Detrás de su frágil aspecto y su tímida mirada se esconde una mujer fuerte e independiente de 28 años, con ganas de comerse el mundo, que no se rinde ante nada ni nadie por conseguir sus metas… Y el sueño de Belén Écija era ser actriz. Al principio siempre pesa el cartel de “hija de”, ya que sus padres son dos pesos pesados en el mundo del cine y la televisión —Belén Rueda y el productor Daniel Écija—, pero con esfuerzo todo se acaba demostrando. Ella comenzó estudiando la carrera de Comunicación Audiovisual y terminó compaginándola con sus estudios de Interpretación, donde ha acabado encontrando una profesión que le fascina y le llena más a cada paso que da. Y sus aspiraciones no se han quedado ahí: ella sigue formándose y sigue poniéndose retos. El último, sacarse un máster de Guion en la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid), porque en el futuro le gustaría trabajar y llevar a la pantalla sus propias historias.
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Belén se considera una persona inquieta, que necesita moverse continuamente, a la que también le atrae mucho el mundo de la moda, donde, viendo cómo se ha enfrentado a esta sesión de fotos, se desenvuelve como pez en el agua. Le gusta arriesgar con sus estilismos, tiene un estilo propio y confiesa que apenas cambia las prendas de su armario por temporadas, y con esa forma de vivir la moda, conquista en las alfombras rojas y en las redes sociales. Ahora, Belén nos descubre un poco más su forma de entender la moda, de ver el mundo del cine y nos desvela algunos de sus próximos proyectos.
—Hola, Belén. Lo tuyo es la interpretación, pero posas como una modelo profesional, ¿alguna vez has pensado encaminar tus pasos hacia el mundo de la moda?
—Siempre he admirado mucho la moda y me parece que, además, es compatible con la profesión de actriz. Me parece un arte y una manera de expresión bonita, así que, en cierto sentido, sí que me interesa, pero me gusta vestir como me siento y no tanto seguir las tendencias.
—¿Cómo definirías tu estilo?
—Considero que tengo un estilo original y distinto. Tengo muy claro lo que me sienta bien y me gusta arriesgar.
—¿Cuáles son tus básicos para esta temporada?
—Nunca fallan unos botines planos en mi armario, y el bolsito de Maje o de Bimba y Lola también suelen acompañarme en cualquier plan.
“Ser hija de quien soy no me ha puesto las cosas ni más fáciles ni más difíciles. Siento su apoyo, pero no me han regalado nada”
—Si echáramos un vistazo a tu armario, ¿crees que habría algo que llamaría la atención?
—La cantidad de crop tops y bodies que tengo, aunque sea invierno. Creo que lo que más sorprende es eso, que apenas cambio las prendas por temporadas, pero pienso que, si sabes llevarlo, todo se puede combinar en cualquier estación… excepto las sandalias.
—¿Quiénes son tus referentes en la moda?
—Creo que una mezcla entre la actriz Brigitte Bardot, que, aunque sea de los 60, puedo verme representada en sus minifaldas, botas, minivestidos con detalles florales, hombros descubiertos… Y también Kate Moss, llevándolo más a la actualidad.
—En la vida, ¿qué personas te inspiran?
—Me inspiran Marion Cotillard, Meryl Streep o Virginia Woolf. Sobre esta última, hice mucho hincapié en mi trabajo de fin de grado, aunque me parecen todas un icono a seguir en todos los sentidos.
“Mis padres siempre me han dado consejos cuando se los pido… y cuando no, también. Poder entender y transmitir a tus hijos tu experiencia, escuchar a tus padres y admirarlos es un regalo”
—Tú estudiaste Comunicación Audiovisual y, también, comenzaste tus estudios de Interpretación. ¿Crees que ser hija de Belén Rueda o Daniel Écija te ha puesto las cosas más fáciles o, por el contrario, más difíciles?
—Ni más fáciles ni más difíciles. Siento su apoyo, pero no me han regalado nada. He trabajado en prepararme durante muchos años, sobre todo en interpretación, y sigo trabajando y estudiando en ello sin parar. Es la única forma de avanzar y recoger frutos a largo plazo; es una carrera de fondo. Al fin y al cabo, estás delante de un público y, si no has trabajado o no te dejas la piel, no hay forma de taparlo ni con un padre, una madre, un novio o una tía abuela en la profesión.
“Soy bastante cabezota. Si algo me gusta de verdad no lo suelto. Creo que la profesión que elijes ocupa gran parte de tu vida y, si tiras la toalla, es un boicot a tu felicidad”
—¿Pensaste alguna vez en tirar la toalla o eres de las personas que se ponen una meta y luchan hasta el final?
—Soy bastante cabezota. Si algo me gusta de verdad, no lo suelto. Creo que la profesión que elijas te va a acompañar todos los días y ocupa gran parte de tu vida. Si tiras la toalla es un autoboicot a tu felicidad. Sé que no es fácil encontrar una vocación. Yo solo lucho por lo que considero que vale la pena y, si he encontrado eso tan difícil, ¿cómo voy a tirar la toalla? El poder trabajar en algo que conmueve a las personas y les hace reflexionar y que se convierta en tu profesión es una lucha que nadie debería abandonar.
—¿Tus padres te dan muchos consejos?
—Sí, siempre que se lo pido, y aunque no lo haga, también me los dan. Poder entender y transmitir a tus hijos tu experiencia y escuchar a tus padres y admirarles es un regalo.
—¿Cuál es tu sueño como actriz?
—Poder seguir dedicándome a esta profesión toda la vida y volcarme en vidas de personas con universos muy distintos al mío, para seguir entendiendo y aprendiendo cada vez más de las relaciones y seguir viviendo esas experiencias únicas que se generan en los rodajes, contando historias y formando vínculos en equipo.
—De todas las personas que has conocido hasta ahora por tu trabajo, ¿quién te ha impresionado más y por qué?
—Alguna vez la he nombrado, pero Ángela Molina es una persona que me fascina. Aunque no teníamos muchísima trama juntas cuando rodé con ella la serie La valla, sí que, hablando, interpretando o simplemente andando, generaba un magnetismo sin igual. Hace lo que quiere y siempre le sale bien porque lo hace desde el corazón, es auténtica. Esa autenticidad en las personas es lo que más admiro y es muy difícil de encontrar.
“En un futuro me encantaría escribir con criterio y, quién sabe, crear proyectos en los que pueda ser parte de una historia y un reparto que yo misma haya creado”
—Cuando no estás trabajando, ¿qué hobbies tienes? ¿Cómo te gusta desconectar?
—Me gusta visitar lugares con culturas diferentes, escribir y, sobre todo, necesito moverme continuamente, haciendo lo que sea, pero estar en movimiento. Si no tengo mucho tiempo para todo eso, disfruto haciendo pilates o lo que sea que me estimule físicamente y me dé paz para cargar energía.
—¿Qué proyectos y retos tienes este año que nos puedas adelantar?
—Acabo de empezar una serie que dentro de poquito podré contar y estaré rodando hasta finales de agosto. Estoy muy contenta con este nuevo personaje. En septiembre, seguramente, empiece un proyecto en Estados Unidos con una historia detrás increíble; han depositado toda la confianza del mundo en mí y no puedo estar más agradecida. Ahora, al mismo tiempo que la serie, estoy sacándome el máster de Guion en la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid). En un futuro me encantaría escribir con criterio y quién sabe, poder crear proyectos en los que pueda ser parte de una historia y un reparto que yo misma haya tenido la oportunidad de escribir.