Dos mujeres de su familia, la Reina Sofía y su abuela Menchu, fallecida en 2021, sacaron la misma conclusión hace años: Letizia es “muy trabajadora y nada se le pone por delante”. Pero no han sido las únicas. Quienes la tratan tampoco olvidan añadir a la lista de calificativos —es una persona honesta, leal, enérgica, responsable, exigente consigo misma— la palabra “currante”. Creció rodeada de mujeres trabajadoras y lo lleva en la sangre. Ahora ya no lo pregunta tanto —se centra más en los hábitos saludables—, pero hubo una época en la que le gustaba conocer los antecedentes femeninos laborales en su entorno: “¿Tu madre en qué trabaja?”.
En su otra vida, antes de llevar corona, pasó sudor y lágrimas forjando su camino profesional, y hubo años sin vacaciones y muchas noches en vela. De ahí viene en parte que no baje la guardia y no se dé por vencida. Lo dijo ella misma antes de cambiar de vida: “Soy una luchadora”.
La diferencia es que ahora trabaja por su país, intentando demostrar que todo se puede hacer de otra manera. Con su estilo. Es su lucha por un mundo mejor, el que quiere dejar también a sus hijas. Como dice, ojalá no “haya tantas realidades que conquistar” en el futuro. Y, por supuesto, “estoy deseando verlo”. Fue en 2007 cuando empezó a tener agenda siendo ya madre de Leonor y Sofía. Doña Letizia exploró posibilidades y decidió empezar por la educación; la salud, centrándose en el cáncer, las enfermedades raras, entonces casi desconocidas para la mayoría de los españoles, y también en la investigación. No estaba sola. Se le había asignado a José Manuel Zuleta, duque de Abrantes, como jefe de su Secretaría. Desde entonces, siempre dos pasos por detrás, este aristócrata y militar la acompaña en todos los actos y es una de las personas en las que más confía.
La palabra
Y aquello solo fue el principio. Si como princesa sus funciones estaban limitadas, no tardaría en señalar como Reina lo que le preocupaba y dónde quería poner el foco, aunque su imagen, lo que lleva puesto, sea más importante que lo que dice o cómo lo dice en sus discursos. Intervenciones que son una hoja de ruta para saber cómo piensa, qué opina o en qué cree. Los escribe ella misma documentándose a fondo, como en su etapa de periodista. Y cada vez se implica y se compromete más. No son frases vacías. Subirse a un escenario y tomar la palabra siempre fue uno de sus puntos fuertes. Se siente segura, escribe bien, tiene el don de la palabra , puede hacer intervenciones en otros idiomas… Y, lo más importante, cada vez sabe más, porque su curiosidad es insaciable y está en el lugar perfecto para seguir aprendiendo.
Doña Letizia tiene una remuneración anual de 148.105 euros brutos, frente a los 411.000 libres de impuestos que recibe la Reina Máxima
Doña Letizia se adelanta, explora, va al fondo de cada problema y luego nos lo cuenta. Lo que de verdad le importa es ayudar y siempre lanza la pregunta: “¿En qué puedo echar una mano?”, aunque ya esté desbordada. A lo largo de los meses, una a una, va señalando las causas con su presencia en actos, a los que acude generalmente vestida con ropa de ejecutiva, o tomando la palabra. Desde el escenario crea un ambiente de proximidad con palabras improvisadas y va intercalando los nombres de las personas que acaba de conocer para poner cara a los problemas que vivimos. A día de hoy, a doña Letizia, salvando algunos picos de Máxima, se la señala como la soberana más activa —la princesa Victoria las gana a las dos a veces— y su agenda lo incluye casi todo: la solidaridad, los colectivos olvidados y las personas en riesgo de exclusión, la igualdad de condiciones —permitir que cada uno llegue donde quiera por su esfuerzo—, la salud mental...
El ejemplo
Y es también una exigencia para la Reina de España promover los buenos hábitos y la vida saludable y la malnutrición —la principal causa de enfermedad en el mundo—. “Somos lo que comemos, lo que bebemos y lo que respiramos”, dijo tras ser nombrada embajadora de la FAO. Y la lucha por un planeta más sostenible. Para ello, predica con el ejemplo —vida, casa y moda ‘eco’ — e insta a la responsabilidad individual animando a reciclar y reducir los residuos. Nos lo recuerda con un mensaje de Theresa Zabell, presidenta de la Fundación Ecomar: “Solo hay dos lugares de los que nunca te vas a poder mudar: tu cuerpo y tu planeta , así que más vale que los cuidemos”. Antes tiraba de impresora, pero ahora doña Letizia intenta hacerlo lo menos posible y se vale de la tablet y del móvil, como hemos visto estos días.
La monarca española es la que menos invierte en ropa: nunca ha superado los 55.000 euros anuales, frente a los 700.000 que Kate Middleton gastó el año pasado
Tampoco se puede pasar por alto su compromiso con la mujer, aunque este 8M, Día Internacional de la Mujer, su agenda pública haya estado despejada. Lo que no quiere decir que se haya tomado el día libre, porque, al igual que el Rey, tiene mucho trabajo de despacho. Son las jornadas a la sombra en las que hacen y reciben llamadas sin parar, reciben visitas que no trascienden y preparan actividades. El liderazgo femenino, la mujer en la ciencia, tecnología y empresa, está muy presente, pero también da voz a las que no la tienen y combate la violencia machista y lacras como la trata. Conoce la realidad y las diferencias y cree que las que “llegan arriba cambian lo de abajo” y ayudan a que otras “puedan elegir en las mismas circunstancias” después de “siglos sin poder hacerlo”. Aunque “importante es también que la mujer se lo crea, que pierda el miedo: miedo a hablar cuando hay que hablar, miedo a delegar el primer biberón, miedo a no poder con todo o a pedir ayuda, miedo a negociar con el jefe (o la jefa…)”, dijo en el congreso sobre liderazgo femenino más importante de Europa, Santander WomenNOW. Y añadiría años más tarde: “Las mujeres no podemos hacernos boicot ni autocensurarnos a nosotras mismas”. Asimismo, hay que señalar que, como Reina, pero también como madre, tiene muy presentes a los jóvenes —empezando por el pensamiento crítico—, centrando su atención en las drogas, el uso de las redes sociales, el uso compulsivo de pantallas y todo lo relativo a juegos de azar y, por supuesto, el bullying.
La reina en cifras
Le gusta tener su tiempo privado, pero cuando trabaja lo hace a destajo y sin mirar el reloj. Es la primera que se acuesta —el Rey, a veces, sigue trabajando por la noche— y la primera en levantarse. A las siete y media de la mañana, con un té en la mano, ya está echando un ojo a las noticias. Le importa la institución, le importa su país y se entrega al máximo. Doña Letizia no solo es la Reina más trabajadora de su generación en un contexto global, sino que también es la que menos gana, aunque este año ha aumentado su asignación y percibirá 148.105 euros brutos, casi 6.000 más que el año pasado. Un ejemplo: Máxima de los Países Bajos, la monarca consorte con mayor salario, recibe más de 411.000 euros. Bien es cierto que no hay cantidad estipulada para Matilde de los belgas y que solo es pública la asignación que recibe el Rey Felipe: alrededor de 13 millones de euros. Pero si la lista civil alcanza los 360.000 euros en el caso de Astrid, su cuñada, difícilmente bajará de esa cantidad el sueldo de la Reina de los belgas.
La Reina Sofía y su abuela Menchu sacaron la misma conclusión: “Es muy trabajadora y nada se le pone por delante”
Con su asignación, doña Letizia debe hacer frente a sus gastos personales, incluidos los del apartado moda, que el pasado año fueron de unos 53.000 euros. La Reina vive con un pie en la tierra y también es la que gasta menos en ropa . Ocupa el decimocuarto puesto en la lista y llama la atención la cantidad, frente a los más de 700.000 que gastó la princesa Charlene para hacer frente a una agenda mínima o incluso la de Kate Middleton, que gastó casi lo mismo que la princesa de Mónaco. Así lo aseguró UFO No More.
Desde su llegada a palacio, doña Letizia ha pronunciado 200 discursos, ha realizado 150 viajes al extranjero y está cerca de los 4.000 actos. Una cifra a la que siguió sumando estos días, con la agenda semanal que comenzó el 28 de febrero, en el Palacio Real de Madrid. Allí presidió junto al Rey la presentación del Portal Digital de Historia Hispánica, de la Real Academia de la Historia, el mayor entorno digital de contenidos. “Un proyecto grandioso y fascinante”, en palabras de Felipe VI, que muestra las geolocalizaciones de los acontecimientos y personajes desde el año 1.350.000 a. C. hasta la actualidad, con unas 150.000 referencias geográficas; la mayor información reunida hasta la fecha. Asimismo, un día después, estrenando marzo, viajaría con Felipe VI a Alicante para hacer entrega de los Premios Nacionales de Investigación 2022, que son el reconocimiento más importante en el ámbito de la investigación científica, y, por primera vez, los Premios Nacionales de Investigación para Jóvenes 2022. Finalmente, separando agendas, doña Letizia presidiría en Madrid la reunión del Patronato de la Fundación Unicef Comité Español, de la que es presidenta de honor. Y lo haría vestida de ejecutiva y con la tablet bajo el brazo.