Cara Delevigne ha comenzado 2023 con fortaleza y nuevos retos. La modelo británica, que en septiembre del pasado año fue protagonista de unas imágenes en las que aparecía en el Aeropuerto de Van Nuys, en Los Ángeles, con un desmejorado aspecto haciendo saltar las alarmas sobre su estado de salud, se ha sicerado sobre la turbulenta temporada emocional que ha vivido y de la que está saliendo. Tal y como ha revelado, aquel momento fue el click que necesitaba para alejarse de las adicciones que tenía, tanto al alcohol como a otras sustancias, que eran una vía de escape para afrontar sus problemas. Ahora, superadas sus tres primeras décadas de vida, la intérprete ha confesado a la revista Vogue que lleva algo más de cuatro meses sobria y ha emprendido el camino hacia una vida más sostenible.
La maniquí, que dice ser consciente de que nunca estará del todo recuperada, ha recordado que aquella necesidad por evadirse de la realidad a través de la bebida comenzó siendo solo una adolescente. Con el paso de los añostuvo que hacer frente a varios episodisos de depresión, de los que ha subrayado el doloroso impacto que supuso para ella su ruptura con la actriz Ashley Benson, con quien compartió cerca de dos años de su vida. Fue tras la pandemia cuando ambas decidieron emprender caminos por separado, algo que fue "un punto bajo" tras el cual levantarse de la cama se convirtió en un verdadero reto.
La joven que ganara el premio a la modelo del año en los galardones de la moda británica en 2012 y 2014 ha admitido que su proceso de recuperación no está siendo estable y que los altibajos son frecuentes. Pese a ello, ha conseguido asumir que se trata de una evolución progresiva, nada simple, y que no ocurre de la noche a la mañana. Además, cuenta con el sostén de su círculo más cercano, un grupo amplio al que pidió ayuda en septiembre antes de formar parte del programa de rehabilitación al que se afilió.
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Con la perspectiva que da el transcurso del tiempo, Cara ha sido consciente de que su separación de Benson, unida a otros factores y a la posterior muerte de su abuela en abril del pasado año, le llevó a experimentaruna crisis existencial en la que la soledad fue la gran protagonista. Un duro capítulo en el que volcó toda su validación en el trabajo, en lugar de dedicarse tiempo al autocuidado: "Me envolví mucho en la miseria, regodeándome y festejando. Fue un momento realmente triste", ha reconocido.
Cara, que ha confesado que con solo diez años ya le habían recetado somníferos para conciliar el sueño y con quince ya tomaba antidepresivos, también ha hecho alusión a sus planes de futuro. A medio plazo desea seguir curándose de sus problemas de adicción y huyendo de la oscuridad con apoyo terapéutico semanal, mucha meditación, yoga y perseverancia. Aunque ha dicho que todavía tiene mucha energía, ha reconocido estar más calmada que tiempo atrás, cuando consumía para sentirse invencible. En cuanto a sus proyectos a largo plazo, ha mencionado su deseo de convertirse en madre y su idea de congelar óvulos.
Por desgracia, la guapísima londinense también ha tenido que convivir, además de con sus propios problemas de salud física y mental, con los trastornos de su madre, que fue diagnosticada de bipolaridad y era adicta a la heroína. Aquello, según ha apuntado, fue motivo de separación entre ambas, pues Cara fue incapaz de empatizar con ella durante años.