Manu Tenorio regresa al mercado discográfico con Tu teoría, un single con el que vuelve a dar rienda suelta a su inspiración como compositor, algo que realmente le emociona. “No es escandalosa ni rápida. Tiene un punto personal intimista, que es el aire que le quería dar”. Tras celebrar el veinte aniversario de su carrera, el intérprete encara una etapa musical ilusionante, con nueva distribuidora y management, con el objetivo de seguir conquistando a sus incondicionales con nuevas propuestas. Manu ha hablado con ¡HOLA! sobre sus próximos proyectos y alguna sorpresa que tiene en el tintero. “El disco La verdad tendrá una segunda parte. Estoy componiendo temas nuevos e inéditos porque la gente que me sigue sabe disfrutar las dos vertientes de mí, cuando hago versiones, pero también siente los temas inéditos” nos cuenta sobre su anterior trabajo, en el que versionó clásicos melódicos y con el que recorrió el país en más de 40 conciertos. Además nos ha hablado de su papel como padre y ha hecho un balance de una exitosa carrera en la que no todo ha sido “un camino de rosas”.
Háblanos de este nuevo single Tu teoría
Con él vuelvo a recuperar mi vertiente compositiva. Los últimos dos años estuvimos con un gira de mas de 40 conciertos con La verdad, una revisión de los clásicos melódicos, que nos ha dado mucho trabajo y buenos resultados. Ha sido un repertorio fascinante, pero tenía la necesidad de sentir de nuevo la vinculación con las emociones que respira una canción que escribes personalmente. El tono de la canción, la producción se basa en sonidos orgánicos, naturales acústicos, me gusta reivindicar a los músicos y artistas que están tras las canciones. Me gustan las canciones que están tocadas por el ser humano. En ni estilo universal el sonido orgánico siempre ha estado muy presente.
El tema ya se puede escuchar en las plataformas y el vídeo está en Youtube, ¿cómo ha sido la acogida?
Estamos teniendo una respuesta positiva y estoy muy contento. En esta etapa he empezado a trabajar con un nuevo equipo y estoy contento porque las visualizaciones van muy bien, a la gente le está gustando mucho. Los compositores tenemos esa parte vulnerable en la que dependemos de la respuesta del público. La están añadiendo en listas muy importantes y me parece un logro porque salen infinitas canciones en una semana y no todas caben en una playlist.
Con la experiencia que tienes, ¿aún sientes esos nervios?
Sí, están los nervios porque trabajar con un equipo nuevo es una responsabilidad. Necesito que ellos estén contentos con el resultado, motivados... y lo estamos consiguiendo.
¿Estás componiendo más temas para lanzar nuevo disco?
No sé si al final será un nuevo álbum de temas propios, pero sí estoy componiendo cosas nuevas, aunque tengo en el tintero la segunda parte de La verdad. Hay una figura universal que es el cantante melódico, que parece que es una figura denostada, pero siempre está ahí. Me siento cómodo, seguro, con este tipo de canción. Es el tipo de estilo que hay que recuperar, porque siempre habrá un publico que consuma este tipo de música, un público adulto y maduro que quiera sentarse en un teatro y auditorio a disfrutar de este tipo de repertorios.
Vuelves a ponerte a la tarea nada más terminar una gira que te ha llevado por toda España… ¡no te has dado ni un respiro!
En esta profesión no te puedes relajar mucho. Los hábitos de consumo han cambiado: antes podías permitirte el lujo de parar un poco para componer tranquilamente nuevo disco. Pero hoy en día todo es de usar y tirar y, en el momento en el que sacas un disco, parece que al mes se ha quedado antiguo. Debes procurar hacer cosas.
¿De dónde sacas la inspiración?
De la sensación de que uno está empezando, que siempre es la primera vez. Cuando tienes esa sensación de que vivir de esto es un regalo es una buena herramienta para tener motivación. La ruina de todo es dar algo por hecho, cuando das las cosas por hechas sigues el camino equivocado.
Después de más de veinte años de carrera, ¿hay algún estilo que tengas ganas de explorar?
Siempre estoy abierto a posibilidades, cuando uno se cierra a colaborar con artistas que piensas que no tienen que ver contigo no es bueno. Siempre es bueno investigar y ver de qué forma, desde tu manera de entender la música, puedes investigar en otro sentido. Es importante hacer un estilo en el que sientas que estás haciendo algo honesto, pero también investigar con otros artistas y productores.
¿Qué balance haces de estas más de dos décadas de trayectoria?
Es un regalo vivir de esta profesión, genera mucho desgaste porque vivir de tu pasión es un arma de doble filo. Haces lo que te gusta, pero también trabajas 24 horas y estás pensando todo el rato en lo mismo. Estamos muy condenados a la frustración, es como que nunca te encuentra satisfecho, siempre piensas que podrías mejorar y navegas en un mar de dudas. Aprendes a relativizar las cosas, claro, pero tiene que ir con el carácter aunque, con el tiempo, aprendes.
¿Alguna vez te has planteado decir hasta aquí, lo dejo?
Gracias a Dios no ha sido necesario. Durante estos 20 años he tenido que trabajar mucho y duramente. No puedo decir que ha sido un camino de rosas, porque te mentiría, y es tontería decirlo.
¿Borrarías algo de estos años o todo suma?
No borraría nada porque todos los momentos forman parte de mi persona. Si borras algo de tu vida, la persona que queda no serías tú. Aunque sí hay cosas de mi vida que por supuesto me hubiese gustado hacer de una manera diferente.
A lo largo de este camino, Silvia no se ha separado de tu lado, ¿qué ha supuesto para ti su apoyo?
Un baluarte incontestable. Una de las cosas que me enamoró de ella es que es una mujer con muchísimo talento, con muchas capacidades, inteligente… esos son los atractivos que me conquistaron. Ha sido un baluarte pues, en muchos aspectos profesionales, me ha dado cobertura. No me refiero a apoyar con una palmadita, sino a pasar a la parte activa del trabajo. Después de tantos años, hemos recorrido un camino juntos que ha convertido nuestra relación en mucho más estrecha.
Durante la gira que hiciste el año pasado tu hijo Pedro, de 9 años, se subió al escenario, fue un momento especial.
Lo fue. No me gusta mucho ver a los niños en el escenario, pero estaba entre el público y saltó espontáneo, me dio un beso y me dijo: “Te quiero, papá”. Cuando ves que está orgulloso es maravilloso.
¿Se interesa por tu trabajo?
Se interesa, sí. Le gusta el musiqueo y ahora ¡me tiene rayado con Shakira (risas)! Como han hecho tantos memes con la canción de Shakira... yo le digo “para un poquito ya, hijo mío”.
¿Tienes planes para el día del padre?
Me voy a dejar sorprender a ver si en casa me cae alguna sorpresilla, seguro que sí.
¿Cómo te definirías como padre?
Procuro estar a la altura. La realidad es que yo no disfruté de un padre, eso a cualquier niño y adulto le marca. Estoy ahí. Le llevo todos los días al colegio, estoy presente. Los niños no necesitan que seas perfecto, ni que los entiendas constantemente, ni que estés de acuerdo con ellos. Lo que necesitan es ver que tú estás ahí. Los resultados se ven y el cariño me lo devuelve con creces.
¿Qué aficiones compartes con él?
No es mucho de deporte. Me voy todos los días al gimnasio y dicen que los niños hacen lo que ven en los padres, pero no es verdad, copian lo que les da la gana (risas). Nos gusta ir al cine, ver películas, jugar con el Lego...
Te has revelado además como cocinero compartiendo algunas recetas...
Le he encontrado el truquillo a cocinar, me divierte, me entretiene. Los domingos me gusta animarme y hacer un arrocito para la familia, es una manera de desconectar y relajarte.
¿Te tienta participar en un programa tipo MasterChef?
Me animaría, sí. Me apetece ponerme a prueba, sobre todo en algo que me gusta. No me importaría, iría del tirón.
Se acaban de cumplir dos años del terrible accidente que nos dejó sin Álex Casademunt, ¿cómo le recuerdas?
Me acuerdo todos los días de él. Ya sea por el carrete que tienes en el teléfono o por redes, te salta alguna foto. Ha sido un drama. La pena que me da es que no se le haya hecho el homenaje que se merecía, porque de momento no se plantea nada. Estuve hablando hace unos días con su madre y su hermano, es muy duro.
¿Tenéis planeada alguna quedada pronto los compañeros de OT?
La gente ya va mucho por su cuenta, se ha roto mucho el grupo. No sé qué ha pasado, se ha enfriado la cosa, aunque eso pasa siempre.
¿En qué has cambiado desde aquel Manu que entró en la academia?
Me he adaptado a las nuevas maneras de fusionar la música. Estuve con multinacionales y luego di un salto como artista independiente. Tuve que aprender desde cero a gestionar los mecanismos de la industria, me tuve que transformar. A día de hoy la nota es positiva porque me pilla con otra edad y necesidades. Me gusta vivir de mi profesión, pero no ser víctima de ella, como ocurrió en otros momentos cuando fue excesiva la popularidad.