El Oscar al mejor actor se lo ha llevado un debutante Brendan Fraser, no primerizo en el cine pero sí en estos galardones. El llamado “renacido” de Hollywood llevaba una década alejando de los focos, diferentes circunstancias le alejaron del éxito que ahora le es devuelto en forma de estatuilla. Su papel en La ballenale colocó de nuevo en primera línea y al subir al escenario el artista no pudo evitar la emoción, la voz temblorosa y lágrimas. “Esta es la pinta que tiene el multiverso” dijo nervioso en cuanto se encontró frente al público. Comenzó su discurso agradeciendo la oportunidad a Darren Aronofsky “por darle un salvavidas creativo” y al resto del equipo de la película por su gran trabajo.
Besos, abrazos, y miradas, el amor se viste de largo en los Oscars
Mencionó por supuesto a su pareja Jeanne Moore, “su primera de a bordo”, y a sus hijos Holden, Leland y Griffin (los dos primeros le acompañaron), que no dejaban de aplaudir desde las butacas. Todos se limpiaban las lágrimas, conmovidos por esta conquista del actor, que tenía un gran competidor esta noche. Las apuestas estaban muy igualadas con Austin Butler, que encarnó a Elvis en el biopic del rey del rock que sonaba también como favorito. No ha sorprendido que el Oscar se lo haya llevado Fraser sin embargo pues estaba bastante claro que iba a hacer historia esta noche.
Los mismo que ocurrió cuando Halle Berry y Jessica Chastain (este año las dos han entregado las estatuillas en las dos categorías interpretativas principales) leyeron la ganadora a la mejor actriz. Michelle Yeoh también se estrenaba como nominada y, aunque todas las previsiones daban como ganadora a Cate Blanchett por Tàr, ha dado la sorpresa. La asiática ha subido al escenario en medio de los mismos vítores y aplausos que su compañero, convirtiéndose en la primera actriz de este continente en llevarse el Oscar.
“A los niños que se parecen a mí y que están viendo la tele en este momento, les digo que esto es un faro de esperanza y oportunidades. La prueba de que los sueños se hacen realidad, que se puede soñar en grande” dijo en su discurso. Además de mencionar a compañeros y el equipo de la cinta, se acordó de su madre y de “todas las madres del mundo porque son superheroínas”. Hizo referencia Michelle también a sus comienzos, hace más de cuatro décadas, en Hong Kong. “Gracias por auparme para llegar hasta aquí” dijo. La noche de premios sin duda siempre deja alguna sorpresa y, aunque Todo a la vez en todas partes partía como la gran favorita, tal vez no todos esperaban ver a Michelle recogiendo el premio. La cinta se ha llevado en total siete estatuillas.