Genoveva Casanova es una caja de sorpresas. Tan pronto se confiesa rockera como está escribiendo “un libro de filosofía de la empresa”. Así se lo contó a ¡HOLA! en la exposición Bowie Taken by Duffy, que acoge estos días el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y que propone un recorrido por la vida del camaleónico cantante de Space Oddity, Heroes, Let’s Dance y Rebel Rebel, entre otros temazos. Allí, Genoveva también nos habló del susto que se llevó con la suplantación de su identidad en las redes, tras ser hackeadas sus cuentas.
–David Bowie siempre fue un rebelde. ¿Tú tuviste una etapa así en tu juventud?
–Sí la tuve. Y algo se me quedó porque sigo siendo un poco macarra (ríe).
–¿En qué sentido?
–Tengo mi moto y voy con mi Harley por la ciudad. Escucho rock todo el día… Es la música que escucho.
–Entonces, eres más rockera de lo que la gente la gente se piensa.
–Sí, mucho más (ríe).
–No sé si tus hijos también han pasado por una etapa rebelde.
–Pero no en plan rockeros. La cultura del rock no ha sido especialmente marcada en ellos. Pero todos los adolescentes pasan por la etapa de rebelarse un poco. Sobre todo, el cuestionar las reglas y las normas, pero creo que es sano.
–¿Te consideras una madre estricta?
–Soy estricta para unas cosas… ¡Mucho! (ríe). Pero, para otras, no.
–Mucha gente ha pasado por una etapa llamativa en su adolescencia: heavy, hippie… ¿También tú?
–He pasado por todas. He sido hippie, porque iba hasta en guarachas a la universidad. Luego, tuve mi etapa rockera. Después, pasé por mi etapa más intelectual, en la que sólo iba con mis gafitas y mis libros (ríe). Así he pasado por todas las etapas.
–Ahora estás teniendo una vida tranquila.
–Paso mucho tiempo en Carmona, sí. Cuando necesito estar en Madrid, vengo aquí... Si no, estoy allí.
–¿Qué es lo que más valoras de vivir en el campo?
–Creo que el tiempo de ocio te da la oportunidad de reflexionar sobre muchas cosas. Sobre todo, dedicarte a cosas más sencillas, que, a veces, no disfrutamos lo suficiente por estar en la vida frenética de la ciudad.
–Aparte de eso, ¿hay alguna novedad importante en tu vida?
–No. Los niños fenomenal y Cayetano muy bien. Luego, yo estoy escribiendo…
–¿Un nuevo libro?
–Ya terminé uno de ellos y estamos en la parte de la edición. Estoy contenta con eso.
–¿Nos puedes avanzar algo?
–Es un filosofía de la empresa, de la economía.
–¿Y el proyecto turístico –en Sevilla, en el que ha trabajado con Cayetano Martínez de Irujo– en el campo ? ¿Cómo avanza ?
–Ya está inaugurado y ahí vamos. Es un proyecto muy bonito.
–Hace unos días te llevaste un susto después de que hackearan tus cuentas en las redes. ¿Cómo te enteraste?
–Me escribió un amigo de México diciéndome que le habían escrito en inglés desde mi cuenta. Me hackearon las cuentas y me suplantaron la identidad. Ya lo he reportado con la ayuda de mucha gente, que me ha hecho el favor. Pensé que mejor avisaba, no fuera a ser que cayera alguien en la trampa y les hicieran un fraude.
–¿Ha habido alguna víctima?
–Hasta ahora no, porque reaccioné muy rápido. Cambié las contraseñas y avisé a todo el mundo, para que no se creyeran cualquier mensaje.
–¿Se ponían en contacto con tus amigos y les pedían información?
–Haciéndose pasar por mí, sí. Muy feo. Tengo entendido, por mucha gente que me ha escrito, que está pasando muchísimo. Hay que tener mucho cuidado de no caer en trampas, no responder preguntas de ningún tipo. Ya si es una persona cercana a ti, mejor un contacto directo a través del móvil.
–Como sabrás, este es el mes de la mujer. ¿Qué mujeres han sido referentes para ti a lo largo de tu vida?
–He tenido tres referentes: mi mamá, mi abuela y mi suegra. Son las tres personas de las que he aprendido, a las que más he admirado y que más me han querido. Las tres, cada una de una manera distinta.
–¿Qué recuerdas de doña Cayetana?
–Con muchísimo cariño. Todavía me cuesta hablar de ella porque me emociona y se me corta la voz. Tengo un montón de cosas de ellas: regalos, fotos por casa… La tengo muy presente todo el tiempo.
–Por último, querríamos preguntarte por la relación con Luis Miguel y Paloma Cuevas. Estarás muy contenta por ellos.
–No voy a entrar en ese tema. Los quiero mucho y les tengo todo el respeto en el mundo. Les deseo lo mejor.