo”). Y así durante quince años. Ese “tomorrow again” diario nunca lo olvidaré. Fue increíble. Los dos hemos crecido juntos, nos hemos apoyado y, a veces, nos hemos odiado. Han sido muchísimos años, por eso la gente no sabe mucho de mí. Mi contrato se terminó hace poco y ahora, en este nuevo viaje, quiero abrir mi magia al resto del mundo y mostrar a grandes y pequeños la esencia del ilusionismo.
© @lucas_digiacomo
© @lucas_digiacomo-De los rostros conocidos para los que has trabajado, ¿hay alguno que se haya mostrado especialmente emocionado contigo?
-Con Johnny Depp, lo he pasado muy bien. De hecho, en una ocasión, llegó a Ibiza para estar dos semanas y pasó con nosotros tres meses. Se nos ocurrió hacer un espectáculo juntos para sorprender a los invitados y apareció una noche en el barco en el que estábamos vestido de Jack Sparrow y diciendo que venía dispuesto a tomar la embarcación.
-Se puede decir que, además de magia, has llevado una vida mágica, ¿no?
-Sí, sin lugar a dudas. Y un viaje mágico. Siempre soñé con viajar por el mundo y compartir mi magia con la gente. Mi primer show fue en una carpa de circo a los ocho años, viajé persiguiendo un sueño durante veinte y ahora vuelvo a Madrid, donde actúo en una capa de circo. Es como cerrar un círculo y empezar una nueva etapa.
