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La relación de Álvaro de Luna con la música viene de lejos y la constancia, a la que alude en varias ocasiones, la herramienta a la que adjudica de su éxito. De Sevilla a Londres, de cantante a productor y compositor, y vuelta a comenzar. El artista ha probado todos los campos creativos de la industria, aunque su primer gran punto de inflexión llegó con el grupo Sinsinati , del que era vocalista. La formación consiguió pegar algunos temas, incluido el ya eterno Indios y vaqueros que continúa sonando sin cesar. Sin embargo, la pandemia fue para él, como para tantos otros, palanca de nuevos comienzos. Tras la cuarentena, decidió iniciar su proyecto más personal tras pasar –en 2019– por el talent show La Voz. Sus propias carnes son la prueba de que no ganar no siempre es perder, porque el sencillo Juramento eterno de sal, lanzado en solitario en 2020, fue la catapulta definitiva a los números 1 y a los millones de reproducciones en plataformas de streaming, además del germen de su primer disco, Levantaremos el sol.
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De ello hablamos con el artista y también de su noviazgo con la influencer Laura Escanes, exmujer de Risto Mejide, con la que comenzó su relación el pasado mes de otoño y de la que ahora habla por primera vez en la presentación de Gentlemen Society, la nueva fragancia masculina de Givenchy, donde se reunieron rostros conocidos del mundo de la música, el cine, la moda y las redes sociales.
-Álvaro, ¿tú eres muy aficionado a las fragancias?
-Sí, muchísimo. No sabría decirte cuántas tengo exactamente, pero creo que debo tener más de treinta.
-Está claro que no eres nada fiel.
-Es que soy de los que piensan que tienes que usar una fragancia distinta en función de cada momento. Tengo algunas que las uso un domingo, otras para salir y alguna que otra que utilizo cuando quiero olerle bien a alguien en particular.
-¿Cuáles son las que más te gustan?
-Me gustan con olores intensos, como Gentlemen Society. Esas que cuando pasas dejan rastro. Creo que este es un perfume ideal para esto, me identifico mucho con ella.
“Huelo a felicidad. Estoy viviendo un momento muy feliz a nivel laboral y personal”
-¿Cómo artista eres también intenso?
-Sí, soy muy intenso como persona y como todo.
-¿Y te rodeas de gente intensa como tú?
-Sí. Y también de personas que no son intensas para que cuando me paso de frenada, me digan: “¡Tranquilo!”
-¿A qué hueles tú en estos momentos?
-Yo creo que huelo a felicidad. Estoy viviendo un momento muy feliz a nivel laboral y personal. Y estoy muy contento y satisfecho con todas las cosas que me están pasando.
-Estás a punto de terminar tu gira, ¿qué balance haces de ella?
-De la gira de despedida del disco, solamente nos queda Barcelona y la verdad es que estoy súper contento por como ha recibido el público las canciones nuevas y tengo muchas ganas de que todo el mundo escuche mi nuevo álbum, que saldrá en septiembre.
-Tu nuevo single Portarse mal, ¿está dedicado a alguien en especial?
-Está dedicado a mi mismo. Es una canción que habla de esos momentos en los que, cuando no estás bien, te dedicas a portarte mal y a evitar los problemas en vez de enfrentarte a ellos.
-¿Y Todo contigo?
-A nadie en especial. Yo creo que las canciones se dedican a quienes las quieran recibir. Una vez que salen a la luz, cada uno elige a quien se la dedica y cómo se la dedica. Yo, como cantautor, suelo contar vivencias, experiencias y sentimientos míos.
“Sigo quedando con la misma gente de siempre, sigo bajando al mismo bar a tomarme un café y paseo con total normalidad”
-De tu nuevo trabajo discográfico, ¿qué nos puedes adelantar?
- Yo creo que es muy yo, me siento muy reflejado en él. Le tengo un cariño muy especial al primero, pero yo creo que era un disco transitorio entre lo que hacía con Sinsinati y lo que quiero hacer ahora. Hemos encontrado el sonido y he encontrado la manera de expresarme como me apetece. Haciendo música y haciendo arte en general, es muy importante expresarte libremente. Estoy convencido de que mi nuevo trabajo va a sorprender mucho y que desvela una faceta nueva de mi.
-Tus últimos cinco años se han traducido en un ascenso meteórico al estrellato musical. Visto con cierta perspectiva, ¿no te da vértigo?
-Antes me daba más vértigo. Ahora digamos que estoy en el proceso de asimilar todo lo que me ha pasado, de valorar todo lo que tengo, de asimilar todo lo que he vivido y de seguir trabajando para que sigan así las cosas. Cuando las cosas te van bien es cuando más hay que currar, es importante no relajarse.
-¿Cómo llevas eso de ser una estrella?
-Lo llevo de la manera más natural y normal posible, porque no me considero una estrella. Sigo quedando con la gente de siempre, sigo bajando al mismo bar a tomarme un café y paseo con total normalidad.
-La fama cuesta, eso está claro, pero ¿qué hay de bueno y qué hay de malo en ella?
-Lo mejor es que me ha dado la oportunidad de dedicarme a algo que me apasiona desde que era un crío y lo peor es que determinadas cosas privadas pasan a ser como de carácter público. Me sigue resultando muy difícil hablarle de mi vida a alguien que no conozco.
-¿Te refieres a tu relación con Laura Escanes?
-Por ejemplo. Hay que respetar cuando alguien no quiere hablar o mo quiere decir algo porque cada uno decide sus tiempos y decide cuándo y de qué manera contar algo. Cuando empezaron las preguntas, nos estábamos conociendo y no podíamos decir por tanto nada. Hemos contado lo nuestro como nos ha apetecido y al tiempo y ritmo que hemos creído conveniente. Creo que así es como salen bonitas las cosas.
“A Laura y a mí se nos nota que estamos muy bien y eso nos produce una satisfacción increíble”
-¿Qué te aporta Laura en estos momentos?
-Me aporta muchas cosas buenas ¿no me ves la cara de felicidad? Me da mucha estabilidad y felicidad y eso me hace sentirme bien y estar muy contento. A Laura y a mí se nos nota que estamos muy bien y eso nos produce una satisfacción increíble.
-¿Qué es lo que más te gusta de ella?
-Eso se lo digo yo a ella (risas).