Ana Guerra ha sido la ganadora de la tercera edición de El Desafío, en una última emisión que pasará a la historia del programa por ser la primera gran final protagonizada solo por mujeres. Además, esta ha sido una de las temporadas más complejas y competitivas que ha tenido el concurso, y que ha culminado con la victoria de la cantante canaria (196 puntos), por delante de Rosa López (185), Laura Escanes (181) yMariló Montero (154). Las pruebas han estado a la altura de lo que lleva siendo la tercera edición en sí. Sin embargo, quien ha logrado emocionar hasta convertirse en la vencedora ha sido la intérprete de Lo Malo.
La artista se ha llevado los 30.000 euros y un coche BMW gracias a su espectacular y complicada prueba de ballet, con la que ha conseguido conquistar al público y al jurado, y sin parar de llorar ha celebrado el triunfo con sus compañeros. Pero esto no lo ha logrado sola, sino que lospuntos ganados por su socio Jorge Blanco, en una increíble prueba por los aires, también le ha impulsado para llevarse esta edición, tal y como ella ha reconocido al coger el premio: "Si cabía esa posibilidad, nos pusimos de acuerdo, porque si no es por él no habría ganado el programa", señalaba con lágrimas en los ojos, añadiendo que habían decidido "partir el premio a la mitad". Para la canaria, su desafío ha sido uno de los más dolorosos: "Es como si te pusieras unos zapatos de madera de dos tallas menos", decía antes del reto. Y, salvo un pequeño desliz, le salía "espectacular", como bien valoraba Juan del Val al terminarlo.
Juandi Alcázar, el buceador que mejor ha sabido transmitir su pasión a las 'celebrities'
La segunda clasificada, Rosa López, se quedaba a tan solo 11 puntos de conseguir el que hubiese sido su segundo concurso de talentos en ganar -hace 20 años se llevaba el primer premio de Operación Triunfo-. La cantante tenía que hacer malabares con fuego. Sin quemarse, la granadina dejaba con la boca abierta al jurado: "Has hecho el número de fuego más valiente que se ha hecho aquí. Ibas con la cara descubierto", le decía Santiago Segura. Por su parte, Laura Escanes ha realizado una exhibición sobre ruedas. Las piruetas y la compleja coreografía le han llevado a reconocer que nunca había patinado y al tercer puesto. Mariló Montero quedaba en cuarto lugar. Durante su prueba tenía fiebre, pero esto no le impidió ejecutarla con creces y manejarla con mucha habilidad, colocando torres de copas de cristal que aguantaron sin romperse.
Las pruebas de los socios
A los puntos de las cuatro finalistas había que sumarles los de sus socios. En este caso, la actuación de Jorge Blanco ha sido decisiva para la victoria final de la exconcursante canaria de OT. En su prueba, el entrenador personal se ha jugado el tipo con una coreografía de acrobacias en el aire, llevándose 24 puntos del jurado. "Hay que decir queestá lesionado y se ha infiltrado una costilla porque se le salió y quería hacer el reto", aclaraba la propia Ana Guerra antes de que Jorge hiciese la prueba. El socio de Rosa López, Florentino Pérez, tenía que tocar un steelpan, versionando Cómo te atreves de Morat, "una sartén de acero con unas abolladuras para que produzca las notas". Jorge Lorenzo, que daba sus puntos a Laura Escanes, se la jugaba como funambulista a cuatro metros del suelo. Y, por último, Boris Izaguirre, socio de Mariló Montero, se transformaba en una diva y llevaba a cabo una dura coreografía donde los brazos tenían su importancia.