Esta semana, Isabel Preysler y su entorno, responden contundentes, a todas las polémicas: desde la herencia de Miguel Boyer y sus últimas voluntades, hasta la relación que mantiene actualmente con Mario Vargas Llosa, meses después de su sonada ruptura anunciada por ¡HOLA!, en exclusiva, a finales de diciembre.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Al final, las cosas siempre pasan por algo. Yo, no solo he pasado página, sino que he cambiado de libro”, responde Isabel Preysler. Además, asegura que no mantiene ninguna relación con Mario, desde que su idilio con el peruano terminase hace dos meses. Y es más, asegura que “no hemos vuelto a hablar”.
Durante los últimos meses, Isabel se ha vuelto inmersa en numerosas polémicas, pero en el capítulo del premio Nobel, ella ya nos advirtió tiempo atrás que sus hijos son intocables. “No paso por que se metan con mis hijos”, haciendo alusión al ‘ataque’ del escritor al añadir dos párrafos a su famoso cuento en enero. “Hablaba de las islas Marquesas —en referencia al marquesado de Griñón que Tamara heredó de su padre— y se reía de ella, una niña que solo ha sido cariñosa y amorosa con él”.
Al final, Isabel es como se aprecia: impecable en sus formas. La empresaria se refiere al cuento Los vientos, del que el propio Mario negó, posteriormente, que tuviera referencias autobiográficas , pero que, sin embargo, reconoció que era un libro sobre su vida cuando salió a la luz.
Para la socialité hay ciertos límites y Mario se equivocó al traspasar ciertas líneas rojas. Por eso, ella dijo basta y decidió hablar con ¡HOLA! tras la polémica. “No me voy a quedar callada si se meten con mis hijos, con ninguno de ellos”. Aunque dejó claro que no estaba “ni resentida ni molesta”. Isabel lo tiene claro. No va a pronunciarse respecto al premio Nobel, no va a dar de que hablar a Mario Vargas Llosa ni a su familia, porque ella los ha alejado para siempre de su vida y prefiere no entrar a valorar ninguna de las últimas apariciones públicas de su expareja.