Luis Figo y su mujer, la modelo sueca Helene Svedin , son la típica pareja que te obliga a darte la vuelta cuando te la cruzas por la calle. Porque a “matrimonio de guapos” no hay quien los gane. Sin embargo, su belleza no es la única en la familia. De tales palos, las astillas solo podían ser de la madera más fina y delicada. Ya éramos conscientes de que Daniela y Martina habían heredado la elegancia, el carácter, la gracia y las perfectas facciones de sus padres, además de una luminosa melena dorada. No en vano, ambas hermanas compatibilizan sus estudios con una incipiente carrera como modelos, pero ahora quien parece abrirse paso es la más pequeña de las tres joyas de la familia. Se trata de Stella, que acaba de cumplir la mayoría de edad y que, con su cabellera castaña y unos ojos de penetrante color avellana, está empeñada en robarles el protagonismo sin querer.
La vimos este fin de semana, en Madrid, acompañando a sus padres en un almuerzo familiar, ahora cuando el matrimonio ha vuelto a vivir un buen y feliz momento. Con un atuendo discreto y juvenil, con un tres cuartos en paño azul marino parecido al que llevaba su padre —el mítico ex jugador del Real Madrid—, pantalón de pinzas del mismo tono, jersey de pico en lana gris y largos pendientes de plata, la joven, que estudia segundo curso de bachillerato, supera ya en altura a su madre con sneackers, incluso cuando esta, en cambio, calza botín con tacón.
“Stella es una niña muy alegre y sociable. ¡Siempre tiene planes!”, nos decía Helene días antes de que su pequeña cumpliera los dieciocho años y lo celebraran por todo lo alto con un viaje al Caribe mexicano, donde, por cierto, recibieron el Año Nuevo con unas espléndidas vacaciones.