Personalidades del mundo de la moda, el cine, la música y las redes sociales se han dado cita en París para ver las propuestas de los grandes diseñadores para el próximo otoño-invierno. La capital francesa ha sido, en las últimas semanas, escenario de un auténtico espectáculo de tendencias, tanto dentro como fuera de las pasarelas, en el que hemos contado con una representación española de altura, con Marta Ortega a la cabeza, y reinas de las redes y prescriptoras de moda, como Blanca Miró, María de la Orden, Gala González, Alex Rivière, Mónica Anoz, Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo.
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La presidenta del grupo Inditex, una de las mujeres más influyentes en la industria, no quiso perderse los desfiles de Louis Vuitton, Sacai y Valentino, donde, una vez más, dio una lección de elegancia. En esta ocasión, fue por primera vez de la mano de su hijo mayor, Amancio, que cumplió diez años el 5 de marzo.
Ana de Armas, Zendaya, Emma Stone y Olympia de Grecia estuvieron entre las invitadas al desfile de Louis Vuitton
El duelo de estilo de la aristocracia y realeza de la moda en Louis Vuitton
“París era una fiesta”, así podría titularse esta Semana de la Moda, en la que se confirma que las nuevas generaciones de estrellas han tomado el poder. Dicen que el destino está escrito en las estrellas, solo que hay que aprender a leerlo y no siempre somos capaces de hacerlo correctamente. El desfile de Louis Vuitton aventuraba un ascenso al séptimo cielo. Aparte de emular a la perfección el famoso baile Black & White de Capote en el Manhattan de 1966. La pasarela de su colección otoño-invierno se convertía en el rendez-vous más exclusivo de la aristocracia de la sociedad, ya sea la mundana, la del glamour y el oropel del cine y la moda o la de la sangre real, que, por qué no, también juega con la espuma de los días. Y si no, allí estaba Olympia de Grecia como botón de muestra: la primogénita de Pablo y Marie-Chantal Miller es imagen del modelo Capuccine de esta firma, mítica en la marroquinería.
Ana de Armas comenzaba con este desfile también la que fue una de las semanasmás emocionantes —e intensas— de su vida: la de su primera gala de los Premios Oscar como candidata a mejor actriz (pese a que finalmente no logró la estatuilla, sí consiguió hacer historia y hueco entre la realeza de Hollywood). Aunque sin premio para lucir en su salón, pero con una interpretación de Marilyn Monroe que ya ha pasado a formar parte de la leyendas del cine. Qué maravilloso capricho del destino que, en el front row del desfile, se encontrara con otra joven actriz que, sin embargo, ya tiene la dorada estatuilla en las estanterías de casa y con la que, además de compartir risas y confidencias, tiene mucho más en común, desde la edad a un pasado como niñas prodigio: Emma Stone.
De la ‘Euphoria’ de Zendaya a ‘Il tormentone’ de Chiara Ferragni
Y hablando de precocidades, Zendaya se confirmaba en la capital del Sena como esa gran excepción que confirma la regla sobre las pequeñas estrellas que se apagan con la madurez. Con un dos piezas en piel y animal print, eludía, con una exultante y bella sonrisa, las preguntas sobre su nuevo contrato y su millón de euros por episodio con Euphoria. Más calmada, en cambio, la empresaria italiana Chiara Ferragni volvía a sonreír tras il tormentone de Sanremo a las puerta del Museo d’Orsay, donde Nicolas Ghesquière, director creativo de la maison, mostraba sus últimas propuestas. Fedez ha vuelto a casa.