Ha empezado la cuenta atrás para el estreno de la segunda temporada de Soy Georgina. El reality de la modelo española volverá a Netflix el próximo viernes 24 de marzo, pero nosotros hemos visto en primicia los tres primeros capítulos. Ya sabemos todo lo hace, lo que dice y lo que pasa en la vida de Georgina Rodríguez en estos episodios que comienzan con la recta final de su embarazo gemelar. La novia de Cristiano Ronaldo asegura que estaba viviendo el momento más feliz de su vida y que el embarazo estaba yendo "superbién", sin embargo, todo cambió al perder a uno de sus bebés. "Un pedazo de mi corazón voló, y te preguntas cómo vas a seguir...", cuenta entre lágrimas.
Todos fuimos testigos de la felicidad de Georgina durante los meses previos, desde que ¡HOLA! dio la exclusiva mundial de su embarazo en octubre de 2021 hasta que la pareja confirmó que estaban esperando gemelos. Veíamos su alegría en las fotos que compartía en sus redes y cuando mostraba cómo iba creciendo su 'tripita', pero ahora sabemos lo que pasó realmente, cómo se sentía, cómo vivió su embarazo, sus miedos y preocupaciones... y, lo más duro de todo, cómo se enfrentó al fallecimiento de su hijo Ángel.
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La novia de Cristiano Ronaldo cuenta lo mal que lo pasaba cuando tenía que ir a Madrid a visitar a su ginecóloga. "Tenía pesadillas y soñaba con eso. Tenía muchísimo miedo", dice la modelo, que buscaba en internet cómo eran los partos gemelares. Su preocupación tenía un fundamento y es que antes de quedarse embarazada había sufrido tres abortos. "Llegaba a casa rota", cuenta sobre este duro revés que hasta ahora desconocíamos.
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En las revisiones, a veces iba a acompañada de sus hijos y otras veces sola, pero siempre lo grababa todo con su teléfono móvil para guardar esos recuerdos o incluso compartirlos con Cristiano, sus familiares y amigos. Georgina hace hincapié en que le resultó curioso que su hija Bella "no dejó verse en todo el embarazo", mientras que su hijo sí. "Le vi claramente lo bonito que era. Bueno, que es", dice sobre Ángel, del que siempre habla en presente.
El primer capítulo de la segunda temporada de Soy Georgina refleja la cuenta atrás hasta el día en el que nacen sus hijos. "Te preparas para lo mejor de la vida, que es que vas a ser mamá nuevamente...", dice sin poder contener las lágrimas. Ángel y Bella nacieron un Lunes de Resurrección, tal y como recuerda la modelo, pero las cosas no fueron como esperaban.
Después de dar a luz, puede verse a toda la familia en una enorme habitación de hospital en la que se ve su cama, la cuna de su hija recién nacidad y algunos juguetes. Mientras Cristiano Jr. mira embelesado a su hermanita, los más pequeños corretean por la habitación sin ser conscientes de lo que ha sucedido y la pena que tienen sus padres. Georgina, que lleva un pijama de camisa y pantalón de color rosa, abraza a los niños y les da las gracias por todos los dibujos que le han regalado. Después, se produce una imagen de la pareja realmente conmovedora: Cristiano Ronaldo se acerca a su novia, que está sentada una butaca con Eva en brazos, y la besa cariñosamente varias veces, mientras se miran sin decir una palabra. En esos momentos poco hay que decir...
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"No estaba preparada para asumir o reconocer lo que me había pasado. No estaba preparada para contárselo a mis hijos...", reconoce la modelo. "Entonces, como todavía tenía tripita, les dije que Ángel estaba en la tripita de mamá, que solo había venido Bella, y que había nacido no nacer". Fue Cristiano el que lo habló con los niños y les dijo: "Ángel está en el cielo".
"No podía ser una fiesta de nacimiento. Yo esa noche me quedé con las dos y mi hermana estaba reventada", explica Ivana Rodríguez sobre cómo vivió esas primeras horas. Ella ha sido, es y será un pilar fundamental para Georgina, por eso, estuvo muy pendiente de organizarlo todo para cuando su hermana volviera a casa con Bella. "Estuvimos todos muy pendientes de que en esa habitación no hubiera dos cunas, no hubiera dos capazos, dos ositos... No porque quisiéramos olvidar ese momento, que no lo vamos a olvidar jamás en la vida, sino porque queríamos normalizar la situación y hacerle lo más fácil posible su vuelta a la realidad", cuenta muy emocionada.
Georgina reconoce que estuvo "mucho tiempo muy zombie y hacía las cosas por inercia". "Me acuerdo que teníamos que registrar a Bella y no sabía ni qué nombre ponerle... La gente me preguntaba y yo no sabía ni cómo llamarla. Era incapaz de salir de casa y estuve una semana sin llevar a los niños al cole, porque tenía miedo. No quería que las mamás me viesen, me mirasen... No quería aceptar la pérdida, ni el consuelo de las personas", cuenta con los ojos vidriosos.
Al recordar todo lo que vivió, la modelo explica que: "A cada sitio que iba había silencios y era como que todo te lo hacía recordar...". "Nunca voy a ser la misma. Cada vez que miro a Bella, veo a su hermano al lado y me pregunto ¿así estaría él? Y la verdad es que siento que todavía no estoy preparada para pensarlo... Tengo la facilidad de pensar en lo que tengo, pero es como que todavía no lo he aceptado. Siempre les digo a mis hijos: 'Vuestro hermanito está en el cielo. Él no quiere andar, él quiere volar. Así que siempre que miréis hacia arriba, pensad en él".
Rota de dolor, Georgina cuenta que la pérdida de su hijo le ha traido mucha oscuridad pero también mucha luz. "Estoy orgullosa de que me haya elegido a mí como madre y a Cris como padre, porque él ha venido a enseñarnos. Es nuestro maestro". Y ha aprendido "a valorar todo mucho más". "Todas las tonterías que me procupaban dejan de ser preocupaciones, ahora lo más importante es mi familia. Cristiano como padre, como amigo... ha sido un papel superimportante", dice entre lágrimas.
"Ángel me ha traído a la vida muchísimo amor, mucha tristeza, pero mucho amor también. Ha venido a darnos una lección de vida y está con nosotros. Al final, la vida es así. Es duro, pero la vida sigue... tengo motivos para ser fuerte", dice mientras muestran las fotos más bonitas con la pequeña Bella Esmeralda.
"Ha traido muchísima paz, muchísimo amor y mucha calma. Ha sido la calma que necesitaba en el momento que necesitaba. Consiguió llenar ese vacío que está presente en mi vida. Si ella supiese cuánto nos ha dado sin ella saberlo... De mayor, cuando le contemos, va a estar muy orgullosa de lo que ha conseguido. Es muy tranquila, no llora nada... es luz, es maravillosa", dice sobre la niña, que se llama así porque a Georgina le encantan todos los nombres de las princesas y fue un nombre que elegieron entre todos.