Desde que hace algo más de un año se convirtiera en el “portavoz no oficial” de su familia tras la separación de sus padres, la popularidad de Pablo Urdangarin, hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha ido en aumento. Su exquisita educación y su gran talante para tratar a la prensa unido a un físico espectacular gracias a su 1,94 de estatura y sus bonitos ojos azules le hicieron ganarse instantáneamente el cariño y el respeto de todos. Un cariño y un respeto que hoy en día aún permanecen, pues a día de hoy, no ha habido ninguna ocasión en la que Pablo haya perdido las formas.
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Centrado en su carrera deportiva como jugador del Barça de balonmano, Pablo, de 22 años, se convertía estos días en noticia tras ser fotografiado besándose con una chica por las calles de Barcelona. Ahora unos días después de la publicación de esas imágenes,que el propio Pablo prefirió no comentar alegando a su privacidad, se ha conocido que se trata de Johanna Zott, jugadora de voley en la categoría senior B del equipo Espluges de Llobregat (Esplugas de Llobregat), a la que Pablo habría conocido cuando estudiaba en el Liceo Francés de Barcelona.
Hija de una doctora y un profesor de una prestigiosa escuela de negocios de la Ciudad Condal, Johanna parece estar completamente integrada en la vida de Pablo, y tanto es así que no dudó en acudir a apoyarle a uno de sus partidos coincidiendo allí con la mismísima infanta Cristina, quien acudió acompañada por Cristina Fernández, mujer del regatista Roberto Molina, amigo de la Infanta e Iñaki Urdangarin.
Sentadas en diferentes localidades, ambas vivieron el partido con mucha emoción y no fue hasta el final del encuentro cuando ambas se acercaron a felicitar a Pablo por la victoria del Barça cuando ambas se conocieron. Doña Cristina y Johanna se saludaron cariñosamente con su beso y mantuvieron una distendida charla antes de que un amigo de Pablo se acercara a saludarla y ambas volvieran a sus respectivos asientos.
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La infanta se mostró muy sonriente y muy cariñosa con Johanna, pero especialmente con su hijo con el que se fundió en un efusivo abrazo del que le costó separarse, a la vez que deshizo en halagos y mimos hacia el deportista, unos gestos que, sin duda, reflejan la buena relación que hay entre ellos y el apoyo tan grande que el joven es para su madre.