Hace cinco años que Laura Matamoros se dio cuenta de que estaba perdiendo visión. Sin saberlo, padecía glaucoma de tensión baja. Pero fue a raíz de una revisión cuando la influencer empezó a hacerse pruebas y le diagnosticaron la enfermedad. Con motivo del Día Mundial del Glaucoma, el 12 de marzo, Laura cuenta su caso en ¡HOLA! para ayudar a concienciar.
—¿Por qué fuiste al médico? ¿Veías borroso?
—Fui a una revisión. No te das cuenta, pero el nervio óptico se va oprimiendo y, poco a poco, vas perdiendo visión. En mi caso, en el ojo derecho. Crees que es astigmatismo o algo, porque no ves de lejos o de cerca, pero no.
—¿Fue algo paulatino?
—Totalmente.
—¿Fue muy tarde cuando acudiste al médico?
—De la mitad inferior de mi ojo derecho he perdido un cuarenta y ocho por ciento de visión. Pero, al tener dos ojos, lo suplo. Seguramente, se podría haber diagnosticado antes. Tuve un largo proceso hasta que fui a Oviedo, a la consulta de Fernández-Vega. Ahora controlo su evolución con revisiones.
—¿Cómo avanza la enfermedad?
—Cuanto más me sube o me baja la tensión, el nervio óptico se oprime y se va cerrando la visión. Para entendernos, el nervio óptico es como un hilo y, poco a poco, se va deshilachando. Para evitarlo, tengo unas gotas llamadas Saflutan. También hay pastillas para regular la tensión. Dependiendo del tipo de glaucoma se puede operar o no.
—Tu padre padece glaucoma. ¿Es genético?
—No. Ni congénito. Es algo más neurológico.
“De la mitad inferior de mi ojo derecho he perdido un 48 por ciento de visión. Pero, con la medicina, estoy tranquila”
—Lo bueno es que tus hijos no lo heredarán.
—Sí, es lo bueno.
—¿Tu situación es reversible?
—Nunca voy a mejorar la visión perdida, pero sí la puedo controlar. Desde hace un par de años, mi situación está estable.
Su futuro con la enfermedad
—¿Avanzará tu caso?
—Lo natural es que vaya a más, pero lo estoy regulando con medicación. Puedo tener alguna molestia, que me lloren más los ojos, pero no te quedas ciego de un día para otro. Es algo progresivo.
—¿Tienes miedo a esa posibilidad?
—Cuando me dieron la noticia me asusté mucho. Como no conocía la enfermedad… Piensas cómo va a ser tu futuro y vivir de esta manera. Dentro de la gravedad, mi caso está bastante estable. Es algo que me asusta, pero, en mi día a día, lo tengo muy interiorizado. Con la medicina de hoy en día, la verdad es que estoy tranquila.
—Hiciste público tu caso hace más de dos años. ¿Cuál fue la respuesta de tus seguidores?
—Muchas personas me dieron las gracias, porque fueron a revisión y sabían que lo tenían.
—¿Tienes algún proyecto a la vista?
—Tengo varios a la vista, pero ninguno significativo como para adelantarlo.
—Bastante trabajo tienes con dos niños —Matías, de casi cinco años, y Benji, de catorce meses—.
—Sí, la verdad —ríe—. No te voy a mentir —ríe—.