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Desde hace semanas era un rumor insistente, un secreto a voces. Carla Barber, la doctora especializada en medicina estética, la del millón de seguidores en Instagram, tan admirada por unos como denostada por esos que se esconden tras un perfil falso, llevaba semanas convertida en blanco de los haters, y las especulaciones sobre la profunda crisis que estaba atravesando con su prometido y padre de sus hijos, Joseph.
Carla callaba y sus motivos tenía, como aclara en esta entrevista. Pero la semana pasada decidió romper su silencio y confirmar la ruptura, después de dos años de relación y a menos de dos meses de que nazca su segundo hijo en común, Romeo. En mayo del año pasado se convirtieron en padres de Bastian, el primer hijo de Carla y el tercero para Joseph, que tiene dos niñas de una relación anterior y que viven en Marbella. Junto al empresario francés, la canaria preparaba además con ilusión su boda para el próximo otoño en Francia.
“En muchos aspectos de nuestra vida me ha vendido que es una persona que no es. Yo, como soy una persona transparente, me creo lo que me dice la gente”
La que fuera Miss España 2015 nunca se ha escondido. Sin miedo a mostrarse como es ni a revelar sus sentimientos —nunca lo ha hecho—, Carla abre su corazón en ¡HOLA! y nos habla de los motivos de su separación. “Él no es cómo yo me esperaba”, asegura rotunda pero sin poder ocultar la amargura.
© MANUEL MARTOS—Carla, lo primero, ¿cómo estás?
—Ahora estoy bastante mejor que al principio, obviamente, pero fue bastante duro y triste. Hace tres meses tomé la decisión más difícil de mi vida.
—¿Te ha afectado a tu salud? Porque creo que te has llevado un pequeño susto, ¿no?
—He manchado un par de veces, pero no es nada grave. Lo único es que tengo que guardar reposo, porque trabajo un montón, estoy todo el día de pie, y me han recomendado que tenga un poco de calma y tranquilidad y que baje un poco el ritmo. Justo acabo de salir del ginecólogo y me ha dicho que está todo estupendo. El bebé sigue creciendo, ya pesa casi dos kilos, y en siete semanas ya lo tendremos aquí, así que, en ese aspecto, muy contenta.
—¿Por qué no habías querido confirmar la ruptura hasta ahora?
—No había querido decir nada lo primero porque quería estar tranquila durante el embarazo, y lo segundo, quería esperar, porque él no había querido contarle nada a sus hijas y no iba a ser yo la que diera la noticia sin que él hablara antes con las niñas. Al final, quise ir a Marbella para que vieran que la situación es de normalidad, dentro de que su padre y yo no estamos juntos.
—¿Qué ha pasado, Carla? ¿Qué fue lo que te llevó a tomar esa decisión?
—Él no es como me esperaba. Y sabe perfectamente los motivos por los que nuestra relación terminó.
“Me siento mal, muy mal la verdad, triste, decepcionada, desilusionada... Han pasado tres meses y ya puedo hablar y no me pongo a llorar”
—En diciembre parecíais tan felices...
—Sí, aunque no era la primera vez que rompía con él. Cuando uno quiere a alguien y tiene hijos, intenta siempre que las cosas funcionen hasta el final.
—Estabais prometidos y en tan solo dos años habíais creado una familia...
—Ha sido todo muy pasional, una relación muy intensa desde el primer momento, pero por mucho que yo le haya querido, llega un punto en el que ya no puedes seguir adelante.
—Porque, ¿hay alguien más en su vida? ¿Te refieres a una tercera persona?
—No me refiero a eso, sino a que en muchos aspectos de nuestra vida me ha vendido que es una persona que no es. Yo, como soy una persona transparente, me creo lo que me dice la gente. Y cuando ves que alguien no está a la altura de las situaciones, no queda más remedio que tomar una decisión, por mucho que te duela y por mucho que lo quieras.
La que fuera Miss España 2015 ha roto con su prometido, embarazada de siete meses y con planes de boda para este otoño
© MANUEL MARTOS—No ha cumplido las expectativas que tú tenías.
—No. Ninguna.
—¿Nada te hacía sospechar que podías llevarte esta decepción?
—Qué va. Para nada. Pero ni a mí, ni a nadie de mi entorno, que también están todos muy sorprendidos. Además, él no vive en Madrid y, sinceramente, me he sentido sola en muchos aspectos.
—Sin embargo, has dicho que quieres que se vea que vuestra situación es de normalidad.
—Seguimos teniendo una buena relación, de respeto, por nuestros hijos, realmente es lo que yo intento. Él tiene su residencia en otro sitio y viene a Madrid cuando puede. Viene a mi casa y ve al niño, sin problema. Para mí lo más importante es la familia y mis hijos tienen a su padre y tienen a sus hermanas, y yo quiero que estén siempre ahí con ellos y fomentaré esta relación todo lo que pueda, siempre. Por muy mal que hayamos hecho las cosas su padre y yo. Bueno, en realidad, que no hayan salido como esperaba.
“Ha sido todo muy pasional, una relación muy intensa desde el primer momento, pero por mucho que yo le haya querido, llega un punto en el que no puedes seguir adelante”
—¿La ruptura implica algún desacuerdo económico? A parte de vuestros hijos, no teníais nada en común, ¿verdad?
—Todo lo que tengo lo he conseguido sola. Me ocupo de todo. Yo siempre había querido tener hijos, y si no los había tenido antes, aunque he tenido parejas, era porque para mí no eran las personas indicadas, y, se lo dije a Joseph, él sí lo era. Pero también le aclaré que si creábamos una familia no era porque yo no pudiera tenerla sola, porque puedo, sino porque estaba confiando en él para tenerla. Yo con él siempre fui totalmente transparente.
—¿Cómo te sientes?
—Me siento triste, decepcionada, desilusionada. Han pasado más de tres meses y ya puedo hablar y no me pongo a llorar. Pero antes no podía, ni siquiera se lo había contado a mis amigos, a nadie. Ahora es cuando la gente se está enterando. Mis amigos me están apoyando. Vienen a casa, los fines de semana no me dejan sola. Me sentía muy mal, la verdad.
‘He tenido muchísima suerte’
—¿No te planteas darle una segunda oportunidad?
—No, no hay vuelta atrás. Acabo de verle en Marbella, donde, como te decía, hemos estado con sus niñas, porque quiero mantener la normalidad, y él sabe que no hay vuelta atrás.
—¿Crees que hasta ahora no has tenido suerte en el amor?
—(Ríe con amargura) No lo sé, creo que eso de la suerte en el amor es una frase muy hecha. Al contrario, considero que he tenido muchísima suerte, porque he querido mucho y me he sentido muy querida también. Esta relación con Joseph me ha dado lo más bonito de mi vida, que es Bastian y el niño que viene en camino. Creo que tener suerte en el amor no significa tener una relación larga, sino de calidad. Uno tiene que buscar su felicidad y sentirse bien, tanto en las relaciones de pareja como en las de amigos y, al final, mucha gente alarga las cosas por miedo al fracaso, a estar solo, a enfrentarse a algunas situaciones... Yo, por suerte, nunca he tenido esos miedos. Lucho las cosas hasta el final, y cuando ves que las cosas no funcionan y ya lo has intentado una y otra vez, tomo una decisión.
“Tenemos buena relación, de respeto, por nuestros hijos. Para mí lo más importante es la familia y mis hijos tienen a su padre y a sus hermanas, y yo quiero que estén siempre ahí con ellos y lo fomentaré todo lo que pueda”
© MANUEL MARTOS—La más difícil, has dicho.
—Ha sido muy difícil, claro que lo ha sido y lo sigue siendo y lo será, mucho. El otro día fui al supermercado, embarazada y sola, y creo que voy a dejar de ir, porque allí solo veo familias con carritos, con niños o mujeres embarazadas con su pareja… y yo llorando como una Magdalena. Pero es lo que me toca pasar ahora después de la decisión que he tomado.
—Sí, sobre todo porque dentro de nada va a nacer Romeo.
—Soy la primera a la que no le gustaría decir eso. Me encantaría que todo hubiera salido bien y él lo sabe. Si pudiera pedir un deseo, pediría que todo hubiera salido bien, que Joseph fuera la persona que yo pensaba que era.
—¿Te arrepientes de algo?
—No, tengo la conciencia muy tranquila, sé que he hecho las cosas bien. He sido muy generosa con él y él lo sabe, no me puede recriminar absolutamente nada. Es más, él sabe que hemos llegado a esta situación por él, no por mí. Yo he puesto todo de mi parte. Solo quiero que el día de mañana mis hijos estén tranquilos.
